"Unos vestidos y una nueva sensación."
No te ilusiones.
Esto no es lo que parece.
Procuraba repetirme una y otra vez sin llegar a creérmelo por muy pesimista que deseara colocar mis pensamientos.
La voz de mi madre repitiéndome con precisión cada uno de mis defectos, mi nula capacidad para tan siquiera llegar a gustarle a alguien o ser de interés para tan siquiera un ser como Gratia, intentaba de forma tormentosa anclarme a la realidad.
Anularme la idea de viajar en mi fantas&
"Picando la curiosidad..."Enredas tus dedos alrededor de mi garganta.Presionas, degustas, disfrutas del control en mí...que yo te cedo.Yo te pertenezco.Y lo acepto.Mi cuerpo lo hace.Yo lo hago.Te oído, te deseo, me frustras y te anhelo.Yo soy Eva.
“Antes de una tragedia… mejor una fiesta.”La agenda aquel viernes se había ajustado lo necesario como para aportarnos las horas necesarias para salir con antelación y así poder arreglarnos como requería un evento de aquel calibre.Me era tan extraño estar utilizando una de las habitaciones de invitados de Gratia, así como la ayuda de su estilista, quien había terminado ya dos horas antes con Gratia.No sabía que parte extraña en mi esperaba encontrarse de nuevo con aquel desconocido y enigmático hombre que parecía el dueño de aquel lugar, o incluso la presencia de aquella inesperada niña.Era de conocimientos para todo aquel que recurriera a las revistas del corazón, esas que tanto habían obs
“De champán, trajes de gala y personas extrañas” Parte I Recuerden… Siempre esperen lo inesperado. Si quiera se de donde sale ese pensamiento, pero se desliza en mi mente como una melodía pegadiza mientras mantengo mi atención en la escena que contemplo. Nunca, realmente nunca esperé alguna vez toparme con alguien al mismo nivel que la crueldad que destila Gratia. Pero aquí me encuentro, agarrada del brazo que el mismo Levian me había brindado nada más salir del auto donde ambas viajamos, alejada de sus hombres, sumergidas en un incomodo silencio. Levian se había proclamado mi acompañante, al menos durante el tramo de pasarela a la que nos vimos adentrándonos tras Gratia ser escoltada por Ezra y Conrad, cada uno en cada brazo, como la diosa o la reina que todos inconscientemente sabemos que es. Mientras el inicio de la velada se daba, en mi cabeza
“De champán, trajes de gala y personas extrañas” Parte II ¿Cómo se supone se reacciona a este tipo de situación? ¿Es muy infantil llevarme por mi instinto?... Ese de cubrir mis ojos y huir lejos como gallina sin cabeza. Había huido de una situación incómoda para sumergirme sin preámbulo alguno en una mucho más… embarazosamente escandalosa. Y no, no podía salir sin ser vista por mi afán desesperado de huir de otra situación algo más manejable, ante la forma brusca en la que me introduje en el cuarto de baño, como un toro bravo buscando una mejor salida. La puerta cerrándose de golpe tras mía, a causa del impacto con el cual la abrí en su principio, resaltaron aún más mi evidente presencia a los dueños de aquel espectáculo que no había pedido presenciar. Como acto reflejo impulsado con cierta tardanza por hallarme aún reaccionando a lo
“De champán, trajes de gala y personas extrañas” Parte III La elegante y pequeña orquesta postrada sobre aquella tarima al final de la inmensa sala, inunda con su melodía la estancia repleta de lujos, en un sonido tenue, preciso para ejercer su función, música de fondo. Puesto por mucho la orquesta se esfuerce en la pieza que reproducen con esmero, las personas participes de este evento están ensimismadas en charlas donde dejan en claro lo que ya todos saben. Son ricos, tienen todo lo que quieren y aman presumir sus bienes. Desde aquel incomodo encuentro en los lavabos, me he dedicado a ejercer de sombra para Gratia, aferrada a la copa que aún sujeto entre mis dedos como si fuera mi única vía de escape para amortiguar la posibilidad de dialogar de algo que realmente desconozco. Yo no encajo en este lugar y por las miradas que más de uno me lanza, soy consciente que ellos ta
“De champán, trajes de gala y personas extrañas” Parte IV Ni siquiera recaigo en la entrada que debo haber causado al deslizarme con cierto apuro por las puertas de la terraza en la que una hora atrás había conocido por Ezra y donde había sido besada por Conrad. De vuelta me vi caminando ahora con cierta tregua para mis pies y mi respirar agitado, al rincón en el que nos habíamos acomodado Ezra y yo con anterioridad. Mis manos fueron posadas sobre la piedra del muro en un intento de buscar apoyo. La primera bocanada no consiguió su cometido, el aire parecía no pasar por mi tráquea y llenar mis pulmones, como si algo se lo impidiera. Para quien no estuviera tan acostumbrada como yo a este tipo de ataque de ansiedad, le causaría una mayor presión, pero para mi que era algo recurrente en mi sistema, solo me limite a insistir
“Disfrutando la fragancia que destilas.”A falta de agua a mano en la barra predispuesta del catering, ya llevo mi segunda copa.O al menos eso pretendo.Sé que el alcohol y yo no somos muy buenos aliados, pero necesito bajar el nudo que presiona cada vez más fuerte mi garganta, ese que comienza a extenderse por mi pecho hasta hacer retorcer mis entrañas.¿Por qué las cosas no pueden ser más sencillas?Yo solo quería un trabajo estable, que me distrajera lo suficiente como para no pensar en lo mucho que he desperdiciado mi tiempo, mis años.Tengo veintidós años y hasta hace unos días no había sentido mi corazón aletear a tal intensidad que desde que los problemas empezaron a venir uno tras uno.
“En cama de algodón…”Entreabrí mis ojos al percibir una suave fragancia cosquillear mi nariz, intente ver más allá del pecho donde permanecía recostada, intentando identificar los cálidos y firmes brazos de aquel desconocido, pero mis parpados pesaban de forma que el sueño consiguió alcanzarme mucho antes de poder satisfacer mi curiosidad.Me sentía extrañamente acogida, como si permaneciera sobre un mullido y cálido algodón gigante, o el símil a la representativa estampa de nube que tan comúnmente exponen en las caricaturas.Mis brazos rodearon por inercia el cuerpo al que creía estar aún sujeta, en la inconsciencia del sueño hasta terminar rodeándolo por completo.Ahí libere un pesado suspiro.No quería aún