TOMO 3. CAPITULO 152. Un asunto personalLoganSalgo de la sala de interrogatorio con el corazón latiéndome a mil por minuto. La memoria USB en mi bolsillo parece pesar una tonelada. Camino rápido y alcanzo a Bradshaw, que está rodeado de papeles y llamadas, siempre eficiente, siempre preparado para una batalla legal; y esta vez sí que voy a cargarlo con una grande.Le entrego la memoria y le digo:—Míralo ya.Bradshaw conecta el dispositivo a su laptop mientras nos apartamos hacia un rincón, saliendo de los pasillos de la comisaría. Sus dedos se mueven con rapidez, abre carpetas, y cuando ve lo que hay dentro sus cejas se alzan y su expresión cambia de una mezcla de sorpresa a incredulidad.¡Y yo no estoy mucho mejor!—¿Estos son... documentos legales? —pregunto sin poder lo que veo.—Sí… Todos los trabajadores de Liliana tienen sus papeles en regla. Residencias legales, permisos laborales. ¡Todo está ahí! —dice como si fuera el absurdo más grande del mundo—. ¿Entonces por qué demoni
TOMO 3. CAPITULO 153. El tablero está en movimientoLilianaNo puedo evitar que me sorprenda lo que acaba de hacer Logan. Su declaración frente a las cámaras me tomó completamente desprevenida. Aunque sabía que él estaba comprometido a ayudarme, nunca pensé que pondría en juego algo tan personal. Y menos así, tan abiertamente.Porque el hecho de que haya señalado a Carolina como parte de esto, hace aun más real y creíble el hecho de que el comisionado haya usado su posición para atacarme.Él no dice nada mientras me lleva de vuelta a la hacienda, y yo tampoco lo hago. Sujeta el volante con fuerza, y sus ojos no se despegan de la carretera, como si todo lo que acaba de pasar aún estuviera procesándose en su cabeza.Cuando llegamos, apenas cruzo la puerta, Arthur ya me está esperando en el salón con el celular en la mano y una expresión que no sé si clasificar como eufórica o preocupada.—Esto está explotando, Liliana —me dice, agitándome el teléfono frente a la cara.Y yo le pido un mo
TOMO 3. CAPÍTULO 154. Momentos desesperadosLogan.Regreso a casa y ni siquiera trato de distraerme revisando papeles en mi despacho porque estoy exhausto. Dos días sin dormir deberían tumbarme como a un burro de carga, pero estoy con la adrenalina a tope a pesar del cansancio y no puedo concentrarme en nada y mucho menos dormir.La conversación con Liliana sigue dándome vueltas en la cabeza, no puedo evitar pensar en cómo me miró cuando mencioné el nombre de Carolina frente a toda la prensa. Esa mezcla de incredulidad y algo más que no pude descifrar del todo, y al final no quiero postergar esto así que de nuevo le hablo a Bradshaw y le pido que se encargue de mi divorcio, esto ya no puede esperar más.Un par de horas después, mientras veo en los noticieros todo lo que está pasando, Vincent entra sin tocar, como suele hacer cuando trae noticias importantes. Su expresión está cargada de incredulidad, y sé que algo está a punto de sacudir mi día.—Logan, tienes que ver esto —dice, con
TOMO 3. CAPÍTULO 155. Una amenaza afueraLilianaCuando abro los ojos, me doy cuenta de que todo me duele. Es como si alguien me hubiera apaleado, aunque no entiendo por qué. Reconozco mi habitación de inmediato, y el familiar aroma de las sábanas me da un poco de calma.Por un momento la desorientación me hace reaccionar cuando siento que me tocan y solo entonces me doy cuenta de que no estoy sola. Un doctor está revisándome con un estetoscopio, Arthur está en el umbral de la puerta, y en la otra esquina de la habitación, Logan camina de un lado a otro como un león enjaulado.—¿Qué…? ¿Qué pasó? —pregunto con la voz algo rasposa y Logan se detiene de inmediato.Su mirada se cruza con la mía, y veo algo en sus ojos que no esperaba: miedo, culpabilidad, y algo de rabia contenida.—Nos disparó alguien —me dice mesándose los cabellos antes de retroceder cruzando los brazos—. Por suerte, alguien con muy mala puntería.Parpadeo, tratando de recordar, pero mi memoria es un borrón, ni siquier
TOMO 3. CAPITULO 156. Ansiosa por verlo de nuevoLoganSe me derrite el corazón al ver a Lili con los niños. Liliana levanta a la nena, que de momento es la que parece más hambrienta, y me semana un mueble en el otro extremo de la habitación. Veo que es una nevera diminuta y que dentro hay varios biberones.—Voy a calentarlos —digo pero ella me interrumpe.—No te molestes, les gustan fríos —me dice mientras se sienta en uno de los sillones y puedo ver su gesto de frustración porque el dolor no la ha dejado acomodarse bien.—Espera espera… yo te ayudo. —Me adelanto y antes de que pueda protestar la levanto en brazos a ella y a la bebé y las acomodo en el sillón.Siento el cuerpo de Liliana tensarse pero un segundo después está más a gusto y me da las gracias como si estuviera viendo un unicornio o algo así.Le entrego uno de los biberones y voy por Brennan, que ya se ha despertado también, y me acomodo en otra mecedora mientras le doy su biberón. Lo sostengo con cuidado, como si fuera
TOMO 3. CAPÍTULO 157. Un sentimiento inevitable.LoganLa miro en silencio, y cada segundo que paso observándola me duele más. Liliana está sentada a mi lado, con el cabello algo revuelto por el cansancio, haciéndome esta confesión como si toda la maldad del mundo pudiera concentrarse en su voz de una sola vez.Comprendo entonces de dónde sacó el dinero para levantar su empresa, le robó todo el dinero que Ryker estaba escondiendo y tiene razón: eso debió ponerlo desquiciado, porque probablemente sería el fruto de sus mierd@s de los últimos años.—No te preocupes —sentencia con seguridad—. Voy a hacer que ese infeliz pague por todas las vidas que ha destrozado.Asiento y veo que la mujer a mi lado tiene una fortaleza que debería inspirar a cualquiera, pero a mí me destroza, porque sé que no siempre fue así. Yo fui quien le quitó esa dulzura, quien la empujó a ser esta mujer que lucha sola contra todo. Y ahora que estoy aquí, frente a ella, me pesa darme cuenta de que no sé si alguna ve
TOMO 3. CAPÍTULO 158. Una compañía lealLilianaMe quedo quieta en la cama, con la mirada fija en el techo, mientras el sabor de sus besos sigue prendido de mi boca. Logan me dejó con un torbellino de emociones que no puedo controlar. Me juré a mí misma que nunca volvería a dejarlo entrar, que lucharía contra lo que siento por él con todas mis fuerzas... Y lo voy a hacer; pero luchar no significa que haya dejado de sentirlo.Es frustrante. No es justo que alguien pueda despertar tanto en mí, sobre todo después de todo lo que hemos pasado. Pero aquí estoy, con el corazón acelerado y la cabeza dando vueltas, incapaz de dormir.Cuando amanece, ya estoy despierta mucho antes de que Beri pase a buscarme para desayunar. Me preparo rápido, paso todo el tiempo que puedo con mis bebés y luego me dirijo al despacho. Arthur me espera allí con una carpeta en las manos y una mirada de concentración que no presagia nada bueno.—Logan se fue desde que amaneció —me dice sin rodeos mientras me siento
TOMO 3. CAPÍTULO 159. Recuerdos antes de la batallaLilianaVeo que Logan se muerde el labio inferior, como si estuviera evaluando qué decir o qué hacer. Después de un momento, levanta la mirada y me pide media hora.—¿Media hora para qué? —le pregunto, cruzándome de brazos con una sonrisa divertida.—Para estar a la altura. —Su respuesta es inmediata, pero el tono es algo más suave, como si intentara seguirme el juego.—¿Te vas a hacer la manicure o qué? —bromeo, arqueando una ceja, pero Logan suelta una risa ligera y menea la cabeza.—No. Pero te ves increíble, Lili, ni siquiera pretendas que no lo sabes. Va a ser difícil igualar eso. —Su mirada recorre mi vestido con la misma intensidad de siempre, esa que hace que me tense, porque siento que puede verme más allá de lo que quisiera—. Ven a la casa, no quiero que te quedes aquí afuera, vamos.—Está bien —Consiento y trato de sonar neutral, pero algo en sus palabras me hace bajar la guardia por un segundo.Logan hace un gesto hacia l