De pronto se me viene la idea más bien la loca idea de ir a casa de su madre, alguna vez vi su dirección el teléfono de Alexander asì que ¿Por qué no ir a mirarla? Ella tiene que saber ¿Dónde rayos esta él?Avanzo hacia mi coche al cual subo enseguida, pongo la ubicación de ese lugar en mi celular por lo que de inmediato me arroga hacia donde tengo que ir.Minutos más tarde…Recién he estacionado el coche cerca de esa casa la cual es hermosa por fuera, me mantengo un momento adentro del vehículo y es que intentar ver a esa señora de la cual ni siquiera sé su nombre eso es porque ninguno de los dos queríamos hablar de tema.Como sea tomo valor para bajar del coche e ir a tocar esa puerta, toco un par de veces hasta que una empleada doméstica me abre.—Sí, ¿Dígame? —esa persona se ve muy dulce lo digo por su manera de contestar.—Eh, lo que pasa es que busco a la señora Praz—sonrio apenada.—Lo siento señorita la señora Paz tiene meses sin venir aquí, salió de viaje con su hijo, es todo
Respiro aliviada en cuanto veo como ese policia sale de la cafetería, me doy la vuelta y sigo mis pasos hacia dentro de la casa de Betty quien me ve sorprendida.— ¿Dónde está? —cuestiono mirando hacia mis alrededores.—Lo siento Brens pero ella se fue por la puerta trasera, dijo que tenía que irse—menciona preocupada.— ¿Pero qué? —me asomo por la ventana y veo como ella sube a un taxi.Salgo casi corriendo sin embargo me doy cuenta de que el piso esta mojado y me detengo, aprieto mis labios para solo guardarme mis preguntas.Ah maldita sea ¿Por qué esto se complica cada vez más? Lo único que quiero saber es que él está bien ¿Por qué se fue?Sin darme cuenta mi frustración se convierte en lagrimas las mismas que vivo sacando desde que lo conocí, a veces quisiera no haberlo conocido nunca pero a veces amo haberlo conocido ya que cada que estoy en sus brazos así como cada que siento su olor me siento feliz.Sonrio al recordar eso, sin embargo la mano de Betty sobre mi hombro me hace
Salgo de ese callejón un poco obscuro, veo hacia los dos lados con el fin de ver hacia donde se fue, justo ahí es cuando veo de lejos como Alexander sube a un auto el cual acelera de prisa, es en ese momento que me doy cuenta de que no puedo hacer nada.Solo rogar al creador de los cielos que él esté bien, aprieto mis ojos ya que siento un dolor inmenso en mi alma, ni siquiera pude decirle que estamos esperando un hijo.Siento mis lágrimas correr una tras otra por mis mejillas, después de eso trago saliva y voy nuevamente hacia mi coche, no puedo seguir en este lugar no pondré en peligro a mi bebé eso no.En mi departamento…Después de un baño caliente me siento más tranquila sin embargo esa mirada con la cual él me miro no la puedo olvidar además de esas palabras “Aléjate de mí” “No me busques” quizá y él ya se olvidó de mi por eso es que me dice eso. Tal vez deba dejar de insistir en decirle sobre este bebe que fue el producto de nuestro amor.Quizá deba olvidarlo aunque por otro la
Me quedo pasmada ante la presencia de Alexander quien me ve con esos ojos hermosos los cuales cada noche aparecen en mis sueños.Sin decir nada solo sigo observando su rostro el cual es diferente debe ser porque se ve más delgado aunque a decir verdad él sigue siendo demasiado guapo.—Mamá—Kenia jala mi pantalón, eso hace que reaccione y voltee a ver a mi hija quien de pronto apunta a Alexander a quien llama “Papá”Claro ella lo conoce debido a que siempre le he hablado de él además siempre le enseñado fotos mías y de su padre juntos.Ay mi niña es tan dulce que solo le sonríe a su papa quien se pone a su altura y la mira fijamente mientras le da esa pelota, Kenia asiente con una sonrisa y toma su juguete para luego irse a jugar.En cuanto a mí no la pierdo de vista así que la sigo con la mirada y no la descuido por nada del mundo.— ¿Me quieres explicar que fue eso? —menciona Alexander quien se pone alado mío.—No hay nada que explicar todo es muy claro—cruzo mis brazos intentando
Actualizacion…Trago saliva a la vez que los veo a los dos. Por favor Brens solo di la verdad mi subconsciente habla.—Brens es mejor que yo me vaya pero recuerda lo que hemos hablado—me regala una mirada de confianza—Por favor dale esto de mi parte a Kenia —me da unas bolsas de regalo.—Muchas gracias Santiago—me despido de él con un beso en la mejilla.Veo de reojo a Alexander y él solo hace una mueca de desagrado.—Con permiso—se va del lugar.—Sera que por fin me puedes atender.Sin decir nada solo ruedo mis ojos a la vez que le llamo a Nieves quien enseguida viene.—Por favor llévalos a la recamara de Kenia —ordeno mientras no le quito la mirada de encima a Alexander.—Si señorita con permiso—ella se va.A decir verdad estoy cansada de guardarme esto, ni siquiera debería ocultarlo sin embargo las circunstancias me han obligado hacerlo, pero ya no más, ya no quiero hacerlo lo único que deseo es ver a mi hija feliz y si hacerla feliz es que conozca a su padre voy hacer todo por e
Siempre desde pequeña he sido diferente a mi hermana siempre me ha gustado ganarme las cosas yo misma, por eso desde hace tiempo me he dispuesto a trabajar en una cafetería, eso al principio a mis abuelos no les agrado pero para nada, sin embargo aún así insistí en estudiar y trabajar. recién he cumplido mis veinte años y recién también me he graduado de mi universidad y eso es por aplicada ya que me exentaron algunos años, a decir verdad me siento rara haberme graduado tan joven. Hoy en este día me encuentro recogiendo algunos papeles que deje pendientes, estoy parada en la recepción ahí sigo hasta que me dan esos papeles, en cuanto tomo l
Han pasado horas desde que él se fue y no dejo de pensar en lo mismo, debo pensar en algo, debo pensar en cómo salir de aquí, así me quedo pensando hasta quedarme dormida. Horas después despierto mi cuello duele ya que dormí algo torcida, me acomodo el cuello y después me levanto de ese tapete y miro a la pequeña ventana que hay en ese cuarto veo como un rayo de sol entra por esa rendija.Ya por fin amaneció debo seguir mi plan debo salir de aquí y evitar que mis abuelos se preocupen por mi culpa.De pronto se escucha como abren la puerta me quedo esperando a ver quién entra y cuando lo hago veo a una ancianita aunque aún se ve fuerte y sana la cual entra con una charola de comida y la cual enseguida me ofrece.No quiero ser grosera pero debo al menos parecer dura para así hacerme ver fuerte.—No quiero
Capítulo 3Maldita sea, hasta cuando me va tener así, del coraje que siento tiro la charola de comida al suelo y después me dirijo al baño, siento mi rostro arder así que sumerjo en el agua fría, eso es tan… refrescante, salgo del baño mientras seco mi rostro y como no hay nada más que hacer en este lugar solo tomo asiento en el sofá que está cerca de la ventana enorme, abro las cortinas y es ahí donde me doy cuenta de que estamos en una hacienda, vaya debí saberlo en cuanto tome el caballo.Miro hacia afuera y veo a Alexander llegar en un BMW último modelo, veo como baja y se quita las gafas de sol, después camina hacia adentro, mientras miro eso no puedo dejar de sentir coraje, sigo viendo como el chófer toma el coche y se lo lleva.Si claro él paseando y yo como una total idiota encerrada no cabe duda de que él se ha convertido en un maldito imbécil, juro que si estás ventanas no tuvieran protección desde hace mucho hubiera intentado e