—Usted habla como si fuese alguien muy estricto, pero lo he visto relacionarse con cachorros en varias ocasiones y es el ser más dulce cuando está con ellos. —Bueno, no todo se trata de reglas. A decir verdad, no quiero... ser como mi padre, quien fue realmente duro conmigo —indicó—. Los cachorros
Ya era de noche cuando Dannon y Kallen retornaron a la casa y vieron que Izan y Emilse ya habían regresado antes que ellos. Se dirigieron a los pasillos para entrar a sus respectivos cuartos, pero Dannon no quiso que Kallen se separara de él. —Tomaré un baño y luego iré a su habitación. ¿Le parece
—Alfa, esto… esto es… —todos sus pensamientos se enredaron en su mente y no pudo formar una frase en concreto. —Kallen —Dannon colocó un mechón de cabello castaño detrás de la oreja de la híbrida—. No pretendo forzarte. Si no quieres que te toque, solo dímelo y me detendré. Ella se mantuvo en sile
—¿Qué haces? —preguntó en tono divertido, a lo que la híbrida dio un respingo. —S-Solo… solo estoy… —se restregó las manos—. Creo que… he subido de peso… —dijo, mirando nuevamente su reflejo. —¿Eso es algo malo? —dio unos pasos hacia ella y la abrazó por detrás, colocando la barbilla sobre el homb
Kallen permaneció inmóvil durante unos segundos, observándolo perpleja. —¿Q-Qué? —soltó a duras penas—. ¿Usted está… hablando en serio? Dannon se acercó aún más para deshacerse de los pocos centímetros que los separaba, a lo que Kallen retrocedió por instinto. El Alfa siguió avanzando hasta que, f
Había tanto que decir, pero las palabras no bastaban para expresar todo el amor que le profesaba. Tenía entre sus brazos al hombre que siempre había deseado, pero esta vez era diferente, pues Kallen ya estaba consciente de lo que Dannon sentía por ella. Ahora, le tocaba a la híbrida ser honesta. Tr
Dannon expandió los ojos, mirando a Kallen con un evidente asombro. Sintió la euforia recorrer por sus venas y esparcirse por todo su sistema. Las comisuras de sus labios se extendieron automáticamente y la envolvió en un fuerte abrazo. —Kallen, tú... tú de verdad... —no fue capaz de formar una fra
—No puedo… hacer ninguna promesa ahora —repuso Dannon y se levantó de la cama. —¿Alfa? —Kallen se incorporó—. ¿Lo que le pido es demasiado para usted? —No es eso. Simplemente… aún no sé si marcaré a Débora. No lo he decidido. —Pero tiene que hacerlo —insistió la híbrida, a lo que Dannon fijó sus