Los párpados de Kallen se despegaron con lentitud y sus pupilas se encontraron con la total oscuridad. De pronto, la misma se fue disipando, hasta que pudo ver con claridad a la mujer que había visto antes, quien tenía unos grilletes en las muñecas y las cadenas se adherían al suelo. En ese momento
Habían transcurrido cuatro horas desde la batalla que se desató en la frontera entre el Clan Mordou y los Ginebra. El área de combate quedó destruida debido al descontrol de los poderes de Kallen y los lobos enemigos que estaban en un estado inconsciente a causa del dardo tranquilizante de Adrián fu
Emilse tomó unas gasas, algodones y alcohol, además de otros medicamentos para tratar heridas. Le había dicho a Izan que lo curaría, así que se armó de instrumentos antes de entrar. Minutos más tarde, abrió la puerta de la oficina e ingresó al pequeño cuarto, viendo al Beta con su apariencia humana
El cuerpo de Serena fue llevado al santuario para realizar los preparativos del ritual de entierro. En las manos de Dannon estaba llevar a cabo la ceremonia de sepultura de la sacerdotisa, pues él era el Alfa y tenía que despedirla de la manera más honrada posible. Sin embargo, antes de dirigirse a
—Yo… conseguí hablar con Minerva —expuso de repente, incorporando la cabeza para mirarlo de frente—. Una parte de su alma está encerrada dentro de mí. En ese momento, la híbrida le comentó todo lo que había platicado con la exsacerdotisa y sobre el acuerdo al que habían llegado. —Entonces… Minerva
Dannon se quedó mirándola por un rato, para luego llevar la vista a la nada, tornándose pensativo. —Mi padre y Serena acabaron con la manada de Andrómeda creyendo que era lo correcto, pero ella se les escapó y vivió alimentando su odio y sus deseos de venganza en contra de los Mordou. Serena selló
—¿La ha recuperado de la zona de combate? —Sí. Creí que Nahuel se la llevaría, pero la encontré tirada. Supongo que la perdió cuando los poderes de Minerva se descontrolaron. —Minerva dijo que sería mi guía, así que estoy segura de que me haré dueña de sus poderes en poco tiempo. Y, cuando eso suc
—¿Qué sucede? ¿A dónde van? —les preguntó Emilse a las que iban marchándose. —La sacerdotisa de Áurea ha fallecido, se llevará a cabo la ceremonia de sepultura en el santuario —expuso, para luego seguir su camino. Al oír esto, Izan cerró los párpados y exhaló con pesadez. —Una tragedia tras otra,