Los tres que han sido nombrados, además de Kallen, estaban presente y escuchaban atentamente las explicaciones de Dannon dentro de su estudio. —Magnus atacará al flanco derecho. Debes encargarte de todos los centinelas, guardias y guerreros que encuentres rondando la zona. Elimínalos a todos pues n
—Tú no harás nada. Te quedarás aquí y no te moverás bajo ninguna circunstancia. —Alfa, ¿de qué habrá servido adueñarme de los poderes de Minerva si no puedo hacer nada para proteger al Clan? —Lo hiciste para que esos poderes no te mataran, no para poner tu vida en riesgo de esa manera —refunfuñó—.
Luego de haber derribado a los dos centinelas, un miembro del escuadrón de Dannon fue asignado para liquidar a todos los caídos, pues el Alfa no deseaba llevar prisioneros. Una vez que el escuadrón avanzó, empezaron a dispersarse. Buscaban a otros centinelas que controlaran la zona, generalmente se
El centinela se vio en un aprieto y, en cierto modo, Magnus también lo estaba. No podía dejar que el centinela permaneciera con vida, pese a que llevara a un cachorro consigo. "No quiero prisioneros, mátenlos a todos", recordó las palabras del albino. El guerrero que se había colocado detrás del c
En ese instante, empezó a correr más rápido a pesar de su herida. En ciertos minutos, cerraba los ojos para aclarar su visión que se tornaba borrosa, a lo que terminó colisionando fuertemente contra el cuerpo de un guerrero del escuadrón de Magnus. Ambos rodaron en el suelo, pero el guerrero se lev
La luz tenue empezó a ingresar ligeramente por las rendijas de las ventanas cerradas. Había comenzado a amanecer y el Alfa Nahuel no había pegado el ojo en toda la noche. Estaba sentado detrás de su escritorio, el cual se hallaba dentro de su propia habitación, en lo que terminaba de analizar un mon
—El padre del Alfa Dannon asesinó a toda mi manada y yo prometí ante sus cenizas que me vengaría, haciendo desaparecer a todo el Clan Mordou. Nada ni nadie me hará olvidar esa promesa —declaró. —Más te vale, Andrómeda. Por tu bien —agregó. Repentinamente, cierto sonido llamó la atención de los tre
Nahuel se sorprendió tanto con su transformación que perdió la concentración y terminó siendo derribado. El líder de los Ginebra cayó al suelo dolorosamente, a lo que Dannon se situó por encima de éste para subyugarlo. —¿Esto es todo lo que tienes? —se mofó y Nahuel solo pudo mirarlo aturdido. —¡A