Adrián salió y la puerta se cerró. Las palabras de Dannon fueron ignoradas. ***** Luego de que Kallen escuchara el aullido del Alfa, quedó bastante obnubilada. ¿Porqué sonó tan escalofriante? ¿Acaso Dannon estaba en problemas? Rápidamente, expulsó esos pensamientos de su cabeza. «El Alfa es pode
Hacia dos meses atrás, cuando Kallen llegó a la casa con Emilse después del accidente, no pudo evitar observar atentamente a su alrededor, pues unos cuadros que estaban suspendidos en las paredes atraparon su mirada. —¿Porqué tiene… tanto de estos cuadros? —cuestionó ella con inquietud, pues los li
En ese instante, él la tomó de la muñeca con firmeza. —¿Por qué me estás tocando? —refunfuñó—. ¿También eres un pervertido? Como Kallen tenía puesto el traje de bioseguridad, Dannon pensó que se trataba de Adrián. La híbrida se aclaró la garganta y trató de distorsionar la voz tanto como pudiese,
Sin embargo, la razón por la que Dannon no la reconoció fue por el hecho de tener la mente obnubilada por enfocarse en el dolor de su pierna y el odio profundo hacia los humanos que lo tenían encadenado. Luego de que Kallen le comentara a Adrián sobre el estado de Dannon, se dirigió a su cuarto y s
Los lobos guerreros se demoraron un poco en reconocer a Kallen. Como no desprendía ningún aroma, quedaron bastante confundidos. —Alfa… —pronunció el lobo que había sido arrojado lejos de la híbrida. Éste se enderezó e inclinó la cabeza. Su nombre era Magnus y fue el que lideró la búsqueda del albin
—Ya no pertenezco al Clan Mordou, me he ido para siempre. —Basta, Kallen. No agotes mi paciencia. Sabes perfectamente que no tolero la rebeldía. —Precisamente porque lo conozco bien, sé lo que me espera si voy con usted. No deseo renunciar a una vida tranquila y feliz en el mundo humano para acaba
Adrián se mantuvo callado por un instante, aceptando su destino. —Quizás lo que te hice fue indignante para ti, pero morir en las garras de un licántropo, aunque sea la muerte más cruel que pudiese imaginar, será un gran honor para mí. Sin embargo… —dirigió la mirada hacia Emilse—. Mi hija no tiene
—¿Inocente? —la miró ceñudo—. ¿Inocente llamas a estos criminales? ¡Tú misma has visto lo que me han hecho! —Alfa —articuló Magnus—. Es probable que Kallen haya dado información acerca de nosotros a estas personas. Quizás fue ella quien reveló nuestra existencia y conspiró contra usted. Por esa raz