–….–
¡¿Qué diablos decía?!.
¡¿Esposo?!.
¡¿Casarse?!.
No gracias, ya tenía un mal sabor.
–¡No digas idioteces!, ¡jamás me casare!– Gritó Janet con la mandíbula tensa.
Rouss se encogió de hombros sin decir nada y siguió comiendo. Janet soltó un bufido concentrándose en sus alimentos.
Después de haber terminado, Rouss ayudó a ordenar la cocina, aunque Janet ya la había dejado limpia.
Ambas se dejaron caer en el gran sofá de terciopelo morado después de terminar. Encendieron la gran pantalla que estaba en la pared para buscar una película y entretenerse. Al final se decidieron por una animación, aunque ya tenían 20 años, aún es gustaba este tipo de animación.
Mientras veían la película y al ver la escena de dos amigas en la secundaria, un recuerdo brillo en la mente de Janet, exponiéndolo sin pensarlo mucho.
–Rosy, ¿recuerdas la vez que estábamos en jardín de la escuela y se te dio por practicar tu equilibrio en un muro bajo?, te dije que podías caer, pero te reíste y respondiste que no eras una bebé de cinco años para caerte– Janet sonríe alegremente ante el relato. –pero de la nada, sin saber como paso, te caíste y tus pompas se fueron directamente al pequeño charco de lodo que había– soltando una carcajada.
–Tu trasero quedo todo embarrado, no sabíamos que hacer, la verdad me divertí mucho al verte en ese estado, parecías tan lamentable jajaja, sino hubiera sido por Bratt que se quito su abrigo y te lo dio para que te cubrieras, te hubiera tocado salir en ese estado– Janet que seguía recordando alegremente, de pronto dejo de reírse al percatarse de la persona que había mencionado.
Rouss que también sonreía avergonzada, dejo de hacerlo mientras que un velo cubría su rostro.
–Como sea, total fue muy gracioso. También me acordé de la vez que le di un puñetazo al tarado de Eric, era tan insoportable…….–. Janet quiso salir de la atmósfera tensa que se había formado.
Las dos amigas que se consideraban como hermanas, se reían recordando su pasado entre chistes y burlas por esos eventos.
A la mañana del día siguiente, Janet se había despertado algo aturdida, ladeo su cuello para ver si Rouss aun seguía dormida a su lado, pero ella no estaba. Anoche cuando terminaron de recordar, se fueron a dormir, Rouss le había preguntado si podía dormir con ella, a lo cual no se negó.
Se levanto pensando que quizás se fue a duchar o estaba en la cocina, así que restándole importancia, se fue a tomar una ducha.
Después de un tiempo en el baño, salió con una toalla envuelta en su delgado cuerpo, aunque le parecía extraño que Rouss no halla venido a levantarla.
Se coloco un camisón simple ya que pretendía no salir de casa y quedarse con su amiga.
Al pasar por la habitación de Rouss, esta estaba ordenada y tranquila, así que debería estar en la cocina.
Arrastrando sus pies llego a esta, pero de igual manera estaba tranquila. Janet inspeccionó su alrededor pero no estaba , ‘¿Sera que salió?’ murmuró bajo.
Cuando iba nuevamente a su habitación a buscar su móvil para marcarle, una nota sobre la mesa de centro llamo su atención, caminando hasta ella.
Al tomarla, su mirada se concentra en ella, la letra era de Rouss. Al leer el contenido , una expresión sombría se forma en su rostro, pero desapareciendo a los segundos dándole paso a un suspiró triste. Nuevamente volvió a leer la nota.
–Estaré bien, no te preocupes, cuídate y cuida a la abuela mientras vuelvo–
Rouss se había marchado y no tenia la menor idea para donde.
Subiendo a buscar su móvil, le marca a la abuela para avisarle la partida de Rouss.
Después que la Sra. Luisa recibió la noticia, su expresión se volvió oscura mientras sus manos se volvían puños.
–¡Nancy!–. Llamo con furia.
–Dígame señora– grito al estar frente a ella nerviosa.
–Informales a todos que, aquellos que se asocien con la familia Wyner dejaran de ser mis socios y los consideraré mis enemigos– al terminar de hablar, golpeó el piso con el bastón haciendo brincar en su lugar a Nancy.
Su expresión era fuerte y determinada, se encargaría de arruinar a esa familia que lo único bueno que tenían era su Rosy y la habían humillado sin importarles nada, ya no había ningún motivo para no destruirlos.
Después de éstas declaraciones, no paso más de dos semanas y la familia Wyner no tardo en venirse de picada cada vez más. Muchos contratos fueron cancelados, los artistas que manejaban en Stars Entertainment poco a poco se fueron marchando quedando solo unos pocos.
Los otros negocios que no eran tan prósperos como Stars Entertainment también se estaban viendo afectados.
Muchos no querían estar en la mira de la vieja señora Larton, y menos si estaban por debajo de ella, una palabra de ella y los acabaría de inmediato.
–¡Maldita vieja!, no podemos permitir que Stars Entertainment caiga, es nuestra primera empresa y la más mas prospera– gritó Don con odio. –¡Todo esto es por culpa de esa perra de Rouss!, como quisiera deshacerme du una vez por todo de ella– decía frustrado al ver cada día como iba perdiendo valor en el mercado.
–Encontraremos una solución como siempre lo hemos hecho, no dejaremos que se salga con la suya– espeto Fanny tranquilamente con un semblante oscuro.
–Debemos pensar las cosas con la cabeza fría, no podemos dejar nada al azar– vocifero Sally Wyner con un brillo desconocido en sus ojos oscuros.
–Madre, ¿Qué debemos hacer?– indagó Don frustrado pasando su mano por la cara en desesperación.
Sally lo miro sin decir una palabra, haciendo que la columna vertebral de Don empezara a sudar y sentir un frío recorrerle al ver su mirada fuerte.
Fanny tenía la mirada baja mientras que un brillo oscuro pasaba por ellos.
Los integrantes de la familia se quedaron por unos minutos más discutiendo sobre el tema, sin importar que, debían encontrar la solución y ejecutarla lo antes posible.
....
La noticia de la muerte de la vieja señora Larton recorrió toda la ciudad costera de Chongqing, así como también el trauma de Janet Morton, ya que la había visto morir antes sus ojos en un intento por salvarla del trágico accidente automovilístico donde falleció.
Después del accidente, Janet tubo que tomar tratamientos para poder salir del trance donde estaba, ya que por lo general se despertaba gritando en las noches.
Con la muerte de la vieja señora Larton, ya no había motivos para seguir ignorando a los Wyner, así que, los accionistas que se habían retirado de Stars Entertainment volvieron hacer sus inversiones ya que la compañía con la base que tenía prometía mucho.
La familia Wyner volvió a surgir por lo grande, solo aceptando a los accionistas con mayor posición económica y admitiendo solo a personas con buenas raíces en el ámbito del entrenamiento, los que no lo tenían, eran descartados sin las mínima oportunidad de poder avanzar.
Después de un año, una serie juvenil de diez capítulos fue lanzada al público siendo producida por un productor que se estaba volviendo famoso, Federit Carter. El cual era conocido por tener colaboración con el gran famoso productor Walter Gibson en una serie tradicional que alcanzó miles de millones de ingreso después de su lanzamiento y haber ganado varios premios importantes.
Esta serie juvenil fue respaldada por Stars Entertainment y un apoyo económico del joven maestro de la familia Miller.
Una frágil e inocente chica era la protagonista, su amabilidad y dulzura caló hasta lo más profundo de los huesos de la gran audiencia. Siempre ayudando y creyendo en los demás, ayudándolos así no se lo pidieran o lo necesitaran, llegando a involucrarse en problemas en ocasiones por su inocencia y su amabilidad.
Emily Kast, era el nombre de la protagonista, siendo interpretada por Lizzy Wyner, la cual se había lanzado al mundo del espectáculo después que Stars Entertainment se había vuelto fuerte y estable.
Una gran cantidad de fans se habían levantado en favor de Lizzy, algunos decían que era una hermoso loto frágil, otros que era como una rosa delicada. Hasta que alguien había dicho que era como una pequeña hada, frágil, amable, inocente y pura, siendo conocida por todos, como la pequeña hada que era amada por muchos.
….
Una esbelta figura atravesó las puertas al ser abiertas para darle la salida a los pasajeros que acababan de bajar del avión. Sus pasos eran suaves y firmes mientras rodaba su equipaje, la coleta de cabello alta que llevaba se movía suavemente al compas de sus pasos.
Era imposible no robarle mas de una mirada ya que parecía una modelo con su parte y elegancia al caminar, pero sobretodo por lo hermosa que era haciendo sonrojar a muchos en el proceso.
La bella dama caminaba tranquilamente con su mentón en alto mientras un aura fría y distante la rodaba haciendo temblar a los que estaban a su alrededor.
Pero aún así, si te congelabas hasta la muerte era imposible no mirarla, era imposible no fijar la mirada en su perfecto cuerpo y su hermosa cara, muchos hombres soltaban suspiros involuntarios al verla, y las mujeres no podían evitar rechinar los dientes de envía, aparte de la 'belleza primaveral valiente' como era conocida una actriz famosa en la ciudad, jamás habían visto otro rostro tan hermoso como el de ella hasta el momento.
Todo de ella gritaba perfección, pero lo mas inaudito era que, ¡solo llevaba unos simples jean, un camisón banco y unos zapatos deportivos!..... estaba vestida tan insípidamente, tan simple y corriente y aún así se veía tan jodidamente hermosa y glamurosa. Nos les quedaba nada más que seguir refunfuñando y envidiándola en secreto.
Al salir por las puertas fuera del aeropuerto, la joven cerró sus ojos inhalando profundamente, al volver abrirlos, un brillo especial brillo en sus hermosos ojos negros.
En todo ese tiempo, un par de ojos oscuros miraban intensamente a la joven hasta verla salir.
–Matheus– llamo una voz varonil y fría mirando la espalda de la joven al salir.
–Diga Sr. Bennett– le pregunto respetuosamente a su jefe.
–Investígala, tienes dos horas– demandó Daniel Bennett, el hombre mas rico y deseado de toda la ciudad de Chongqing.
Matheus se sorprendió, quedando aturdido un momento, ¿acaso había escuchado bien?, ¿qué milagro era éste?, ¡su jefe por primera vez estaba interesado en una mujer!. Recuperando de su estupor, asiente inmediatamente siguiendo a su jefe.
Después de haber salido, la joven tomó un taxi dándole una dirección, al subirse, observa por la ventana, viendo la ciudad que era su hogar y la cual había dejado por unos cortos pero a la vez largos cinco años donde tubo que valerse por si sola para sobrevivir en el extranjero.
Sin darse cuenta, ya había llegado a su destino, pagándole al chófer, se baja caminando hasta entrar en unos de los apartamentos.
Al apenas abrir la puerta, sintió una ráfaga de viento y luego alguien abrazándola fuertemente. Al recuperarse de su sorpresa, corresponde al abrazo dándole palmaditas suaves en la espalda para calmar los sollozos que dejaba salir la figura en sus brazos escuchándola hablar con voz temblorosa. –¡por fin volviste!, Rosy– Rouss sonrió con lagrimas en los ojos –si, ya volví Janet, perdón por hacerte esperar mucho–. Janet se aparto de sus brazos y Rouss aprovecho para limpiarle las lágrimas mientras le hablaba con voz tranquila y suave. –Nuestra ‘belleza primaveral valiente’, debe cuidar su imagen, ¿Qué pasa si te ven llorando?, pensaran que te estoy intimidando– al terminar de hablar una sonrisa burlona adorna sus labios mientras que caminaba con Janet hasta el sofá sentándose. –Deja tus tonterías y no me digas así, aún no entiendo porque me dieron ese título, tsk– vocifero fruncido sus cejas con disgusto al tiempo que hacia un puchero. Rouss sonrió divertida al verla molesta p
Lizzy tenía un vestido blanco hasta la rodilla, la falda caía de su cintura en forma de campana recalcando lo pequeña y frágil que era. Se veía tan pura y limpia, como todo una pequeña princesa y la mágica hada que era. Saludaba a sus fans con una amable sonrisa sintiéndose muy bien al escuchar sus elogios haciendo que se sintiera cada vez más superior. Pero su sonrisa fue disminuyendo al escuchar las siguientes palabras. –No se que le ven, ni siquiera es tan bonita, no le llega ni a los pies a nuestra ‘hermosa flor primaveral valiente’– musito uno de los fans de Janet rodando los ojos al escuchar sus estúpidos elogios. –Es verdad, ¡ni siquiera sabe actuar!, jamás estará a la altura de nuestra flor primaveral valiente– vocifero otro en apoyo a su ídolo. Lizzy apretó los dientes en disgusto al escucharlos, estaba cansada de siempre vivir bajo la sombra de esa mal***a de Janet, ojalá no existiera y desapareciera como Rouss. Janet que esperaba su turno para bajar, se sentía tan
–Hermano Bratt– lo llamo con un rostro abatido y triste mientras le tiraba suavemente de la manga de su camisa. Bratt bajo su mirada al escucharle hablar, viendo sus ojos llorosos y su expresión triste mientras lo miraba con un toque de timidez. Su corazón se oprimió al verla en ese estado haciendo que su sangre hirviera de coraje al ver la responsable que seguía caminando tranquilamente como si nada. Sin poder evitarlo, tomó la mano de Lizzy para llevarla con esa mujer y reclamarle. –Rouss, Lizzy esta siendo amable contigo y tú actúas como si nada, ¿acaso tienes sentimientos?– gritó con los dientes apretados y un rostro feroz al mirarla fijamente con desprecio. Rouss se quedó mirando esos ojos que alguna vez la habían mirado con amor y ternura, donde solo se reflejaba ella y en los cuales se perdía sin querer volver, esos mismos ojos ahora la miraban con tanto odio y resentimiento. Parpadeando sus largas pestañas para esfumar de su visión el recuerdo de esa mirada. Así
Bratt al escuchar sus palabras y al ver su expresión preocupada se calmó enseguida. Lizzy siempre lograba calmarlo, era como la suave brisa que lo rodeaba brindándole esa paz que necesitaba. –¡Pero hermano!, no es mi culpa, es culpa de esas…..– Lizzy que gritaba con rabia e impotencia se calló automáticamente al ver la mirada fría de Bratt sobre ella , sabia cuando no podía pasar sus límites, y este era uno de ellos. –Cristy, mejor vallamos a cambiarnos los vestidos– musito Lizzy con una cálida sonrisa mientras entrelazaba sus brazos. –Hermano mayor, volvemos en un momento– le dijo a Bratt mirándolo con ojos de amor y tranquilos. Tocando el corazón de Bratt , el cual asintió en reconocimiento viéndolas marcharse. Después que Rouss y Janet se habían alejados de ellos se dirigieron al baño para retocar su maquillaje, al llegar, escucharon unas voces desde el interior. –Es tan desagradable que esa bandida de Rouss halla regresado– dijo una voz molesta. –¿Viste su aspecto?, segu
Lizzy había vuelto justo en el momento donde Thiago le pedía ser la heroína, ¿Qué rayos estaba pasando?. Ella había estado luchando por este papel desde hace un tiempo y siempre se le era negado. Ahora aparece su hermana y se lo ofrecen como si nada. ¿Acaso estaba Thiago loco?. ¿Quién se cree que es para menospreciarla?. los dientes de Lizzy rechinaban del coraje que sentía. Rouss y compañía voltearon en dirección a la voz, viendo a Lizzy junto a Bratt y la desagradable de Cristal. Lizzy ahora llevaba un vestido en tono pastel hasta la rodilla con algunos dibujos en el y Cristal tenía uno de color lila con unas flores sutiles en el. –Sr. Thiago, ¿Cómo esta?– Saludo cordialmente Lizzy con una sonrisa en sus labios. –La señorita menor Wyner es muy cordial, espero que este bien– musito Thiago con voz tranquila mientras le sonreía cordialmente. Bratt le asintió en saludo y luego posó sus ojos en Rouss. Viendo esa cara tan hermosa sin expresión alguna al verlo. –¿Por qué le estas
La escena de despedida bajo la luz de la luna tenía muchas emociones encontradas, debías dejar que tus emociones se plasmaran en tu rostro sin hablar, era una escena bastante difícil de lograr. Rouss repasó el guion en el tiempo que le dieron para prepararse. La heroína que debía interpretar era la única hija con sangre pura de una familia influyente de la ciudad. Su nombre era Ashley Evans, una chica de veinte seis años desenfrenada sin temor a decir lo que pensaba y actuar en el nombre de la justicia. Su madre había muerto bajo sus ojos cuando tenía diez años, después de cinco años. Su padre volvió a casarse y su actual esposa tenía una hija que tenia veinte dos años. La escena de la despedida era en una noche lluviosa bajo una paraguas, la desenfrenada chica que nunca había amado, ahora sufría por amor, porque una vez que lo hizo entregaría de todo de sí. –Rouss, ¿estás lista?– le pregunto Thiago sentado despreocupadamente desde su silla con todo la atención puesta en e
Después que Rouss había firmado, el abogado también agregó su firma entregándoselos. –Oficialmente eres la dueña de todo, estos títulos de propiedad son tuyos, máximo en una hora, recibiera el deposito– le dijo Ethan mirándola con una mirada suave y ojos cálidos como si estuviera viendo a su nieta. Asiendo que el cuerpo de Rouss se colocara rígido ante su mirada sin saber como reaccionar, tenia años sin recibir este tipo de mirada. El señor Morris se levanto tomando su maletín para marcharse, haciendo que la vieja señora se recompusiera de su impacto por la noticia. –Sr. Morris , ¿Por qué no supimos de esta herencia anteriormente?– indagó con los dientes apretados con evidente molestia en su tono. Ethan la miró sin evidente molestia por su tono marcando cada palabra dicha –la Sra. Larton dejo muy especificado que la herencia No debía ser conocida por nadie antes que la señorita Wyner. Temía que pudieran arrebatársela sin antes ella saber de su existencia– él era un veterano en
Una vacilación paso por los ojos de Bratt al mirar a Rouss, ‘¿acaso no sabían que era alérgica a las nueces?, ¡eso era imposible!, ellos eran su familia’ termino por concluir sin darle mucha importancia. Rouss recargo su cabeza despreocupadamente en su mano mirando a su ‘familia’ que aparentaban tener una buena relación con ella, una sonrisa divertida brillo en sus hermosos ojos negros –ya que padre tiene buena memoria y nunca olvida las cosas importantes , ¿Cómo es que olvido que soy alérgica a las nueces?, algo tan importante para su hija, ¿Cómo pudo olvidarlo?. O en primer lugar, quizás nunca lo ha sabido– tanteo con la mirada sonriente mirándolo directamente. Don se congeló en su lugar, la mano que sostenía el tenedor quedo suspendida en el aire temblando ligeramente, sus ojos abiertos como platos miraban a Rouss –tú...¿eres alérgica a las nueces...?– Pregunto aún en su trance, haciendo que el ceño de Rouss se frunciera y sus labios se crisparan. Al ver la situación, Fan