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Capítulo: 6: Deseos de venganza.

Al apenas abrir la puerta,  sintió una ráfaga de viento y luego alguien abrazándola fuertemente. Al recuperarse de su sorpresa,  corresponde al abrazo dándole palmaditas suaves en la espalda  para calmar los sollozos que dejaba salir la figura en sus brazos escuchándola hablar con voz temblorosa. –¡por fin volviste!, Rosy–

Rouss sonrió con lagrimas en los ojos –si, ya volví Janet, perdón por hacerte esperar mucho–.

Janet se aparto de sus brazos y Rouss aprovecho para limpiarle las lágrimas mientras le hablaba con voz tranquila y suave.

–Nuestra ‘belleza primaveral valiente’, debe cuidar su imagen,  ¿Qué pasa si te ven llorando?, pensaran que te estoy intimidando– al terminar de hablar una sonrisa burlona adorna sus labios mientras que caminaba con Janet hasta el sofá sentándose.

–Deja tus tonterías y no me digas así, aún no entiendo porque me dieron ese título,  tsk– vocifero fruncido sus cejas con disgusto al tiempo que hacia  un puchero.

Rouss sonrió divertida al verla molesta por un simple título que sus  fans le habían dado.

Janet la miro molesta al verla reírse, aunque no quería hacerlo para nada, también termino riendo al ver a su amiga sonreír con alegría, ya que fueron cinco años donde no supo nada de ella.

Rouss se había vuelto mas hermosa en estos años,  sus rangos eran  maduros pero muy tiernos. Emanaba un aura fría  y distante pero glamurosa. Aunque aun seguía manteniendo ese lado cálido y divertido con ella.

Desde que Rouss se había marchado,  jamás supo de ella, ni  siquiera  cuando su abuela había muerto había dado  una señal de vida.

El tiempo paso, así como los años,  convirtiéndose en una actriz famosa.  Desde que supo que la pe**a de Lizzy quería actuar, se prometió que  no le dejaría el camino tan fácil a esa falsa dos caras pretenciosa. Con sus esfuerzos y logros, llego a ser la mejor actriz en la ciudad , ganándose el corazón y admiración de la audiencia , siempre donde iba era reconocida y respetada.

A la hora de aceptar un papel no le importaba si era de un reconocido o novato productor,  después que le gustara lo aceptaría sin problemas. No como la pretenciosa y ambiciosa de Lizzy que no aceptaba ningún papel sino era  el de la  protagonista de un productor famoso. Nada más pensar en esa falsa dos caras  hacía que se colocará de mal humor y sintiera náuseas incontrolables. La suave voz de Rouss la saco de los desagradables pensamientos de esa hipócrita.

–Gracias por conseguirme este apartamento, Janet, te moleste sabiendo lo ocupada que estabas– vocifero con una mirada apenada tocándose  el puente de la nariz.

Janet la miro seriamente –no me molestaste para nada, además, fue mi mánayer la que lo busco. Vive en este mismo vecindario y me lo recomendó.–

Rouss asintió, vociferando suavemente –de todos modos gracias, Jini.– La dijo como solía decirle de cariño.

–Rosy, lo siento– cuando Janet dijo estas palabras, su expresión se tornó triste bajando la mirada, sintiendo un nudo formarse en su garganta.

Rouss se sorprendió al escucharla, entendiendo a los segundos el motivo de su disculpa.

–No tienes porque pedir disculpas,  no fue tu culpa– trato de persuadirla con una mirada y voz suave .

Janet negó con la cabeza mientras una lágrima se deslizaba por su mejilla diciendo con voz temblorosa, –s-si hubiera llegado antes…si tan solo hubiera sido más rápida, la abuela aún …–  Janet no termino sus palabras al sentir los brazos de Rouss rodearla, había querido tanto el abrazo de su hermana en ese momento y apoyarse en ella.                                 

Aunque ya habían pasado cinco años, aún la atormentaba al verla morir frente su mirada y no poder hacer nada.

–No es tu culpa y nunca lo será, ¿me escuchaste?– Le preguntaba limpiando sus lágrimas con el corazón oprimido al verla culparse por  algo que no tenía la culpa.

La muerte de su abuela había sido un fuerte golpe para ella, había llorado por muchos días su partida. Se había ido su abuela,  su amiga, su figura materna, ahora solo le quedaba su hermana,  su querida Jini y no quería que se culpara por nada.

Janet asintió tratando de sonreír, ahora que su hermana había vuelto, ya no estaría sola.

–¿Te quedaras a dormir?, ya es algo tarde– le pregunto Rouss al ver la noche oscura y las luces de neón brillando fuera de la ventana.

Janet negó con la cabeza –me gustaría pero no puedo, tengo un rodaje temprano….¡¡ahh se me estaba olvidado!! -- exclamo depronto,  --Rosy, acompáñame a un evento que habrá en tres días,  siempre es aburrido ir sola, por favor acompáñame– pedía alargando las última frase mientras la miraba con sus ojos llenos de un ‘di que si' plasmados en ellos.

Rouss suspiro derrotada,  no podía decirle que no, aunque… –Jini, no tengo vestido elegante….– Siendo interrumpida al momento.

–Por eso no te preocupes,  déjalo todo en mis manos y harás todo lo que yo diga, te dejare tan hermosa que harás suspirar a muchos– vociferaba con una sonrisa entusiasta imaginándose la sorpresa que se llevarían ese par de idiotas al verla. 

...

El día del evento había llegado,  esa mañana Janet la había llamado para informarle que la estaría esperando en el lujoso hotel cinco estrellas llamado Fenghua que quedaba cerca de donde sería el evento. Rouss le confirmo que entendía,  pero primero iría hacer algo y después llegaría.

Janet le había advertido que no se tardara,  y así cada una se concentro en lo que harían.

Rouss tomó un taxi, pero antes había comprado un ramo de girasoles y uno de tulipanes blancas, las favoritas de su abuela y su madre.

A su abuela le gustaba las girasoles , siempre que las veía decía que  estas flores eran fuertes y resistentes y así debía ser ella. Apretando los ramos de flores en su mano, se dejó caer de rodillas al haber llegado frente al lugar donde descansaba su abuela y su madre, ambas estaban una al lado de la otra.  Su cuerpo temblaba mientras las lágrimas rodaban por sus mejillas, recordando la última historia que le había contado de su madre con una sonrisa.

--A-abuela, madre,  he venido a verlas– decía entre sollozos agarrando la tierra entre sus manos. –perdónenme por no venir antes–.

Cuando Rouss  se había entero de la muerte de su abuela, se sentía devastada, la única persona que la quería aparte de Janet ya no estaba. Había llorado por mucho tiempo,  también le había hecho un lugar para ir a despedirla e ir a visitarla cada vez que podía.

–Abuela, te prometo que no descansare hasta probar que no fue un accidente el tuyo y el de mi madre, te juro que hare pagar a los responsables– prometió mientras  agarraba el collar de su madre con fuerza y sus ojos rojos se llenaban de determinación y  frialdad.

Después de haber estado un rato más y contarles algunas cosas que vivió en el extranjero,  se fue muy decidida a cobrar venganza en esas personas que supuestamente eran su familia.

Cuando llegó al hotel,  solo faltan tres horas para el evento, Janet la había estado llamando muchas veces para que llegara pronto .

–¡Por fin llegaste¡, ¿ya viste la hora?– le reclamo Janet seriamente al verla llegar, dándole la señal a sus asistentes para que la arreglaran.

–Quiero que la dejen tan hermosa y espectacular que nadie exento yo pueda verse a su nivel, si no lo logran, sus cabezas están en peligro– declaró seriamente viendo a sus asistentes las cuales temblaban por el miedo de ser despedidas.

–¿para que te esfuerzas tanto en como me vea?, no las asustes– indago Rouss mirándola sin entender, jamás le había gustado ser el centro de atención y su amiga lo sabia muy bien. Además, si nadie la notaba,  así podía cumplir su objetivo mas fácilmente.

Janet puso los ojos en blanco dándole la señal a sus asistentes para que empezarán sin responderle. ¡claro que sabia como era!, y por lo mismo ella se encargaría de hacerla resplandecer para que nadie la olvidara.

Una asistente tomo un vestido azul marino de entre muchos llevándolo al probador. Mientras que otra se encargaba de maquillarla y peinarla.

Después de dos horas aproximadamente,  Rouss estaba lista siendo observada por Janet y sus asistentes fijamente.

Rouss tenía un vestido azul marino que le quedaba perfecto en su piel blanca, el vestido era estilo sirena,  marcando todos sus atributos y curvas. El vestido se adaptada perfectamente el esbelto cuerpo de Rouss. Su espalda estaba descubierta mientras que los miles de pequeños diamantes la hacían brillar tan hermosamente.

Su cabello había sido ondulado llevándolo en su lado izquierdo, dejando al descubierto su cuello del lado derecho que se veía tan exquisito.

Janet dio su aprobación mientras se marchaban, haciendo que las ayudantes dieran un suspiro de alivió y se desplomaran en el sofá.

–Gracias por acompañarme Rosy,  se que no te gustan este tipo de eventos– musito Janet cuando el coche se había estacionado indicándole que ya habían llegado al lugar.

Una larga alfombra roja se extendía desde el inicio hasta el final del pasillo por donde tendrían que caminar hasta llegar al interior del gran salón donde estarían todos reunidos.

Rouss miro por la ventanilla la gran cantidad de fans que estaban a ambos lados de la alfombra roja  para poder ver a sus ídolos sin importarles si hacía frío o color.

Viendo que se acercaba su turnos para bajar del coche, ya que adelante habían dos coche más,  Rouss miro a Janet con una sonrisa que tenía un toque de diversión –no te preocupes Jini, esto será algo divertido– al terminar de hablar, un rastro de odio brillo en sus ojos al ver a la pareja que actualmente caminaba por la alfombra.

Aunque no le gustaba estar en estos eventos ni mucho menos tener que interactuar con personas, debía hacerlo para llevar acabó sus planes.

Janet la observó para ver que expresión tenía al ver la pareja que llevaban sus brazos entrelazados muestras iban avanzando, pero al ver que no tenia ninguna reacción, se tranquilizó mientras escuchaba los murmullos de los fans.

–¡Nuestra pequeña hada se ve tan hermosa!–

–Hacen una linda pareja–

–¡Ahh que linda está!, ¡parece un ángel!–

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