TOMO 3. CAPÍTULO 148. Un hombre diferente.LoganMe despierto solo. La cama se siente más fría de lo que debería, como si la ausencia de Liliana hubiera dejado un vacío imposible de llenar. Me llevo una mano al rostro y dejo escapar un suspiro pesado, intentando despejar las imágenes de la noche anterior. Liliana mojada bajo la tormenta, sus palabras firmes, su mirada que parecía perforarme el alma."Voy a luchar contra lo que siento por ti toda mi vida."Esa frase me taladra la cabeza. Me lo dijo tan segura, tan decidida, que no puedo hacer más que odiarme. Ella me ama, pero también me odia, y no puedo culparla por eso. Yo mismo sembré ese odio, y aunque lo que siento por ella es tan grande que no tiene nombre, sé que eso no basta.Al menos logré advertirle sobre Carolina y el comisionado antes de que fuera demasiado tarde. O eso espero.Me levanto de la cama con dificultad. Mi cuerpo todavía se siente pesado, como si la fiebre estuviera acechando, esperando el momento para volver. A
TOMO 3. CAPÍTULO 149. Nada LilianaMe esposan y me meten en la patrulla como si fuera una criminal de alta peligrosidad.Y desde ahí veo que los agentes de migración no pierden tiempo; se mueven rápido, llevándose a los trabajadores de mi hacienda uno tras otro. Miro por la ventana del vehículo y veo sus caras. Algunos están asustados, otros confundidos, pero nadie se atreve decir ni una palabra.Todo esto es un espectáculo montado cuidadosamente, al punto de que incluso han traído autobuses y están separando a las familias para que no puedan hablarse. No se puede decir que el comisionado sea un idiota, pero por desgracia para él, fue demasiado predecible y estaba demasiado desesperado.Aun así no puedo evitar sentir un nudo en el pecho al ver cómo arrastran a gente inocente solo para hundirme.Arthur se mueve entre el caos con esa calma que lo caracteriza, pero sus ojos lo delatan. Está preocupado, más de lo que quiere admitir. Finalmente, logra acercarse a la ventana de la patrull
TOMO 3. CAPÍTULO 150. Horas en el infiernoLoganTodo pasa tan rápido que apenas puedo pensar. Cuando veo a Liliana tropezar y caer al suelo, siento un impulso desesperado de correr hacia ella. No importa quién esté mirando ni grabando, ni que los abogados y los oficiales estén gritándose. Solo puedo pensar en llegar a su lado.El raspón en su tobillo no parece grave, pero verla en el suelo me revuelve el estómago. Me agacho junto a ella y la tomo en brazos antes de que pueda decirme que no lo haga.—Esto no se va a quedar así —murmuro, mirando a los policías con odio—. Lo primero que tendrá el capitán sobre su escritorio es una demanda por brutalidad policial. Se lo garantizo.Uno de los agentes, un tipo con cara de pocos amigos, suelta una carcajada seca.—Esto está muy por encima del nivel de paga del capitán, señor. Así que creo que su demanda no servirá de nada.—Ya lo veremos —gruño y no pierdo más tiempo discutiendo.Cargo a Liliana hasta la sala de interrogatorios que nos indi
TOMO 3. CAPÍTULO 151. La primera VictoriaLilianaPensé que esto sería más fácil. Pensé que todo lo que planeé con tanto cuidado funcionaría sin mayores sobresaltos, que podría manejar la presión y que, como siempre, tendría todo bajo control. Pero no contaba con Logan.Es un martirio estar aquí con él. Está desesperado, como un león enjaulado, gruñe por todo, se pelea con cualquiera que se le cruce, y no deja de intentar inútilmente que yo coma algo. No quiero comer.—Liliana, por favor, aunque sea una galleta.—No tengo hambre, Logan.Me mira con esa mezcla de frustración y preocupación que es tan nueva para mí; pero no insiste. Es inútil tratar de explicarle que tengo cosas más importantes en las que pensar que en comida.El primer día pasa en un limbo extraño. Afuera, el mundo entero parece estar girando alrededor de mi nombre. Cada hora, el comisionado da una nueva declaración, como si disfrutara de su momento en el reflector. Y en cada una de ellas, me acusa de algo peor: tráfic
TOMO 3. CAPITULO 152. Un asunto personalLoganSalgo de la sala de interrogatorio con el corazón latiéndome a mil por minuto. La memoria USB en mi bolsillo parece pesar una tonelada. Camino rápido y alcanzo a Bradshaw, que está rodeado de papeles y llamadas, siempre eficiente, siempre preparado para una batalla legal; y esta vez sí que voy a cargarlo con una grande.Le entrego la memoria y le digo:—Míralo ya.Bradshaw conecta el dispositivo a su laptop mientras nos apartamos hacia un rincón, saliendo de los pasillos de la comisaría. Sus dedos se mueven con rapidez, abre carpetas, y cuando ve lo que hay dentro sus cejas se alzan y su expresión cambia de una mezcla de sorpresa a incredulidad.¡Y yo no estoy mucho mejor!—¿Estos son... documentos legales? —pregunto sin poder lo que veo.—Sí… Todos los trabajadores de Liliana tienen sus papeles en regla. Residencias legales, permisos laborales. ¡Todo está ahí! —dice como si fuera el absurdo más grande del mundo—. ¿Entonces por qué demoni
TOMO 3. CAPITULO 153. El tablero está en movimientoLilianaNo puedo evitar que me sorprenda lo que acaba de hacer Logan. Su declaración frente a las cámaras me tomó completamente desprevenida. Aunque sabía que él estaba comprometido a ayudarme, nunca pensé que pondría en juego algo tan personal. Y menos así, tan abiertamente.Porque el hecho de que haya señalado a Carolina como parte de esto, hace aun más real y creíble el hecho de que el comisionado haya usado su posición para atacarme.Él no dice nada mientras me lleva de vuelta a la hacienda, y yo tampoco lo hago. Sujeta el volante con fuerza, y sus ojos no se despegan de la carretera, como si todo lo que acaba de pasar aún estuviera procesándose en su cabeza.Cuando llegamos, apenas cruzo la puerta, Arthur ya me está esperando en el salón con el celular en la mano y una expresión que no sé si clasificar como eufórica o preocupada.—Esto está explotando, Liliana —me dice, agitándome el teléfono frente a la cara.Y yo le pido un mo
TOMO 3. CAPÍTULO 154. Momentos desesperadosLogan.Regreso a casa y ni siquiera trato de distraerme revisando papeles en mi despacho porque estoy exhausto. Dos días sin dormir deberían tumbarme como a un burro de carga, pero estoy con la adrenalina a tope a pesar del cansancio y no puedo concentrarme en nada y mucho menos dormir.La conversación con Liliana sigue dándome vueltas en la cabeza, no puedo evitar pensar en cómo me miró cuando mencioné el nombre de Carolina frente a toda la prensa. Esa mezcla de incredulidad y algo más que no pude descifrar del todo, y al final no quiero postergar esto así que de nuevo le hablo a Bradshaw y le pido que se encargue de mi divorcio, esto ya no puede esperar más.Un par de horas después, mientras veo en los noticieros todo lo que está pasando, Vincent entra sin tocar, como suele hacer cuando trae noticias importantes. Su expresión está cargada de incredulidad, y sé que algo está a punto de sacudir mi día.—Logan, tienes que ver esto —dice, con
TOMO 3. CAPÍTULO 155. Una amenaza afueraLilianaCuando abro los ojos, me doy cuenta de que todo me duele. Es como si alguien me hubiera apaleado, aunque no entiendo por qué. Reconozco mi habitación de inmediato, y el familiar aroma de las sábanas me da un poco de calma.Por un momento la desorientación me hace reaccionar cuando siento que me tocan y solo entonces me doy cuenta de que no estoy sola. Un doctor está revisándome con un estetoscopio, Arthur está en el umbral de la puerta, y en la otra esquina de la habitación, Logan camina de un lado a otro como un león enjaulado.—¿Qué…? ¿Qué pasó? —pregunto con la voz algo rasposa y Logan se detiene de inmediato.Su mirada se cruza con la mía, y veo algo en sus ojos que no esperaba: miedo, culpabilidad, y algo de rabia contenida.—Nos disparó alguien —me dice mesándose los cabellos antes de retroceder cruzando los brazos—. Por suerte, alguien con muy mala puntería.Parpadeo, tratando de recordar, pero mi memoria es un borrón, ni siquier