Doménico Masseria
Estoy en mi cúspide olvidándome de todo, solo la quiero a ella. Dejo de lado Alana calzando mi pantalón lo más rápido que me dan mis manos corriendo a mi encuentro con ese ángel, que es sí, es un demonio igual o peor que yo. Busco en un par de habitaciones solo encontrando soledad en cada una de ellas. Estoy por perder los estribos observando que me falta una por revisar. Tomo la perilla moviéndola encontrando que tiene seguro, sim importar que no sea mi casa le doy un fuerte golpe tumbando la puerta observando como brinca el primo de la rubia en la cama levantándose de golpe analizando que alguien sale del baño teniendo las esperanzas que sea ella. Me quedo de una sola pieza cuando veo un chico castaño con un bigote estúpido abriendo mis ojos de par. Jamás imagine que Patrick le gustaran los chicos. No soy quien para juzga
Melania Castello —¿Come me veo? No podría verme más sexy que en estos momentos, mi bombón de caramelo blanco.— Nada apetecible para hacerte el amor.— Perfecto… lo que menos quiero es coger, solo hacer arder de enojo al diablo, y ya tengo algo planeado para él.— Eres un enigma, Mel.— Shuuu… soy Marisha, cariño.Mi plan de escape de Alana, la prima de mi adorado Patrick fue todo un plan maestro. Soy la de las escapadas y de los disfraces, nunca sabrás que atenerte conmigo. Hoy me puedes ver como todo una diosa, y si cierras tu ojos puedo desaparecer en tus narices sin saber a qué hora me escape de tus ojos, al igual que hice en estos momentos. El amor que le tengo a los disfraces y las pelucas es un fetiche que me ha ayudado a cubrir muy bien algunos de mis rasgos. Un día me puedes ver pelirroja, al d&ia
Domenico Masseria Hablo por teléfono con Salvatore confirmando que tiene las pruebas realizadas del posible ADN de las bragas encontradas en ese bosque que me ha dejado la diabla. Para mi mayor sorpresa, no era lo que esperaba ni yo, y menos mi amigo con tal hallazgo. Esa diabla se volvió a salir con las suyas. Es increíble que estoy cayendo en la trampa de una mocosa que le gusta tentar mucho la suerte y me está colmando mi paciencia.— No eres el único sorprendido, Dom. Imagina mi sorpresa cuando me arrojaron los resultados en la base de datos. No sabía si reír, llorar o gritar por lo ingeniosa que es esta chica. Quise gritar de la ira por los juegos sucios de esa chica, juega sus cartas a su antojo, amigo.— El ADN es de una muerta… ¿Cómo consiguió sus bragas? ¿Quién rayos es esa chica? — solté algo molesto.
Melania CastelloEstoy por cerrar mi computadora para seguir disfrutando de mis juegos con mi bombón asesino cuando veo salir a ese diablo completamente desnudo de la ducha mostrándose sin ninguna vergüenza muy seguro de que lo estoy observando, y no se equivocó. Trago en seco. Siento que mis mejillas arden por completo como si tuviera una braza en ellas calentando fuertemente. Suelto una carcajada al ver la nota que me escribió, muevo mi cabeza sosteniendo mi gran sonrisa. Tendré que demostrarle a Domenico Masseria, que no hay nada imposible para Melania Castello, alias “La Niña de la Mafia” o Marisha Cossío, como me conoce.No dejo de mirar la esa pantalla observando como lentamente se calza su ropa provocándome condenadamente con lo sexy que es. Siento algo de tristeza al ver como tapa su imponente paquete. — ya veremos si no te provoca esta diabla, Domenico &mda
Domenico Masseria¿Jugamos?Acaso era una puta broma de esta mujer. Estoy por abrir mi boca para refutarle y decirle unas cuantas cosas que esta diabla se merece, pero antes de lograr mi objetivo, me pone un parcha en mis labios dejando pintado sus labios rojos carmesí. Me remuevo furioso. Ella va desatando lento cada uno de los botones de mi camisa blanca manga larga moviendo su trasero lento en mi entrepierna de una forma dolorosa para mi pobre amigo. Muerde, sus labios de una forma muy provocadora, sus ojos cafés están encendidos en llamas al igual que mi amigo que palpita enloquecido buscando su liberación para ponerse en acción. Ella quiere acción, soy conocedor de cuando una mujer quiere explotar en deseo, y esta vez no es la excepción.Al terminar mi tortura con los botones de mi camisa pasa su lengua traviesa por todo mi torso desnudo jugueteando con mis pezones tir&aacu
Melania CastelloEstoy por cerrar mi computadora para seguir disfrutando de mis juegos con mi bombón asesino cuando veo salir a ese diablo completamente desnudo de la ducha mostrándose sin ninguna vergüenza muy seguro de que lo estoy observando, y no se equivocó. Trago en seco. Siento que mis mejillas arden por completo como si tuviera una braza en ellas calentando fuertemente. Suelto una carcajada al ver la nota que me escribió, muevo mi cabeza sosteniendo mi gran sonrisa. Tendré que demostrarle a Domenico Masseria, que no hay nada imposible para Melania Castello, alias “La Niña de la Mafia” o Marisha Cossío, como me conoce.No dejo de mirar la esa pantalla observando como lentamente se calza su ropa provocándome condenadamente con lo sexy que es. Siento algo de tristeza al ver como tapa su imponente paquete. — ya veremos si no te provoca esta diabla, Domenico &mda
Domenico MasseriaAl fin tengo a esa diabla entre mis manos. No tengo ninguna intención de dejarla ir a ningún lado, aunque está preparada para la guerra. No había notado el infrarrojo que apunta a mi pecho, ella sonríe enarcando una de sus cejas con una risita perversa. Esto me enciende a mil, soy un horno que quema. Me lo pienso unos segundos si ejerzo no prisión al no dejarla ir. Es una cajita de sorpresa, mi ángel caído.— Veo que me subestimas mucho, Domenico…¿será porque soy mujer? Te puedo asegurar que tengo más ovarios o en tu plano más pelotas que cualquiera de tus hombres. — Me apunta con su arma en mi pecho con una sonrisa perversa muy sexy. Lame sus labios con dulzura — me dejarás ir y me tendrás al caer la noche en tu casa. ¿Aceptas el trato?— ¿Por qué deber&iacut
Melania Castello Mi querido diablo no ha comprendido que no le tengo miedo a sus palabras y mucho menos a sus amenazas. No soy una mujer que sigue las reglas de nadie, al contrario, las rompo. Mis hombres están alertas a la salida del club que no sigan nuestros pasos. Ya subida en el auto confirmo con mis hombres que Peter y las chicas están completitos, sin ningún rasguño en sus cuerpos. Tan solo hubiesen tocado uno de sus cabellos y los mato a todos, incluyendo a su jefe.No soy una mujer que se confía de las palabras. Pido a Lagarto que me lleve donde están mis chicos, quiero ver con mis propios ojos que están en perfectas condiciones. Tomo algunas llamadas durante el camino. Veinte minutos de tramo nos llevó para estar con ellos, Peter al verme se abalanza a mi cuerpo, aun el pobre hombre tiembla del miedo. Suelto una carcajada, él solo me mira fijo sin entender cuál es e
Domenico Masseria Al verla acostada en mi cama con ese vestido de flores con su pelo rojo suelto me convenzo que es un ángel caído. Sus ojos verdes hacen juego con su piel blanca como la misma nieve. Su cabello es un adorno más a su belleza. Me agrada la idea de tenerla en casa. Veo que es una mujer de palabra y muy arriesgada al venir sola podría ser su ultimo día con vida, aun así, se arriesgó. Aunque seria para ella acabarle su calvario tan pronto a esa alma indomable y no esta eso en mis planes, no aun.Me hacen gracias sus palabras al verme.— Aquí estoy, diablito. — Su voz es un derroche de sensualidad y a la vez angelical. — Buena niña. Estaba pensando que me tocaría buscarte y el castigo seria mucho peor, diabla.—¿Cuántos azotes me dará, señor? — suelta con una carcajada — soy d