La híbrida no dejaba de avanzar hacia Andrómeda, a lo que ella se vio obligada a retroceder. —¡N-No te acerques más! —exclamó, lanzando su poder oscuro, el cual chocó contra una esfera de energía que rodeaba a Kallen. La sangre de la rubia se congeló todavía más al ver que su magia ne-gra no tenía
—¿Qué? —el Alfa la escrutó con el ceño fruncido—. ¡Eso no es verdad! ¡Solo quieres manipularme para que la detenga! —¡Sé razonable, Dannon! ¡Lo estás viendo por ti mismo! —señaló a la híbrida—. ¡Ni siquiera está consciente de lo que hace, esos poderes son los que la están controlando! Dannon incru
Andrómeda atravesó el territorio de Áurea, corriendo de manera veloz y sin mirar atrás. Estaba en su forma lobuna y procuró ignorar las heridas que tenía en su cuerpo o no podría dar un paso debido al dolor que le provocaban. Después de largos minutos, se desplazó hasta cierto lugar cerca de la fro
—¡Magnus! —pronunció Izan y el guerrero asintió con la cabeza pues había comprendido su plan. Usarían la técnica de distracción que los lobos acostumbraban usar para cazar a una presa difícil. En este caso, el tiempo les jugaba en contra. Debían ser los más rápidos posible antes de que Andrómeda se
La mujer tomó su forma lobuna con la intención de llevar a cabo su veloz huida; sin embargo, Izan se lanzó hacia ella y la embistió impetuosamente, a lo que el cuerpo de Andrómeda colisionó con fuerza contra uno de los árboles. Tal suceso hizo que perdiera el conocimiento y el maná que había despren
—La criatura está en perfecto estado —expuso Cloe después de examinar a Kallen. La híbrida estaba recostada en la alcoba principal, mientras era rodeada por Dannon y Serena. El Alfa había llamado inmediatamente a la médica para que se cerciorara de que el bebé no había sufrido ningún daño durante el
—Lo hice en una ocasión, pero fue diferente. En mi caso, eliminé algunos recuerdos de su memoria, no los oculté como sucedió con Dannon. Eso significa que dicho individuo jamás podrá recuperar lo que borré. —¿Qué tipo de efectos tuvo? —agregó la médica. —Ninguno. No eran recuerdos que alteraran su
Dannon caminó despacio para no espantar a ninguna presa que se hallase cerca y vigiló su área atentamente, sin alejarse mucho del grupo con el que había llegado hasta allí. De pronto, notó cierta figura a lo lejos, la cual llamó su atención, pues sabía que no se trataba de uno de los suyos. Se apro