TOMO 3. CAPITULO 146. Un hombre deliranteLoganLa tormenta cae con fuerza, y el sonido de la lluvia es apenas un eco sordo dentro de la casa. No me había dado cuenta de cuánto se había intensificado hasta que Liliana abrió la puerta. Afuera, el viento ulula, arrastrando el agua como si fuera una cortina espesa que no deja ver más allá de unos metros.—No puedes irte con este clima —le digo, acercándome mientras ella intenta salir bajo toda esta lluvia—. ¡Pero Liliana ¿estás loca?! ¡Párate!—¡La camioneta no está lejos, tengo que volver a casa! —me grita bajo el sonido de los truenos.—¡Llegar a la camioneta es lo de menos! ¿No estás escuchando? ¡Maldición si es que pica! —Y lo digo en serio porque la lluvia es tan fuerte que pica en la piel—. ¡Entra a la casa!—¡No, solo son unos met…!—¡Que entres, carajo, te vas a enfermar! —le grito y se suelta con un gesto brusco.—¡No soy tu prisionera, Logan! —responde sin mirarme y su tono está más helado que la lluvia.—¡No, pero tampoco voy
TOMO 3. CAPÍTULO 147. Un juego peligroso.LilianaQuiero golpearlo. Quiero empujar a Logan tan lejos de mí como sea posible, pero todo lo que consigo es sentirme mal conmigo misma. Mi corazón está en guerra con mi cabeza, y no sé en qué momento exacto empezó todo esto. ¿Cuándo me enamoré de él? Porque sí, estoy enamorada como una estúpida, siempre lo estuve.Y aunque mi resolución de mantenerme firme y no permitirle regresar a mi vida sigue intacta, eso no puede cambiar los sentimientos.Logan está volado de fiebre, tan perdido en su delirio que apenas puedo hacer que trague la pastilla que encontré en el botiquín de emergencias de la casa. Lo dejo bajo la ducha con el agua fría cayendo sobre él, esperando que eso ayude a bajar su temperatura, porque no estoy dispuesta a que me suba la mía.Sin embargo no pasan ni diez minutos cuando siento sus brazos alrededor de mi cuerpo; y me abraza, como si aferrarse a mí fuera lo único que lo mantiene consciente.—Te amo, Liliana —susurra, su vo
TOMO 3. CAPÍTULO 148. Un hombre diferente.LoganMe despierto solo. La cama se siente más fría de lo que debería, como si la ausencia de Liliana hubiera dejado un vacío imposible de llenar. Me llevo una mano al rostro y dejo escapar un suspiro pesado, intentando despejar las imágenes de la noche anterior. Liliana mojada bajo la tormenta, sus palabras firmes, su mirada que parecía perforarme el alma."Voy a luchar contra lo que siento por ti toda mi vida."Esa frase me taladra la cabeza. Me lo dijo tan segura, tan decidida, que no puedo hacer más que odiarme. Ella me ama, pero también me odia, y no puedo culparla por eso. Yo mismo sembré ese odio, y aunque lo que siento por ella es tan grande que no tiene nombre, sé que eso no basta.Al menos logré advertirle sobre Carolina y el comisionado antes de que fuera demasiado tarde. O eso espero.Me levanto de la cama con dificultad. Mi cuerpo todavía se siente pesado, como si la fiebre estuviera acechando, esperando el momento para volver. A
TOMO 3. CAPÍTULO 149. Nada LilianaMe esposan y me meten en la patrulla como si fuera una criminal de alta peligrosidad.Y desde ahí veo que los agentes de migración no pierden tiempo; se mueven rápido, llevándose a los trabajadores de mi hacienda uno tras otro. Miro por la ventana del vehículo y veo sus caras. Algunos están asustados, otros confundidos, pero nadie se atreve decir ni una palabra.Todo esto es un espectáculo montado cuidadosamente, al punto de que incluso han traído autobuses y están separando a las familias para que no puedan hablarse. No se puede decir que el comisionado sea un idiota, pero por desgracia para él, fue demasiado predecible y estaba demasiado desesperado.Aun así no puedo evitar sentir un nudo en el pecho al ver cómo arrastran a gente inocente solo para hundirme.Arthur se mueve entre el caos con esa calma que lo caracteriza, pero sus ojos lo delatan. Está preocupado, más de lo que quiere admitir. Finalmente, logra acercarse a la ventana de la patrull
TOMO 3. CAPÍTULO 150. Horas en el infiernoLoganTodo pasa tan rápido que apenas puedo pensar. Cuando veo a Liliana tropezar y caer al suelo, siento un impulso desesperado de correr hacia ella. No importa quién esté mirando ni grabando, ni que los abogados y los oficiales estén gritándose. Solo puedo pensar en llegar a su lado.El raspón en su tobillo no parece grave, pero verla en el suelo me revuelve el estómago. Me agacho junto a ella y la tomo en brazos antes de que pueda decirme que no lo haga.—Esto no se va a quedar así —murmuro, mirando a los policías con odio—. Lo primero que tendrá el capitán sobre su escritorio es una demanda por brutalidad policial. Se lo garantizo.Uno de los agentes, un tipo con cara de pocos amigos, suelta una carcajada seca.—Esto está muy por encima del nivel de paga del capitán, señor. Así que creo que su demanda no servirá de nada.—Ya lo veremos —gruño y no pierdo más tiempo discutiendo.Cargo a Liliana hasta la sala de interrogatorios que nos indi
TOMO 3. CAPÍTULO 151. La primera VictoriaLilianaPensé que esto sería más fácil. Pensé que todo lo que planeé con tanto cuidado funcionaría sin mayores sobresaltos, que podría manejar la presión y que, como siempre, tendría todo bajo control. Pero no contaba con Logan.Es un martirio estar aquí con él. Está desesperado, como un león enjaulado, gruñe por todo, se pelea con cualquiera que se le cruce, y no deja de intentar inútilmente que yo coma algo. No quiero comer.—Liliana, por favor, aunque sea una galleta.—No tengo hambre, Logan.Me mira con esa mezcla de frustración y preocupación que es tan nueva para mí; pero no insiste. Es inútil tratar de explicarle que tengo cosas más importantes en las que pensar que en comida.El primer día pasa en un limbo extraño. Afuera, el mundo entero parece estar girando alrededor de mi nombre. Cada hora, el comisionado da una nueva declaración, como si disfrutara de su momento en el reflector. Y en cada una de ellas, me acusa de algo peor: tráfic
TOMO 3. CAPITULO 152. Un asunto personalLoganSalgo de la sala de interrogatorio con el corazón latiéndome a mil por minuto. La memoria USB en mi bolsillo parece pesar una tonelada. Camino rápido y alcanzo a Bradshaw, que está rodeado de papeles y llamadas, siempre eficiente, siempre preparado para una batalla legal; y esta vez sí que voy a cargarlo con una grande.Le entrego la memoria y le digo:—Míralo ya.Bradshaw conecta el dispositivo a su laptop mientras nos apartamos hacia un rincón, saliendo de los pasillos de la comisaría. Sus dedos se mueven con rapidez, abre carpetas, y cuando ve lo que hay dentro sus cejas se alzan y su expresión cambia de una mezcla de sorpresa a incredulidad.¡Y yo no estoy mucho mejor!—¿Estos son... documentos legales? —pregunto sin poder lo que veo.—Sí… Todos los trabajadores de Liliana tienen sus papeles en regla. Residencias legales, permisos laborales. ¡Todo está ahí! —dice como si fuera el absurdo más grande del mundo—. ¿Entonces por qué demoni
TOMO 3. CAPITULO 153. El tablero está en movimientoLilianaNo puedo evitar que me sorprenda lo que acaba de hacer Logan. Su declaración frente a las cámaras me tomó completamente desprevenida. Aunque sabía que él estaba comprometido a ayudarme, nunca pensé que pondría en juego algo tan personal. Y menos así, tan abiertamente.Porque el hecho de que haya señalado a Carolina como parte de esto, hace aun más real y creíble el hecho de que el comisionado haya usado su posición para atacarme.Él no dice nada mientras me lleva de vuelta a la hacienda, y yo tampoco lo hago. Sujeta el volante con fuerza, y sus ojos no se despegan de la carretera, como si todo lo que acaba de pasar aún estuviera procesándose en su cabeza.Cuando llegamos, apenas cruzo la puerta, Arthur ya me está esperando en el salón con el celular en la mano y una expresión que no sé si clasificar como eufórica o preocupada.—Esto está explotando, Liliana —me dice, agitándome el teléfono frente a la cara.Y yo le pido un mo