Domenico Masseria
¿Jugamos?
Acaso era una puta broma de esta mujer. Estoy por abrir mi boca para refutarle y decirle unas cuantas cosas que esta diabla se merece, pero antes de lograr mi objetivo, me pone un parcha en mis labios dejando pintado sus labios rojos carmesí. Me remuevo furioso. Ella va desatando lento cada uno de los botones de mi camisa blanca manga larga moviendo su trasero lento en mi entrepierna de una forma dolorosa para mi pobre amigo. Muerde, sus labios de una forma muy provocadora, sus ojos cafés están encendidos en llamas al igual que mi amigo que palpita enloquecido buscando su liberación para ponerse en acción. Ella quiere acción, soy conocedor de cuando una mujer quiere explotar en deseo, y esta vez no es la excepción.
Al terminar mi tortura con los botones de mi camisa pasa su lengua traviesa por todo mi torso desnudo jugueteando con mis pezones tir&aacu
Melania CastelloEstoy por cerrar mi computadora para seguir disfrutando de mis juegos con mi bombón asesino cuando veo salir a ese diablo completamente desnudo de la ducha mostrándose sin ninguna vergüenza muy seguro de que lo estoy observando, y no se equivocó. Trago en seco. Siento que mis mejillas arden por completo como si tuviera una braza en ellas calentando fuertemente. Suelto una carcajada al ver la nota que me escribió, muevo mi cabeza sosteniendo mi gran sonrisa. Tendré que demostrarle a Domenico Masseria, que no hay nada imposible para Melania Castello, alias “La Niña de la Mafia” o Marisha Cossío, como me conoce.No dejo de mirar la esa pantalla observando como lentamente se calza su ropa provocándome condenadamente con lo sexy que es. Siento algo de tristeza al ver como tapa su imponente paquete. — ya veremos si no te provoca esta diabla, Domenico &mda
Domenico MasseriaAl fin tengo a esa diabla entre mis manos. No tengo ninguna intención de dejarla ir a ningún lado, aunque está preparada para la guerra. No había notado el infrarrojo que apunta a mi pecho, ella sonríe enarcando una de sus cejas con una risita perversa. Esto me enciende a mil, soy un horno que quema. Me lo pienso unos segundos si ejerzo no prisión al no dejarla ir. Es una cajita de sorpresa, mi ángel caído.— Veo que me subestimas mucho, Domenico…¿será porque soy mujer? Te puedo asegurar que tengo más ovarios o en tu plano más pelotas que cualquiera de tus hombres. — Me apunta con su arma en mi pecho con una sonrisa perversa muy sexy. Lame sus labios con dulzura — me dejarás ir y me tendrás al caer la noche en tu casa. ¿Aceptas el trato?— ¿Por qué deber&iacut
Melania Castello Mi querido diablo no ha comprendido que no le tengo miedo a sus palabras y mucho menos a sus amenazas. No soy una mujer que sigue las reglas de nadie, al contrario, las rompo. Mis hombres están alertas a la salida del club que no sigan nuestros pasos. Ya subida en el auto confirmo con mis hombres que Peter y las chicas están completitos, sin ningún rasguño en sus cuerpos. Tan solo hubiesen tocado uno de sus cabellos y los mato a todos, incluyendo a su jefe.No soy una mujer que se confía de las palabras. Pido a Lagarto que me lleve donde están mis chicos, quiero ver con mis propios ojos que están en perfectas condiciones. Tomo algunas llamadas durante el camino. Veinte minutos de tramo nos llevó para estar con ellos, Peter al verme se abalanza a mi cuerpo, aun el pobre hombre tiembla del miedo. Suelto una carcajada, él solo me mira fijo sin entender cuál es e
Domenico Masseria Al verla acostada en mi cama con ese vestido de flores con su pelo rojo suelto me convenzo que es un ángel caído. Sus ojos verdes hacen juego con su piel blanca como la misma nieve. Su cabello es un adorno más a su belleza. Me agrada la idea de tenerla en casa. Veo que es una mujer de palabra y muy arriesgada al venir sola podría ser su ultimo día con vida, aun así, se arriesgó. Aunque seria para ella acabarle su calvario tan pronto a esa alma indomable y no esta eso en mis planes, no aun.Me hacen gracias sus palabras al verme.— Aquí estoy, diablito. — Su voz es un derroche de sensualidad y a la vez angelical. — Buena niña. Estaba pensando que me tocaría buscarte y el castigo seria mucho peor, diabla.—¿Cuántos azotes me dará, señor? — suelta con una carcajada — soy d
Melania CastelloEstoy cansada de estar esperando a Domenico, mi pobre vejiga necesita ser vaciada y este troglodita, grandote, sexy diablo no se deja visualizar para que me suelte de mis amarres, de mis bellos juguetitos que utilizo para mis fechorías y hacer hablar a los hombres de una forma amable a mis métodos, aunque me hace falta jugar un poco, oír gritar agonizantes a mis victimas como la pobre dueña que las bragas que le deje al diablo. No debió pasarse de lista conmigo, le dije que la haría comer estiércol y en eso termino, atragantada en mierda con un besito en su frente que le deje con mi linda 9mm.Muevo mis caderas al ritmo de la música en uno de los mejores clubes de Sicilia. Después de un gran negocio, no hay nada como celebrarlo a lo grande con alcohol y un buen baile en la pista. Un castaño de unos ojos pardos se acerca a mí con una mira
Domenico Masseria Al fin tengo la ubicación de Favrizio sin que lo sospeche, le daré una gran sorpresa, y le hare pagar muy caro cada una de las que me ha hecho, cada cargamento que me ha quitado, mis negocios, lo de mi madre, mi bebe y el rapto de Fiori. Al fin puedo cobrarme todas juntas sin que nadie pueda salvarle el culo. Escucho un ruido extraño en el despacho. Con Salvatore nos alarmamos inspeccionando los lugares cercanos sin hallar a nadie. Llamo alacrán para que reúna todos los hombres; también pido que le avisen a Filippo que iremos de casería, ese niño idiota, debe aprender algo del negocio. No todo es lujos y pasarse la vida con chicas despilfarrando el dinero.Quiero confiar en Filippo, quiero hacerlo.Antes de irnos de la casa reviso a la diablita que este en su lugar, otro dolor de cabeza que puse en mi lista. Escucho una plática o más bien, una discusi
Melania Castello.Filippo es de esas pulgas insoportables que no dejan de fastidiar buscando un punto de quiebre y lograr así que te dejen en paz para siempre y creo tener esa ficha clave para sacarlo de mi camino y de mi juego de ajedrez como u peón sin que me resulte ser un peligro en mi jugada.— ¿Dónde piensas ir? — a eso me refiero cuando digo que es un obstáculo en mis planes sin tener nada en su contra que me ayude — contesta, puta — grita.Me acerco a él pateando sus pequeños boliches que debe gastarse, con mi golpe certero creo que disminuyeron más de la cuenta. Este bambino me está colmando la paciencia buscándose conmigo una guerra sin necesidad, y no dejo mis juegos a medias, busco el quiebre de esa persona y doy mi jugada certera. Filippo no conoce de mis alcances y yo como él, no me gustaría conocerlos. Eso me record&o
Domenico Masseria De camino a casa dejo a Salvatore en la suya. Filippo por su parte anda algo extraño mandando mensajes a no sé quién. No me confió de mi hermano. El sería capaz de venderme al mismísimo diablo si pudiera. Aunque no ha entendido que el diablo soy yo.Se me ha complicado un poco acceder a su móvil y conocer cada uno de sus pasos. Me he metido de lleno en mis negocios que me olvide de ser hermano para ese niño idiota que ha crecido, el cual se mete en problemas de los cuales le he salvado el culo sin que él se entere. Es un niño obstinado y orgulloso al igual que el viejo. Él es lo único que tengo de mi padre. Lo quiero, aunque no se le demuestre mis sentimientos. Soy capaz de matar a quien sea por él. Quiero que entienda que no soy su enemigo, sino su familia. Aunque a veces no lo parezca.Al llegar a casa veo todo en or