—¡Es un hermoso cachorro! ¿No lo crees? —exclamó Cloe acariciando al pequeño que había rescatado del antiguo territorio de Dion. Nadie supo qué nombre llevaba antes, así que la médica lo llamó Aarón. —¿En verdad has decidido quedártelo? —le preguntó Adrián, quien había regresado a Áurea para instal
***** —¡Finalmente podemos ver esa barriga! —exclamó Cloe, observando el vientre de Kallen que había crecido, quien acababa de cumplir los ocho meses de embarazo. Ambas se hallaban en el dispensario y la médica terminó de hacerle un examen físico para cerciorarse de que todo estuviera bien. —¿Recu
—Me gustaría verlo en ese aspecto. Es un cachorro muy hermoso, estoy segura de que también lo será en su forma humana. ***** [Seis años más tarde…] —Así que Yarden no encaja con los niños humanos —resaltó Dannon, luego de escuchar la historia de Izan. Ambos se encontraban en el estudio y charlaba
Habían transcurrido varios años y en Áurea reinaba la calma. Nada amenazaba la paz y la tranquilidad que Dannon había logrado establecer en el bosque. La manada vivía en armonía al igual que los animales silvestres y gozaban de una naturaleza equilibrada y agradable. Cierta mañana había caído la pr
Cuando terminaron de entrenar, Elijah guardó su espada y se dispuso a conversar con Arthur. Por otro lado, Aarón se aproximó a Zaida corriendo, quien se puso de pie y comenzaron a charlar entre ellos. Yarden, por su parte, se mantuvo quieto en su posición, observando desde la distancia a Zaida y Aar
—¿Porqué estás tan callado? —preguntó Zaida, creyendo que Yarden seguía caminando cerca de ella. Sin embargo, tras mirar a su costado, se percató de que lo había dejado muy atrás—. ¡Yarden! —exclamó y retrocedió de nuevo hasta él—. ¿Qué pasa? ¿Porqué te quedaste quieto? —Ah… —el híbrido salió de su
***** Al siguiente día, Yarden fue el primero en llegar a la zona de entrenamiento. Como Arthur tampoco había llegado aún, se dispuso a caminar por los alrededores. De pronto, escuchó que unos pasos se acercaban y los dueños de dichos pasos se aproximaban conversando. Rápidamente reconoció sus voc
Aarón pestañeó repetidamente, contemplándolo desconcertado. —¿Es así como lo ves? ¿Crees que es una especie de juego para mí? —cuestionó. —No puedo verlo de otra manera, ya que tú no has sido del todo honesto conmigo, así que solo me toca sacar mis propias conclusiones —replicó—. Al parecer te div