—¿Uhm? —Jung dio un sorbo a su café y alzó una de sus cejas— Escucha, esto que intentas hacer es realmente lindo, lo aprecio, en serio —dijo, mirando al rubio que estaba frente a él, comiendo una galleta—, pero es suficiente… no va a pasar, ya no podemos estar juntos, es todo. —Suspiró, Eddie frunció su ceño y desvío su mirada— ¿Me estás escuchando? —preguntó al ver que no le prestaba atención, el mayor se volvió a verlo con una sonrisa y dio un paso adelante.
El rubio tomó la taza de las manos del co
Jung observó al callado pelinegro a su lado y mordió su labio, él realmente no esperaba estar atrapado en aquella situación, pero ya no había nada que pudiera hacer. Hacía sólo una hora que habían bajado de su avión y ahora estaban en un taxi de camino a la casa que compartirían por una cantidad indefinida de tiempo, Patrick no había dicho nada en todo el camino y él se sentía extremadamente incómodo. En principio había sido el menor quien había tomado la iniciativa de llevar las cosas con calma e intentar hacer todo menos incómodo, pero ahora actuaba de esta manera cada vez que estaban solos. Su silencio hacía que su corazón doliera.—Ya estamos aquí. —El conductor detuvo el auto y ellos se prepararon para bajar.El vendedor de bienes raíces estaba esperándolos en la entrada de la gran casa y ellos se ace
—¿Uhm? —Jung se volvió a ver al más alto y éste esperó a que le respondiera— Lo siento, no estaba escuchando. —Sonrió apenado.—Eso supuse —Patrick rio—, te dije que quizás deberíamos salir y caminar alrededor, ver las casas. Quizás nos topemos con algunos vecinos y... —El timbre sonó, interrumpiendo sus palabras y haciéndolo volverse a la puerta.—&
—Uhm… —Jung se removió en su lugar, apretando sus ojos con pereza antes de bostezar y volver a abrazarse a Patrick.Espera.¿Patrick?El coreano abrió sus ojos de golpe y subió su mirada, apretando sus labios al ver al concentrado pelinegro que miraba el conte
—… no es mi problema lo que hagas o no en ese viaje, Zhang —Mark lanzó varias de las camisas del chino a la espaciosa maleta y volvió a pararse frente al armario del menor.—Pero… Mark… —Jason, que iba de un lado al otro tratando de detener al molesto americano que no se dignaba a mirarlo a la cara, habló en un suspiro mientras éste volvía a arrugar todas sus camisas— ¿Qué se supone que piensas que haré? —preguntó, casi desesperado porque el mayor se volviera a verlo.
—Eso es maravilloso. —La señora Weissman aplaudió al ver que su hijo le enseñaba su alta puntuación en su reporte de historia— ¡Oh, cariño, eres nuestro salvador!—No es así. —El ojeroso Patrick sonrió con vergüenza, reprimiendo un suspiro de alivio.Jung observó desde una de las sillas en el jardín y reprimió una risita, el pelinegro había estado preocupado por lo que pasaría con las calificaciones del hijo de los Weissman luego de que él lo "ayudara" con sus asignaciones; Patrick había pasado noches en vela estudiando sólo para poder enseñarla al chico de una mejor manera, por lo que ahora se veía totalmente exhausto,Jung creía que lo que había hecho era realmente adorable, no sólo porque era para salvar su cubierta, sino porque realmente había estado muy preocupad
Sólo tenía que hacer clic, sólo tenía que reunir todas sus fuerzas y poner su dedo en la maldita cosa… ¡¿Por qué no podía hacerlo?! ¡¿Por qué no podía simplemente hacer un maldito clic?! La furia se acumuló en su cuerpo y terminó por bajar la fina pantalla de su ordenador con gran fuerza, apoyando su rostro entre sus manos y sobándolo, despeinado su cabello en el proceso. Aquella era la segunda semana que Jung y él pasaban en L.A, casi la tercera, sus sospechas sobre los vecinos se habían hecho mucho más grandes al descubrir que el coreano había tenido la razón y las cámaras de seguridad habían sido desactivada con días de anticipación, siendo la ú
—¿Puedo tomar su orden? —El elegante mesero se acercó a ellos y ambos se volvieron a verlo.Jung ordenó por los dos luego de que él le dijera que comería cualquier cosa y el coreano decidió escoger dos platillos cuyos nombres no podía entender, quedándose a la expectativa y esperando por lo mejor luego de que aquel hombre se fuera. Patrick tomó un gran respiro y decidió que intentaría llevar aquella noche de la mejor manera, a pesar de sentirse totalmente descompuesto y destrozado, él intentaría, por todos los medios, hacer que el mayor tuviera un buen rato. Que él se sintiera como la mierda no obligaba al mayor a estar de esa forma también. Él no quería eso.—Oh, vaya... Venir aquí fue una mala idea —Jung observó el plato con una porción mínima de algo que no podía reconocer y que
××Tres años atrás××—No creo que… —Thomas negó con su cabeza, poniendo una mano en el pecho de su amigo mientras lo veía con preocupación.—No puedes hacer nada para detenerme, Thom —Patrick aseguró, acomodando su chaleco antibalas y guardando su pistola en su arnés luego de revisar sus municiones.
Último capítulo