Melania Castello
Hace cinco años atrás me convertí en la hija de uno de los mafiosos más buscados de la mafia italiana de Cosa Nostra (Sicilia), Favrizio Castello, uno de los mafiosos más sanguinarios que pudo parir Italia. Es un hombre sin escrúpulos que no le importa vender a los suyos por tener poder, dominio y dinero. Es un hombre ambicioso, más oscuro que la penumbra, hasta el mismo diablo le teme. Su única ambición es el dinero hasta que llegue a su vida aquella noche donde me vendían al mejor postor por unos cuantos euros por aquella mujer que juro ser mi madre, siendo una vil mentira.
Moscú – Rusia fue testigo de la muerte de una mujer cruel y el resurgimiento de un alma vengadora. Nació la Niña de la Mafia. Así me di a conocer en el bajo mundo del lavado de activos, tráfico de armas y joyas, olvidaba mencionar mi mayor especialidad. Soy una gran hacker en toda la dimensión de la palabra. La DEA y la Interpol están cansados de mis constantes saqueos a sus cuentas con mis lindos virus troyanos eliminando cualquier evidencia de mi padre o mía.
Soy el lucerito de sus ojos.
— Padre, bello. Todo listo en mi trabajo. Doménico Masseria, pensará dos veces al querer tocarte de nuevo uno de tus cabellos. Le hare pagar caro cada uno de sus insultos, te lo juro, papá.
— Hija de tigre sale pintada. Te veo en Moldavia, cariño, imagino ya deben tener nuestra ubicación.
— Exacto, padre, ya la tienen. El bello durmiente ha despertado y está desesperado buscando la pelirroja que lo derribo con su propio juguete. Ame detonar esa bazuca, ¿Te gusto el video, padre?
— Digna de ser mi hija, la hija de un mafioso, mi amor. Cuídate mi pequeño, sol.
Algunos recuerdos vienen a mi cabeza cuando le confesé a ese hombre que era su hija, un secreto que me salvo de una vida miserable. Ese día cambie todo mi aspecto. Deje de ser aquella niña asustadiza o temerosa de la que muchos se burlaron cuando tan solo era una nena indefensa. Gracias a mi padre, soy alguien de respeto y alguien a quien debes temerle, mi sombra me teme.
Recuerdo aquella noche fría en Moscú expuesta ante las miradas de esos hombres listos con sus chequeras dispuestos a pagar fuertes cantidades de dinero por nuestra virginidad. Esa mirada oscura en esos ojos claros congelo mi sangre. Esos 500 mil euros por mi detonaron pánico, miedo, asco, sentimientos que congele esa noche con el frio de la capital de Rusia.
Mis lágrimas se congelaron al escuchar que fui vendida a uno de los sicilianos. Siempre me llamo la curiosidad las mafias, en especial, la italiana gracias a Alina, mi cuñada, y mejor amiga del orfanato, aquella que enterré junto a mi hermano por culpa de Doménico Masseria. Jure vengar sus muertes.
Vi como la nieve que tanto amaba se mezclaba con el rojo carmesí de la sangre de los dos únicos seres que he querido en mi vida. Ellos fueron lo único que me importaba en este mundo, ahora no me queda nada, ni alma. Quebrantaron mis alas blancas cambiando a un color oscuro como el mismo carbón. Mi alma esta tan negra como la neblina que opaca esta noche.
Recuerdo
— Que mejor cumpleaños número 18, muñequita, que un mafioso le dé a tu madre 500 de los grandes por tu virginidad. Siempre supe que eras una mina de oro, pequeña.
— Puta — le grite escupiendo su horrendo rostro — espero esos lindos euros te sirvan para algo, víbora.
— Pobre niña ilusa, apenas comienzo hacer negocios contigo.
Escucharla me dio asco, le volví a escupir su rostro escuchando una carcajada de aquel hombre que me compro por 500 mil euros sin saber que era su hija. Lo miraba con desconcierto al ver que no me conocía, que me dejo a mi suerte y ahora paga por mí.
Me suben a una habitación a la espera de mi comprador. Veo la nieve caer, recuerdos vienen a mi cabeza de mi hermano Dante y Alina cuando jugábamos en el orfanato con la nieve. Sacábamos nuestras lenguas recibiendo ese hielo en nuestro paladar que nos quemaba. Sus manos tocan mis hombros oliendo mi cabello, está por besar mi cuello diciéndole: - Pagaste como el mejor postor por la virginidad de tu hija, Favrizio Castello.
Sus manos se retiran de mi cuerpo helado por falta de ropa, el conjunto de encaje no cubre mucho mi piel. Sigo de espaldas ante ese hombre siniestro.
— ¿De que estas hablando, niña? Yo no tengo hijos.
— Te suena el nombre, María Antonieta Mancini, mi madre. Aquella mujer que decías amar y la abandonaste a su suerte hace más de 20 años aquí en Moscú, y hoy pagas por tu hija como una mercancía al mejor postor ¿Cobraras tu compra?
El silencio reino en el lugar, lo observo pálido al verlo a la cara sentando en la cama tocándose su cabello negro con algunas canas. No emite palabra alguna, pide que me cubra con su chaqueta, cosa que agradecí. Esa noche le conté toda mi historia, desde la muerte de mi madre cuando tan solo era una niña de dos años, hasta como caí en manos de esa mujer horrible. Aquella noche libre una batalla, vi morir a mí querida madre (sarcasmo) de la mejor manera. Fue un lindo bocado para los tiburones.
Salí de aquel lugar de apuestas y venta de vírgenes de la mano de uno de los hombres más oscuros y temidos en Europa. No espero mucho de él, nunca ha tenido hijos, y de la nada le aparece una. Será algo nuevo para los dos, yo tampoco sé que es tener un padre.
Favrizio Castello, mi padre comprobó con un ADN que era su hija aprovechando mis talentos para hacer negocios con los rusos y volverme su mano derecha en la mafia y convertirme en el “Niña de la Mafia” como me conocen.
Fin del Recuerdo
— Buena suerte, Doménico Masseria, buscándome… olvide decirte que soy la reina del disfraz — Mencione subiendo a mi avión privado rumbo a Moldavia. Estoy por apagar mi móvil entrando un mensaje que me dispuse a revisar.
Infiltrado
Todo listo, jefa. El pez ha caído en la trampa. Buen viaje, muñeca.
Melania
Perfecto. Revisa tu cuenta, la he cargado por la suma acordada. Ten cuidado, Adam, no quiero perderte a ti también, besos.
Infiltrado
Lo hare, jefecita.
Sonrió al saber que estaré un paso adelante del gran Doménico Masseria, aunque para mí, es un lacayo que caerá a mis pies, rogará misericordia para que perdone sus pecados. Le quitare cada una de las cosas que ama. Inicie por su mujer, lastima su padre que se fue antes que me conociera. Su hermano es un bicho que se vende por algo de poder y dinero. Unas horas me bastaron para ver a mi padre sujetado de la mano de Fiorella Masseria, quien le devora la boca a mi padre.
— Linda peluca, Melania – Refuto la pelinegra al verme — Espero no haigas liquidado a mi querido esposito — Sonrió con sarcasmo — Quiero verlo sufrir.
Doménico Masseria Ha pasado un mes desde que se llevaron a Fiorella, aún no he obtenido alguna noticia de ella, todos los lugares que mi hacker descubre son piezas rotas y espacios vacíos, es como si alguien les avisara a tiempo para que huyan antes de ser encontrados. No soy hombre de lágrimas, ni de sentir dolor, mentiría si digo que extraño a mares a mi esposa, poco la recuerdo, pero enterarme que esta o estaba embarazada me desconcertó.“Un hijo”Eso amartilla mi cabeza cada vez que veo esa prueba de embarazo que encontré día después de ser raptada de mi casa, de mis propias narices. No tengo una pista que me lleve a ella, que me revele si aún vive o no. Un maldito mes que no se de ella al igual que de la pelirroja que no deja de colarse en mis sueños y pensamientos.Estoy por salir a una fiesta de máscaras que me invitaron c
Melania Castello Durante un mes no he tenido descanso despintando a Domenico del paradero de mi padre. Su hacker hace muy bien su trabajo, le he ayudado un poco dándole suerte de encontrar una foto de la pelirroja, será lo único que obtendrá de mí. Me encanta jugar ese juego de quien será atrapado primero. El muy idiota no sabe que conozco sus pasos, me he adelantado a él. Llevo estudiándolo durante 5 años desde que me convertí en una Castello. Me he preparado muy bien para dar mi estocada. Un mensaje llega de mi infiltrado.InfiltradoDato entregado al jefe, jefecita. Está colérico por no tener mayor información, tuya. Está muy despreocupado por su esposa, creo que no le importa tanto no saber de ella. Melania Ya veremos si le dura su tranquilid
Doménico Masseria Estoy en mi cúspide olvidándome de todo, solo la quiero a ella. Dejo de lado Alana calzando mi pantalón lo más rápido que me dan mis manos corriendo a mi encuentro con ese ángel, que es sí, es un demonio igual o peor que yo. Busco en un par de habitaciones solo encontrando soledad en cada una de ellas. Estoy por perder los estribos observando que me falta una por revisar. Tomo la perilla moviéndola encontrando que tiene seguro, sim importar que no sea mi casa le doy un fuerte golpe tumbando la puerta observando como brinca el primo de la rubia en la cama levantándose de golpe analizando que alguien sale del baño teniendo las esperanzas que sea ella. Me quedo de una sola pieza cuando veo un chico castaño con un bigote estúpido abriendo mis ojos de par. Jamás imagine que Patrick le gustaran los chicos. No soy quien para juzga
Melania Castello —¿Come me veo? No podría verme más sexy que en estos momentos, mi bombón de caramelo blanco.— Nada apetecible para hacerte el amor.— Perfecto… lo que menos quiero es coger, solo hacer arder de enojo al diablo, y ya tengo algo planeado para él.— Eres un enigma, Mel.— Shuuu… soy Marisha, cariño.Mi plan de escape de Alana, la prima de mi adorado Patrick fue todo un plan maestro. Soy la de las escapadas y de los disfraces, nunca sabrás que atenerte conmigo. Hoy me puedes ver como todo una diosa, y si cierras tu ojos puedo desaparecer en tus narices sin saber a qué hora me escape de tus ojos, al igual que hice en estos momentos. El amor que le tengo a los disfraces y las pelucas es un fetiche que me ha ayudado a cubrir muy bien algunos de mis rasgos. Un día me puedes ver pelirroja, al d&ia
Domenico Masseria Hablo por teléfono con Salvatore confirmando que tiene las pruebas realizadas del posible ADN de las bragas encontradas en ese bosque que me ha dejado la diabla. Para mi mayor sorpresa, no era lo que esperaba ni yo, y menos mi amigo con tal hallazgo. Esa diabla se volvió a salir con las suyas. Es increíble que estoy cayendo en la trampa de una mocosa que le gusta tentar mucho la suerte y me está colmando mi paciencia.— No eres el único sorprendido, Dom. Imagina mi sorpresa cuando me arrojaron los resultados en la base de datos. No sabía si reír, llorar o gritar por lo ingeniosa que es esta chica. Quise gritar de la ira por los juegos sucios de esa chica, juega sus cartas a su antojo, amigo.— El ADN es de una muerta… ¿Cómo consiguió sus bragas? ¿Quién rayos es esa chica? — solté algo molesto.
Melania CastelloEstoy por cerrar mi computadora para seguir disfrutando de mis juegos con mi bombón asesino cuando veo salir a ese diablo completamente desnudo de la ducha mostrándose sin ninguna vergüenza muy seguro de que lo estoy observando, y no se equivocó. Trago en seco. Siento que mis mejillas arden por completo como si tuviera una braza en ellas calentando fuertemente. Suelto una carcajada al ver la nota que me escribió, muevo mi cabeza sosteniendo mi gran sonrisa. Tendré que demostrarle a Domenico Masseria, que no hay nada imposible para Melania Castello, alias “La Niña de la Mafia” o Marisha Cossío, como me conoce.No dejo de mirar la esa pantalla observando como lentamente se calza su ropa provocándome condenadamente con lo sexy que es. Siento algo de tristeza al ver como tapa su imponente paquete. — ya veremos si no te provoca esta diabla, Domenico &mda
Domenico Masseria¿Jugamos?Acaso era una puta broma de esta mujer. Estoy por abrir mi boca para refutarle y decirle unas cuantas cosas que esta diabla se merece, pero antes de lograr mi objetivo, me pone un parcha en mis labios dejando pintado sus labios rojos carmesí. Me remuevo furioso. Ella va desatando lento cada uno de los botones de mi camisa blanca manga larga moviendo su trasero lento en mi entrepierna de una forma dolorosa para mi pobre amigo. Muerde, sus labios de una forma muy provocadora, sus ojos cafés están encendidos en llamas al igual que mi amigo que palpita enloquecido buscando su liberación para ponerse en acción. Ella quiere acción, soy conocedor de cuando una mujer quiere explotar en deseo, y esta vez no es la excepción.Al terminar mi tortura con los botones de mi camisa pasa su lengua traviesa por todo mi torso desnudo jugueteando con mis pezones tir&aacu
Melania CastelloEstoy por cerrar mi computadora para seguir disfrutando de mis juegos con mi bombón asesino cuando veo salir a ese diablo completamente desnudo de la ducha mostrándose sin ninguna vergüenza muy seguro de que lo estoy observando, y no se equivocó. Trago en seco. Siento que mis mejillas arden por completo como si tuviera una braza en ellas calentando fuertemente. Suelto una carcajada al ver la nota que me escribió, muevo mi cabeza sosteniendo mi gran sonrisa. Tendré que demostrarle a Domenico Masseria, que no hay nada imposible para Melania Castello, alias “La Niña de la Mafia” o Marisha Cossío, como me conoce.No dejo de mirar la esa pantalla observando como lentamente se calza su ropa provocándome condenadamente con lo sexy que es. Siento algo de tristeza al ver como tapa su imponente paquete. — ya veremos si no te provoca esta diabla, Domenico &mda