Manzanares- Colombia.
Rosario, terminaba su jornada laboral despidiendo a todos sus niños de la clase. Era maestra de una escuela, desde hacía quince años. Les tenía a los pequeños mucho cariño. Trataba de llenar el enorme vacío que tenía su corazón por su hijo muerto, un niño al que nunca conoció, pues su prima se había encargado de darle sepultura, mientras ella se recuperaba de una terrible infección uterina, que casi la llevó a la muerte.
Observa a esos pequeños y se preguntaba: ¿Cómo hubiera sido su niño? Cuando salía de la escuela rumbo a su trabajo, observaba en cada joven y se imaginaba a su hijo, quien si viviera tuviera alrededor de veinte y cinco años.
Solía recorrer las calles adoquinas del centro histórico de la ciudad, rodeada de casitas que evocaban la época colonial. Ella vivía en una modesta y antigua edificación del siglo pasado. Rentaba un pequeño departamento dentro de la vivien
Ahora sabemos el triste y cruel pasado de Rosario. ¿Están disfrutando de este libro?
Días después Joaquín y Andrea, viajaron a Estados Unidos, ella ingresó de forma legal, y en un año podía conseguir la residencia si permanecía casada con Joaquín. Quedó impresionada al conocer la gran ciudad de New York, esa noche Andrea tuvo que dormir en el departamento de que ahora esposo, esperaba conseguir trabajo antes de que se le notara el embarazo y nadie quisiera contratarla. Joaquín, en cambio, no sabía cómo lo iba a recibir María Paz, lo más lógico era que no quería saber nada de él, durante un mes había tratado de comunicarse con ella y el celular enviaba a buzón. Al día siguiente se dirigió a la casa de María Paz, en el pretexto de siempre, visitar a Santiago. Le pidió a Andrea, que no abriera la puerta a nadie, que no saliera. Él bajó al estacionamiento encendió su Lamborghini y se encaminó a casa de su gran amor. Estaba nervioso, ansioso por verla, el menor de los hermanos Duque también estaba enamo
Provincia de Alajuela- Costa Rica. A catorce kilómetros del aeropuerto internacional Juan Santamaría, estaba ubicado el campus universitario de una de las más prestigiosas escuelas de negocios de América Latina. Carlos Mario Duque, decidió alejarse de Colombia por unos días. Necesitaba encontrar algo que tuviera su mente entretenida. La mejor terapia para él: los estudios; es así que decidió inscribirse en un seminario de: Liderazgo Latinoamericano; para sus fines políticos era lo que mejor se adaptaba a sus requerimientos profesionales. En el auto observaba el paisaje con melancolía. La hermosa naturaleza que rodeaba el campus, le daba algo de desasosiego a su alma atormentada. Lo que sí detestaba era tener que compartir la residencia por esos días con otras personas. Aunque estaba acostumbrado a eso; su adolescencia la vivió en un internado, en Harvard fue residente y en Costa Rica, el m
El exquisito sabor del mar se hacía presente en el delicioso ceviche de camarón y corvina que les brindaban como aperitivo en la hora del almuerzo. Mientras el coqueteo de Viviana era cada vez más evidente, Carlos decidió dejarse engalanar y seguirle el juego a aquella mujer. Necesitaba desahogarse, olvidarse por un momento del recuerdo de Elizabeth, pensó que dejándose seducir de aquella mujer lo lograría. Los chicharrones y frijoles agudizaron los sentidos de los comensales, quienes al tan solo percibir el exquisito olor que emanaba el humo de aquella preparación, se les hacía agua la boca por probar el delicioso plato típico de la región, el tradicional chifrijo. Viviana volvió a darle de comer a Carlos en la boca sosteniendo en su tenedor un pedazo de chicharrón de cerdo. Así entre risas por parte de ella, miradas de complicidad con su amiga Pamela, quién tampoco iba a perder la oportunidad de pasar la noche con el atract
Manizales - Colombia.Carlos arribó al aeropuerto de la ciudad. Un chófer enviado por la asistente ya lo estaba esperando.—Doctor buenas tardes —saludó el joven ayudándolo con el equipaje.—Hola, Esteban. ¿Mi papá está en la empresa?—No, el doctor Miguel, se encuentra en la hacienda, recuerde que hoy es el aniversario de la muerte de la señora Luisa Fernanda.Carlos, había olvidado por completo aquella fecha, se llevó las manos a la cabeza, contrariado, necesitaba hablar con su padre e informarle todo lo que estaba sucediendo con su hermano menor.—Esteban, llévame a la finca —solicitó, la tristeza lo embargó a él también, por lo general no hablaba de la muerte de su madrastra; pero aquel inci
Aquel día amanecía con un buen clima, el sol irradiaba en lo alto. Carlos, con las manos en los bolsillos caminaba en medio de las tantas sepulturas del cementerio con tristeza; llegó frente al pabellón donde Elizabeth, estaba enterrada; se sorprendió al ver la tumba vacía, desesperado se acercó a uno de los guardias.—Por favor necesito saber dónde está enterrada Elizabeth Trujillo, su sepulcro está vació —comentó angustiado.—Venga conmigo —indicó el guardia.Carlos lo siguió de repente el cementerio se transformó en un hermoso jardín rodeado de orquídeas de muchos colores, el canto de las aves armonizaba el ambiente, entonces en el suelo estaba la fría lápida con el hombre de ella. Se inclinó confundido no entendía el cambio; sin embargo, coloc
Nordeste Antioqueño- Colombia. Siete años muerto en vida, sin saber nada de su familia. Aquel hombre secuestrado por la guerrilla, recordó el momento en el cual se despidió de su esposa e hija y partió a aquella misión en donde guerrilleros trataban de tomarse el cuartel de policía antinarcóticos. Una verdadera batalla campal se había formado entre miembros de la policía y miembros de los grupos subversivos, lanzaron más cinco cilindros bomba destruyendo la base por completo los tenían rodeados, reteniéndolo a él y a varios compañeros policías más. Como si fueran animales los enjaularon llenos de alambres de púas; les colocaron cadenas de ciento seis eslabones en el cuello y no conformes con eso cada día cavaban frente a sus ojos una tumba, torturándoles psicológicamente, pues no sabían si al día siguiente permanecerían con vida. Cuatro veces le había dado paludismo; pero las ganas d
Manizales - Colombia. Francisco Mondragón, recorría la capital, con dirección a la casa de su progenitora. Estacionó su auto frente al modesto edificio en donde residía su madre, sacó varias bolsas del vehículo, tocó el timbre y de inmediato su hermana menor salió a recibirlo. —Francisco, hermanito —exclamó la joven de estatura mediana, ojos y cabello negros, piel trigueña. —Hola —saludó con un beso en la frente a la joven, ambos caminaron hacia el ascensor subiendo hasta el tercer piso, mientras la madre de Mondragón, terminaba de coser el elegante traje que le había confeccionado a su hijo. —Buenos días, mamá —saludó Francisco con un beso en la mejilla, mientras ella terminaba de cortar unos hilos del elegante pantalón de casimir. —Mijito —expresó con cariño la señora. —Mamá, aquí te traje unas cosas del supermerc
María Paz llegó en horas de la mañana y fue directo al consorcio de la familia de su novio, conoció a su suegro quién la recibió con alegría, y mientras le daba un recorrido por la empresa apareció Carlos, quien cuando la vio sintió gran envidia de su hermano, al ver que aquella muchacha se había venido de Estados Unidos a buscarlo. Entonces planificó un malvado plan para separar a la joven de Joaquín, llamó a la hacienda y pidió a uno de sus hombres de confianza que drogara al joven, y organizaran una fiesta con música, licor y mujeres. Cuando Miguel y María Paz, llegaron a la hacienda se llevaron una gran decepción al ver a Joaquín, besándose sin ningún reparo con una mujer, y para ahondar su situación estaba drogado. María Paz se sintió muy decepcionada de su novio, mientras Miguel, despedía a toda esa gente y pedía a los trabajadores de la hacienda que lo ayudaran a llevar a Joaquín, al vehículo para trasladarlo de nuevo