Tanto Izan como Magnus se quedaron congelados por un instante, a lo que el Beta fue el primero en reaccionar. —¡Magnus! —exclamó, sacando al guerrero de su estado atónito. —¡Sí, señor! —entendió de inmediato la orden de Izan sin que tuviera la necesidad de articularlo—. ¡Levántense, guerreros! ¡No
El corazón de Kallen empezó a palpitar con tanta vehemencia que podría jurar que incluso Dannon fue capaz de oírlo. El hecho de pedirle que sea su mate era un acto aún más significativo y valioso que una propuesta de matrimonio. —Alfa —Kallen tomó una de las manos del hombre y lo acercó a su pecho—
—¡Mi cabeza! ¡Argh! ¡Mi cabeza va a estallar! —vociferó frenético. —¡Recuéstese, Alfa! ¡Lo ayudaré a regresar a la cama! —replicó Izan. Sin embargo, Dannon permaneció rígido, con una mano pegada en cada lado de su tez. Por esa razón, fue difícil levantarlo. En ese momento, Kallen se posicionó en c
El Alfa la miró con los ojos expandidos, sorprendido por lo que acababa de decir recientemente. No le había dicho aún que Débora había echado una maldición sobre él, así que ¿cómo lo supo? —¿A qué te refieres? —cuestionó él, intrigado. La híbrida no dijo nada más, sino que alejó su mano del pecho
—¿Alfa? —pronunció él—. ¿Se encuentra bien? —No —contestó con un tono de enfado. —¿Se siente adolorido? ¿Lo está atacando la migraña? —No se trata de eso —refutó. Guardó silencio por un momento, tornándose pensativo. Luego, procedió a hablar nuevamente—. Cuando estábamos en el mundo humano, me pr
Los presentes escucharon atentamente la explicación que Dannon les estaba dando acerca de su estado. —Pero ¿qué es exactamente lo que esa loba quiere de ti? —agregó Adrián—. ¿Porqué te maldijo? Digo, es evidente que el odio fue lo que la incentivó, pero ¿cuál es la razón de ese odio? —Débora es un
—¿Cómo dices? —Dannon lo miró aún más descolocado. —Hay una leyenda en el mundo humano, la cual afirma que, cuando un hombre es mordido por un lobo, puede transformarse en uno —aseveró—. La existencia de los licántropos resultó ser cierta, así que asumo que esto también lo es. Dannon se quedó escr
En lo que Dannon y Kallen se dirigían al santuario de Áurea, Izan permaneció sentado en el estudio y se dedicó a releer los informes acerca de la persecución de Débora para cerciorarse de que ningún detalle relevante haya pasado desapercibido. Media hora después, escuchó que alguien tocó la puerta.