Aquel día amanecía con un buen clima, el sol irradiaba en lo alto. Carlos, con las manos en los bolsillos caminaba en medio de las tantas sepulturas del cementerio con tristeza; llegó frente al pabellón donde Elizabeth, estaba enterrada; se sorprendió al ver la tumba vacía, desesperado se acercó a uno de los guardias.
—Por favor necesito saber dónde está enterrada Elizabeth Trujillo, su sepulcro está vació —comentó angustiado.
—Venga conmigo —indicó el guardia.
Carlos lo siguió de repente el cementerio se transformó en un hermoso jardín rodeado de orquídeas de muchos colores, el canto de las aves armonizaba el ambiente, entonces en el suelo estaba la fría lápida con el hombre de ella. Se inclinó confundido no entendía el cambio; sin embargo, coloc
Nordeste Antioqueño- Colombia. Siete años muerto en vida, sin saber nada de su familia. Aquel hombre secuestrado por la guerrilla, recordó el momento en el cual se despidió de su esposa e hija y partió a aquella misión en donde guerrilleros trataban de tomarse el cuartel de policía antinarcóticos. Una verdadera batalla campal se había formado entre miembros de la policía y miembros de los grupos subversivos, lanzaron más cinco cilindros bomba destruyendo la base por completo los tenían rodeados, reteniéndolo a él y a varios compañeros policías más. Como si fueran animales los enjaularon llenos de alambres de púas; les colocaron cadenas de ciento seis eslabones en el cuello y no conformes con eso cada día cavaban frente a sus ojos una tumba, torturándoles psicológicamente, pues no sabían si al día siguiente permanecerían con vida. Cuatro veces le había dado paludismo; pero las ganas d
Manizales - Colombia. Francisco Mondragón, recorría la capital, con dirección a la casa de su progenitora. Estacionó su auto frente al modesto edificio en donde residía su madre, sacó varias bolsas del vehículo, tocó el timbre y de inmediato su hermana menor salió a recibirlo. —Francisco, hermanito —exclamó la joven de estatura mediana, ojos y cabello negros, piel trigueña. —Hola —saludó con un beso en la frente a la joven, ambos caminaron hacia el ascensor subiendo hasta el tercer piso, mientras la madre de Mondragón, terminaba de coser el elegante traje que le había confeccionado a su hijo. —Buenos días, mamá —saludó Francisco con un beso en la mejilla, mientras ella terminaba de cortar unos hilos del elegante pantalón de casimir. —Mijito —expresó con cariño la señora. —Mamá, aquí te traje unas cosas del supermerc
María Paz llegó en horas de la mañana y fue directo al consorcio de la familia de su novio, conoció a su suegro quién la recibió con alegría, y mientras le daba un recorrido por la empresa apareció Carlos, quien cuando la vio sintió gran envidia de su hermano, al ver que aquella muchacha se había venido de Estados Unidos a buscarlo. Entonces planificó un malvado plan para separar a la joven de Joaquín, llamó a la hacienda y pidió a uno de sus hombres de confianza que drogara al joven, y organizaran una fiesta con música, licor y mujeres. Cuando Miguel y María Paz, llegaron a la hacienda se llevaron una gran decepción al ver a Joaquín, besándose sin ningún reparo con una mujer, y para ahondar su situación estaba drogado. María Paz se sintió muy decepcionada de su novio, mientras Miguel, despedía a toda esa gente y pedía a los trabajadores de la hacienda que lo ayudaran a llevar a Joaquín, al vehículo para trasladarlo de nuevo
Mientras Analía seguía describiendo a Carlos, impresionada por su presencia. Elizabeth, no sabía qué hacer. María Paz, al verla tan angustiada se dirigió a su asistente. —Es mi cuñado Carlos. Hazlo pasar cuando yo te indique, por el momento invítale un café, entretenlo por favor —ordenó María Paz. — ¿Su cuñado?, ¿Ese hombre tan guapo es hermano de su novio? ¿Es soltero? —indagó la joven, mientras Elizabeth, fijaba su mirada llena de seriedad en la asistente de María Paz. —Son demasiadas preguntas Analía —expresó la joven Vidal—. Haz, lo que te ordené. Analía obedeció, y se dirigió hacia donde Carlos, estaba parado observando la ciudad por los grandes ventanales, muy elegante con su traje de diseñador, y esa presencia tan imponente que él tenía, la joven al verlo suspiró: —Doctor Duque, la señorita María Paz, lo atiende en unos minutos. ¿Desea tomar algo? —Sonrió la much
María Paz, enseguida fue hasta el baño, en donde Elizabeth, se ahogaba en llanto, abrió la puerta y la abrazó. —Lamento mucho que hayas escuchado todo eso —declaró. —Parece que se enamoró de ti y yo ya no significo nada en su vida — comentó con bastante tristeza Ely. —¡Estás loca! —exclamó María Paz. —¿No lo escuchaste cuando habló de ti? ¿No viste como le cambió la mirada? —cuestionó—. Yo que no lo conozco bien, me pude dar cuenta que sigue enamorado de ti y que tu muerte le ha afectado mucho. —No me va a perdonar... ¡Lo perdí! —gimoteó Ely con desespero. María Paz la tomó del rostro e hizo que la mirara directo a los ojos. —Me estas decepcionando... ¿En dónde está la mujer valiente que tuvo que fingir su muerte por salvar a su hijo? —inquirió—. Viniste a este país sola y mira todo lo que has logrado... ¿Te vas a dar por vencida sin luchar?
New York – Usa. En medio de los grandes rascacielos de la gran ciudad, en la zona comercial y financiera, en las oficinas del Consorcio colombiano de café: Alma mía, una importante reunión se llevaba a cabo. —Mira pues, Carlos Mario vos en las estadísticas sos uno de los candidatos fuertes para el senado, pero… El asesor se quedó en silencio. —¿Pero qué Mondragón? —Todos tus contrincantes son hombres de familia, eso llama la atención pues, la gente tiene la idea que un casado, es más responsable que un soltero. —¿Mondragón vos estás queriendo decir que tengo que casarme? —Yo no lo hubiera querido mencionar de esa forma Carlos, pero así es. —¡Te volviste loco pues! ¿De dónde voy a conseguir esposa? En eso la imagen de María Paz se le vino a la mente
Manizales - Colombia Meses después. La capital del departamento de Caldas amanecía resplandeciente, con un sol brillante en lo alto del firmamento. La doctora Daniela Robledo, terminaba de arreglar su cabello que ese día lo llevaba recogido, revisaba su atuendo: Un elegante vestido azul turquesa que cubría de manera discreta y elegante sus curvas, el retal de corte recto le llegaba más arriba de la rodilla, y los combinaba con stilettos color negro. Tomó su chaqueta del mismo tono del vestido cubrió sus hombros con ella, cogió en sus manos su portafolio de cuero, volvió a revisar el expediente del caso que aquella mañana tenía en el juzgado de la niñez, se colocó cartera en su codo y con su elegante caminar, segura de sí misma, salió de su habitación. Su esposo el ingeniero Córdova, la esperaba en el gran comedor de la casa. —Mi prin
New York- Usa.Semanas después.En las oficinas del consorcio cafetalero Alma Mía, Carlos otra vez reunido con Mondragón, escuchaba atento las sugerencias que éste le hacía.—El lema de nuestra campaña será la integración familiar, devolver los valores que se están perdiendo, para eso también es necesario que vos tengas una esposa y un hijo.Carlos de inmediato observó al asesor como si estuviera loco.—Vos me querés decir que aparte de casarme... ¿Tengo que embarazar a mi esposa?—Yo no lo quise expresar de esa forma, pero así es.Carlos Mario negó con la cabeza, resopló, y suspiró profundo, su mirada se ensombreció al momento que la imagen de la &uacut