En la boda de Jabel y Gaia no hubo necesidad de decir que había sido ella la que donó la boda a las hermanas porque era la única persona extraña a la familia. Desde que Alec y ella entraron a la iglesia y se sentaron del lado de los invitados de la novia fueron objeto de miradas y susurros entre los invitados a la boda.―Creen que yo era el novio ―le susurró Alec al oído en inglés.El griego de Emma, aunque era bueno, le costaba entender más cuando las personas hablaban muy rápido o en un tono de voz bajo.―¿Y el motivo por el cual no nos casamos? ―preguntó ella en el mismo tono e idioma.―Hay especulaciones de todo tipo, desde una pelea de enamorados hasta que mi familia se opusiera a la boda porque soy un Christakos. Y como somos ricos y caprichosos no nos importa tirar el dinero, en nuestra defensa dicen que al menos fuimos los bastantes sensatos como donar la boda a las hermanas.Emma sonrió.―Espera... hay alguien cuyo sobrino trabajará en la recepción del hotel y dice que no soy
Alec y Emma salieron de la consulta médica como dos perros apaleados. Ni siquiera se miraron a la cara hasta montarse en el coche.―¡Es tu culpa! Dios mío, Alec. ¿No puedes engendrar otra cosa que no sean gemelos?―No sé, solo he tenido hijos contigo.―¿Sabes lo terrible que fueron esos primeros meses?―Esta vez no estarás sola, yo estaré contigo.―Antes tampoco estaba sola, papá y mamá estuvieron conmigo, ahora estaré en la isla y tú te irás a trabajar.―El segundo piso de la casa será totalmente nuestro, le habilitaremos lo que era el apartamento de Aristo a tus padres para que pasen contigo el tiempo que quieran, no estarás sola, te lo prometo, esta vez será diferente―Sam tendrá un solo bebé, y yo tendré dos de nuevo.―Me haré la vasectomía.―¿Me lo prometes?―Sí, antes de que nazcan estos bebés me la haré.―Bien, porque te juro que si no cumples nunca más me tocarás.Cuando llegaron a su casa, las niñas los estaban esperando impacientes por marcharse a la isla y jugar con sus pri
Desde esa primera noche Alec había dormido en la cama de Emma, intentando formar un lazo con su mujer, hacerla sentir segura. Unos días después la actitud de ella había cambiado un poco, se veía relajada y tranquila con el embarazo, disfrutaba de la compañía de la familia Christakos y de sus hijas. Una de las mañanas en las que despertaron temprano y las gemelas aún dormían, Alec la tenía abrazada tipo cucharita, estaban en un cómodo silencio, solo disfrutando del momento, sin embargo, a Alec algo le venía rondando por la mente y pensó que era un buen momento para hablarlo.―Emma. ¿Qué te parece si celebramos la boda por el civil en la isla? Sé que hablamos de hacerla en casa de tus padres, pero ya todas tus pertenecías y la de las niñas están aquí.―Estuve pensando lo mismo, ahora vivimos aquí, ¿para qué trasladarnos solo por la boda?―Hablaré con la organizadora para que se ocupe del servicio de comida y la decoración y yo lo haré del trámite, como será algo sencillo me imagino que
Las dos semanas que faltaban para la boda civil pasaron con rapidez, fue un tiempo de descanso y felicidad para Emma, sus hijas se habían adaptado con maravillosa facilidad a la vida en la isla y a su nueva escuela. Correteaban con sus primas y sus perras por todo lugar, lo que les dio una seguridad y libertad que nunca habían conocido. Durante las noches, Emma se acostumbró a dormir en los brazos Alec, disfrutando de sus caricias, amándose cada noche. Por el día se dedicó a leer y descansar, muchas veces bajo el sol de la mañana o de última hora de la tarde. Samanta le estaba enseñando a cocinar y para su sorpresa se dio cuenta de que lo disfrutaba.Sus padres habían llegado una semana antes de la boda y se instalaron en el antiguo apartamento de Aristo. Debido a que él y Sam se habían mudado al tercer piso, por lo que todo el segundo piso les quedó a ellos.―¡Estás tan bonita y radiante! ―le dijo Elizabeth a su hija.―Gracias, mamá, me siento muy bien.―Estoy feliz de verte tan bien
―Alec y Emma en este momento dirán sus votos ―dijo el juez de Paz.Alec sintió que no había mejor momento para declarar su amor a Emma, por lo que se giró hacia ella y la tomó de ambas manos.Yo, Alec Christakos, te tomo a ti Emma Gardener, como mí legítima esposa, para amarte con todo mi corazón, ―al escuchar sus palabras una lágrima de felicidad rodó por la mejilla de Emma ―apoyarte en cada momento de tu vida y protegerte con cada fibra de mi cuerpo, porque juntos somos unos. Prometo amarte, para bien, porque el mal no existe en ti, en la riqueza o en la pobreza, en prosperidad o en adversidad, prometo amarte hasta que la muerte nos separe porque sé que solo muero podría dejarte. Te amo, Emma ―dijo Alec con voz emocionada.―Yo también te amo, Alec ―susurró Emma antes de decir sus votos. Las lágrimas de felicidad acompañaban su gran sonrisa.―¿Por qué llora mamá? ―le preguntó Emily a Sam con nerviosismo. Su voz apenas fue un susurro que pocas personas escucharon. Amelia también mirab
Alec levantó su brazo para mirar el reloj de su muñeca, Emma había salido hacía dos minutos exactos, se puso en movimiento, era hora de partir.―Alec, ¿ya te vas? ―preguntó Aristo.―¿La idea es fugarse no? ―respondió Alec con una sonrisa.―Sí, pero soy tu gemelo así que te acompaño.Alec giro sus ojos, pero se sintió complacido al escuchar sus palabras.―¿Para dónde van? ―preguntó Sam llegando al lado de ellos.―Alec y Emma se van a fugar y yo voy a acompañarlos ―respondió Aristo.―¿Y Emma? Tengo rato buscándola ―dijo Sam.―Me espera en el muelle ―respondió Alec con paciencia ―No quiero hacerla esperar.―Yo también voy con ustedes ―señaló Sam ―quiero despedirme de Emma.―Menos mal que solo pasaremos una noche fuera ―respondió Alec mirándolos con diversión.Los tres tomaron el mismo camino que había tomado Emma, salieron por la terraza, al llegar a la playa Sam se quitó los zapatos para caminar por la arena. Aunque había otro camino hacia el pequeño muelle por allí era más corto, camin
Los trabajadores que esa noche estaban en la casa Christakos fueron divididos en grupos, los que eran la plantilla regular, los que estaban a cargo de la organizadora, los del servicio de suministro de la comida y los de banda musical. Fueron informados de la situación y de que algunos serían interrogados, estaban sentados en el salón de baile. Algunos durmiendo en el piso del cansancio, sin embargo, la policía no permitió que ninguno se marchara.La organizadora de eventos tenía por costumbre pedir el currículo de cada persona que trabajaría en la casa Christakos con las referencias. Incluyendo a los del servicio de suministro de comidas, al producirse el secuestro entregó toda la información a Alec. Entre Flavián, Aristo y la policía estaban revisando los currículos de cada trabajador, buscando una pista. Alec no tenía cabeza para nada y estaba consolando a sus suegros.―Alguno de ustedes es el responsable del secuestro de mi hermana y les juro que si algo le pasa los haré pagar, no
Acostada en la arena, Emma vio la lancha alejarse y llegar al yate. Se arrastró hasta la orilla de la playa, pensó que si lograba vaciar su estómago sus bebés tendrían alguna posibilidad, así que metió la cabeza en el agua salada y se obligó a tragarla, también a dejar que entrara por su nariz, de esa forma comenzaría a toser y podría vomitar. Su plan surtió efecto, de rodilla comenzó a vomitar con la esperanza de ver las pastillas salir de su estómago, pero por más que miró no pudo ver nada, sentía la sangre correr por sus muslos y eso la desesperó «Por favor, Dios, permite que me encuentren, guíalos en el camino, sé que Alec y toda mi familia me deben estar buscando, dales una oportunidad a mis bebés, por favor, por favor» rezó en silencio.Volvió a la playa y tomó la navaja, a pesar del dolor que sentía, levantó su vestido y puso la navaja entre sus rodillas y con el filo hacia arriba la apretó con estas, con desesperación comenzó a cortar la cuerda, poco a poco fue cediendo hasta