Él recorrió con su boca su cuello hasta llegar a su parte íntima, en donde saboreo los líquidos que de ella brotaban.Todo iba bien hasta que en su mente llevo la imagen de Abigaíl, quien estaba exactamente en la habitación de al lado, Agustín se incorporó y se alejó de Susana. Su deseo y ganas se esfumaron, ahora en su mente estaba el asunto de Abigaíl.— ¿Qué sucede? — preguntó Susana.— Lo siento, es que tengo tantas cosas en la cabeza— se disculpó él.— Dime que es, ¿En qué te puedo ayudar? — pregunto ella abrazándolo por la espalda.— Esta vez no me puedes ayudar— él se levantó de la cama y acomodo su ropa— creo que por hoy debemos dejar así, te prometo que la próxima vez te compensaré.Susana asintió, ella se había enamorado de Agustín, esa relación había iniciado en una disco, en donde Susana se encontraba tomando después de descubrir que su esposo, con el que llevaba más de quinceaños de casados, la engañaba, ella había sido una mujer entregada a su familia, había dedicado sus
Después de recuperar el alimento y pensar, a Agustín lo primero que se le vino a la mente, era con qué dinero pensaba vivir.— ¿Quizás no tenga dinero? — se dijo a sí mismo.- Una compraventa.Él sabía que había una a solo unas cuadras, así que lo más probable era que haya ido a empeñar algo, quizás a perder alguna joya.Agustín corrió, por una cuantas cuadras más, hasta pudo ver a lo lejos, ella caminaba mirando el comercio con curiosidad, Agustín al verla así, se preguntó ¿de verdad es la primera vez que sale a la calle?Agustín decidió dejarla, pues tampoco era que tuviera una excusa para acercarse a ella, Abigaíl parecía una niña en una juguetera, se veía feliz y sonreía sin parar.Agustín la siguió todo el tiempo, ella no paraba de acercarse a tocar las cosas que veía y le causaban curiosidad.— Buenos días, linda señorita— dos tipos con aspecto de dudosa procedencia, le cerraron el paso.Abigaíl los esquivo con la intención de continuar su camino e ignorarlos, pero uno de ellos l
Abigaíl disfrutó el poder comprar sus cosas por sí misma, esas cosas que para algunas personas son tediosas y quizás molestas, para ella eran divertidas.Cada cosa nueva que podía hacer y aprender la hacía feliz, se sentía tan autosuficiente, normal, disfrutaba tanto de esas pequeñas cosas e insignificantes.…Abigaíl.Como pude volví con todas mis compras, estaba emocionada, pues sería mi primera vez cocinando. Después de hacer un desastre en la cocina era el momento de probarlo.— Esto está terrible— me dije a mí misma, al Tiempo que solté una carcajada.Estaba feliz, pues no era necesario que todo fuera perfecto, además la idea era aprender, así que este primer intento era la prueba que era un ser humano como cualquier otro.Después de terminar y organizar la cocina, me fui a dar una ducha, el agua estaba fría, pues no tenía calentador, así que fue rápido mi baño.Cuando estuve lista, me fui a la sala y prendí la tele, por un momento tuve miedo de ver las noticias, con la noticia d
…Agustín.Estaba nervioso, pero respire profundo antes de tocar, cuando escuche la aprobación del rey, abrí la puerta e ingrese.Hacía varios años que no entraba en el estudio del rey, recuerdo que la última vez, fue cuando él me mandó a llamar para preguntarme qué quería estudiar, eso fue hace aproximadamente seis o siete años.— Agustín—dijo él poniéndose de pie— Tiempo sin verte, muchacho.El rostro del rey, lucia cansado y su mirad estaba llena de tristeza, dentro del estudio, también estaba su majestad Gilberto y la reina Genoveva.— Gracias por recibirme, sus majestades— dije haciendo una reverencia— Yo he estado bien gracias ustedes.— Es bueno escuchar eso— dijo la reina con una sonrisa un poco tristeza.— Pero dinos muchacho, que te trae aquí— agrego Su majestad Gilberto.— Por mi madre me he enterado de lo que está pasando— dije— Así que he traído información que sé que los llevará de felicidad— los tres me miraron, luego sus miradas se centró en mí.— ¿Qué información? — p
Abigaíl fue por un abrigo, se puso unos zapatos y salió, ella se veía feliz, pensó Agustín, él nunca la había visto sonreír así, ni cuando vivía en el palacio.Ellos bajaron y salieron del edificio, Agustín de reojo vio un lujoso coche que los seguía, así que supo que se trataba de la familia de Abigaíl.Agustín llevó a Abigaíl hasta una cafetería que estaba a unas cuadras, él se aseguró que los ubicaran en cerca de la ventana para que los padres de Abigaíl y su abuelo la pudiera ver.— Que te parece—le pregunto Agustín, mientras se sentaban.— Es acogedor— dijo ella mientras miraba su alrededor.- Es bastante cálido aquí dentro.— Me alegra que sea de tu agrado— le dijo él— te tengo buenas noticias.— De que se trata— pregunto ella llena de curiosidad.— Para mañana estarán listo tus documentos— dijo él.— En serio, no lo puedo creer, eso quiere decir que puedo buscar trabajo rápidamente— dijo ella llena de emoción.— Sobre eso también, te tengo noticia, hable con un conocido que trab
Abigaíl entró al pequeño edificio llena de emoción y nerviosismo, era la primera entrevista que hacía en su vida, así que temía hacerlo mal.— Buenas, tarde señorita—saludo Abigaíl a la recepcionista.Esta la miro con desdén, mientras masticaba una goma de mascar, luego volvió su mirada al computador.— ¿Qué necesitas? — le pregunto en un tono un tanto grosero.— Vengo para una entrevista de trabajo— le contesto Abigaíl con amabilidad.La mujer la volvió a mirar, pero esta vez la miró de arriba abajo, ante sus ojos Abigaíl era muy hermosa, cosa que le causaba envidia.— Hoy solo hay entrevista para arquitectas, no para secretarias o señoras de la limpieza, mejor vuelve otro día— dijo la mujer con burla.Abigaíl respiró profundo para no caer en provocación de la mujer, era su primera entrevista, así que no podía dar una mala impresión. Abigaíl sacó de su bolsa su credencial que la identificaba como arquitecta.— He venido exactamente para el puesto de arquitecta— le dijo Abigaíl encela
Agustín.Al llegar al apartamento me senté en el sofá, tenía un extraño sentimiento, de verdad me estaba sintiendo mal al engañar a Abigaíl.— Por qué me siento tan fatal— me dije recostando la cabeza.Ella se estaba esforzando tanto para conseguir sus objetivos, lucia feliz cada que lograba algo, pero sé, ¿sentiría igual si supiera que está recibiendo ayuda de su familia?, quizás no.Después de pensarlo por un rato llegué a la conclusión que esto era lo mejor para ella, una mujer como ella acostumbrada a tenerlo todo, le sería muy difícil conseguir algo por sí sola, así que esto no tenía por qué sentirme mal.Cuando estuve mejor, me fui a pegar una ducha, para alistarme, hoy me vería con Susana, después de no haber contestado ninguna llamada desde hace dos días.Eran cerca de las siete cuando salí de casa, cuando estaba saliendo del edificio me encontré con la princesa, ella venía con una bolsa.— Buenas noches— la saludé.— Buenas noches, Agustín— me dijo con una sonrisa.Antes no l
Abigaíl.Después de comprar el teléfono, llegue a casa y empecé a organizar todo para el siguiente día, que sería mi primer día en mi nuevo trabajo, estaba feliz y nerviosa, solo esperaba hacer las cosas bien, Cuando termine me fui directo a la cama.Estuve dando vueltas en la cama, no lograba dormir, ya que tenía a mi familia en mi cabeza, ya eran tres días sin verlos, así que ya podía sentir la ausencia de ellos, deseaba verlos y decirles que estaba bien, que todo me estaba saliendo como quería. Pero sabía que eso no era posible, no en estos momentos.— Cuando haya conseguido mi objetivo volveré a verlo— susurre.Después de un rato más logre quedarme dormida, a las cinco de la mañana la alarme de mi teléfono sonó. Me levanto, rápidamente y tome una ducha, la entrada seria a las ocho, pero como no sabía que transporte coger, debía salir temprano para, evitar llegar tarde.A las seis, salí de mi apartamento, había elegido, un pantalón en tela en un tono azul oscuro, tito alto, acompañ