HOMBRE 1. Capítulo 7.
Yelena calló al darse cuenta que no tenía forma de hacerle entender lo que ella experimentaba al estar cerca de bestias o demonios, sin narrarle los episodios trágicos que había vivido con ellos.
A ese sujeto no lo conocía de nada y si estaba relacionado con los seres que asesinaron a su padre, no confiaría en él.
El hombre la observó con curiosidad.
—¿A qué te refieres con que no me presientes?
—Mejor olvídalo —dijo nerviosa e intentó abrir la puerta, pero esta no cedió—. Déjame ir, ya tienes lo que querías.
Comenzó a forcejear, sacudiendo el pomo para romper la cerradura.
Él la tomó por los hombros y aplicó un poco de fuerza para girarla y estamparla contra la madera, golpeando con un puño junto a su cabeza y mostrándole los dientes.
Por esa proximidad, ella notó que sus colmillos eran más grandes de lo normal.
Yelena se asustó y dejó caer al suelo las botas y la parka. El rostro duro del hombre, marcado por facciones varoniles y cicatrices, se hallaba a poca distancia del de ella.