Siempre desde pequeña he sido diferente a mi hermana siempre me ha gustado ganarme las cosas yo misma, por eso desde hace tiempo me he dispuesto a trabajar en una cafetería, eso al principio a mis abuelos no les agrado pero para nada, sin embargo aún así insistí en estudiar y trabajar.
recién he cumplido mis veinte años y recién también me he graduado de mi universidad y eso es por aplicada ya que me exentaron algunos años, a decir verdad me siento rara haberme graduado tan joven.
Hoy en este día me encuentro recogiendo algunos papeles que deje pendientes, estoy parada en la recepción ahí sigo hasta que me dan esos papeles, en cuanto tomo las hojas, veo mis notas y todas son perfectas así que mientras veo eso sonrío hasta que siento como me arrebatan el papel de las manos.
—¡Ah vaya! pero es mi hermana la ñoña ¿Qué no te ibas de viaje con ese perro?—menciona Zury mi hermana la cual mira a Mango con odio.
Jalo la correa de mango y lo jalo poco a poco hacia mí.
—Zury solo devuélveme esos papeles —menciono mientras pongo mis ojos en blanco.
—Ay toma si no te los doy de seguro vas y chillas con mis abuelos, eres una ñoña tan patética, tan patética como ese perro—menciona mientras se burla de mi con sus amigas.
—Pues al menos yo si estudio, no que tú andas de novio en novio, debería darte vergüenza y deja a mi perro en paz —la miro con desagrado—¿Qué haces aquí? ¿Qué no te habían corrido?
—Aquí trabajo de nuevo tonta yo no necesito estudiar, tengo todo, este trabajo es solo un pasatiempo —deja de sonreír—Para que veas que sin estudios puedo llegar lejos.
—Claro tu pretendiente te acomodo aquí de nuevo ¿No? Me da curiosidad ¿En cuánto tiempo lo votaras después de sacarle todo el dinero que puedas? —la miro con pena.
—Eso a ti no te importa—dice —con disgusto.
—Me pregunto ¿Qué dirá de ti cuando se entere que andas coqueteando con media universidad? —frunzo el ceño.
—No estúpida yo no soy tan tonta como tú, él no se enterara porque no trabaja aquí, él es mucho mayor, es empresario no necesita trabajar aquí, no seas idiota, yo solo le pedí que me acomodara para así divertirme con alguno que otro galán——sonríe victoriosa.
—Que descaro el tuyo, no quiero imaginar la desilusión de mis abuelos si supieran esto, suficiente es que sepan cómo eres como para que también sepan que andas con un anciano—no puedo evitar seguir viéndola con desagrado.
—Pobre de ti si les dices—me advierte.
—Que flojera tu vida Zury—digo para después suspirar.
Le quito el papel de las manos y después camino junto con Mango hacia la salida de la universidad.
Mientras camino hacia el estacionamiento de la universidad siento que alguien viene detrás de mí, volteo y no hay nadie, así que sigo con mis pasos hacia mi coche, de pronto la hoja se me cae de las manos y me agacho a levantarla cuando lo hago siento como toman mi brazo y me voltean con brusquedad para luego poner un pañuelo blanco en mi nariz, trato de forcejear pero mis fuerzas acaban cuando miro a ese rostro el cual se me hace familiar.
Despierto y lo hago en un lugar que desconozco, tallo mis ojos con brusquedad ya que me arden demasiado, después me pongo de pie y miro a mis alrededores ¿Dónde rayos estoy? Dentro de esa obscuridad en la que me encuentro en ese cuarto puedo ver cada detalle de esa habitación.
Camino hacia la puerta y trato de abrirla pero esta no abre ¡Rayos! Me digo a mi misma, de pronto reacciono y me doy cuenta de que esto es un secuestro ¡Oh vaya! ¿Quién me odia tanto para hacerme esto? Digo mientras rasco un poco mi cabeza
Grito para ver si alguien me escucha, grito por un determinado momento hasta que ese alguien quien me puso ese pañuelo en mi nariz aparece, pero ahora lo hace con un jorro en la cabeza, así que no logro ver su rostro.
—Deja de gritar aquí nadie te escuchara, así que cállate—dice con molestia.
—¿Quién eres? ¿Quién te crees para traerme aquí? —digo molesta mientras paso por un lado de él.
Él me toma del brazo y me devuelve.
—¿De verdad no me reconoces Bonita? —dice con picardía para luego soltarme.
¿Bonita? Me dijo Bonita, solo mis allegados me dicen así, entonces, entonces él me conoce y muy bien pero… ¿De dónde? Si bien a lo poco que alcance a ver su rostro me pareció conocido pero sinceramente necesito verlo más a detalle.
—Sin rodeos solo dime ¿Quién eres? —digo molesta mientras trato verle el rostro.
—¿De verdad? —pregunta.
—Basta, déjame ir, no sé quién seas y no me interesa—trato de avanzar nuevamente hacia la puerta.
Logro llegar y tomo la perilla, y es ahí cuando él me toma del brazo y con la misma enciende la luz.
Volteo a mirarlo y es Alexander, ¿Alexander? De verdad es el mismo chico que mi hermana trajo de novio por seis meses hace algunos años ¡Oh por Dios! Si no fuera por sus lindas facciones lo desconocería, él ha cambiado, ahora es todo un hombre alto, guapo bueno a decir verdad él siempre ha sido guapo solo que ahora es supongo que más, es un hombre elegante y… en fin antes de contestarle parpadeo un poco y quito mi cara de asombrada.
— ¿Tú? ¿Alexander Praz? ¿Qué rayos haces? ¿Y por qué estás haciendo esto? —pregunto desconcertada.
Él antes de soltarme me hace hacia atrás y luego se pone frente a mí.
Luego me suelta y pone una de sus manos en su barbilla.
—Muy buena pregunta—frunce los labios y después quita su mano de su barbilla.
Camina por mis lados y me mira mientras hace esa pequeña risita de lado.
Conozco esa risa la conozco perfectamente, a estas alturas recuerdo todo de él y como no, sí él fue mi primer amor, mi primera desilusión.
“Flashback”
Aún recuerdo cuando lo conocí era una hermosa tarde de abril en la cual llovía con fuerza eso fue hace dos años cuando yo tenía tan solo dieciocho años y él veinticuatro años, aún recuerdo su sonrisa mientras me cubría con su paraguas todo era perfecto hasta que… llego Zury la cual en ese entonces tenía veinte años, ella solo llego y sonrío basto solo eso para que él se fijara en ella y claro cómo iba ser que Alexander se iba fijar en una niña de dieciocho menos mal que ahora tengo veinte y si no era mucho la diferencia pero mi hermana siempre ha aparentado más edad y creo que eso le basto a Alexander por lo cual solo me hice a un lado.
***fin de flashback***
“Sigue Narrando Bonita”
Dejo de recordar el pasado y solo me dispongo a esperar la respuesta de Alexander, sus ojos reflejan muchas emociones no podría descifrar alguna.
—¡Quítate! — Lo hago a un lado.
—Basta Bonita esto no es un juego, te vas a quedar aquí hasta que yo quiera y mi problema no es contigo es con tus abuelos ¿Y sabes por qué?—me vuelve a mirar con esa mirada indiferente.
—¿Mis abuelos? —pregunto confundida.
—Sí Bonita, ellos son los culpables por haberme separado de tu hermana Zury, ellos jamás me quisieron y por eso me separaron de ella y lo peor de todo es que me destruyeron la vida—dice con coraje—La vez que salí de sus vidas me jure a mi mismo vengarme, vengarme con lo que más les doliera a esos ancianos, dure un año tratando de sobrevivir a mi depresión, ellos no tenían idea de lo mucho que amaba más bien amo a Zury, a la cual también le han dado la espalda así que hoy decidí empezar mi venganza y voy a empezar con lo que más aman los ancianos es decir contigo—sonríe mientras sus ojos se llenan de lágrimas.
¿Qué rayos está diciendo? Nada de lo que dice tiene coherencia, si bien es verdad que mis abuelos jamás aprobaron esa relación porque Zury era una inmadura y Alexander era mayor con cuatro años sé que es irracional pero mis abuelos temían que Zury se revelara más de lo que ha hecho, en fin no paso más de ahí.
—Mis abuelos jamás hicieron tal cosa de todos modos yo no tengo nada que ver, siempre me porte bien contigo, siempre nos llevamos bien—frunzo el ceño.
—Claro que lo hicieron así como también hicieron que me cerraran las puertas de este país, mi empresa decayó por medio año, apenas hace año y medio mis padres lograron levantarla así como también a mí, gracias a Dios ahora somos millonarios , pero lo más importante ahora yo soy millonario por mis propios logros así que tus abuelos se preparen —me mira con coraje.
Él solo logra decirme eso para luego darse la vuelta y salir de la habitación fría esa, corro detrás de él pero él cierra la puerta con llave, jalo esa puerta pero no puedo abrir ¡Maldita sea!
.
“Horas después”Han pasado horas después, estoy recostada en el tapete viejo que hay tirado al lado de la puerta, mis lágrimas no han dejado de salir, estoy demasiado confundida no sé qué está pasando ni por qué Alexander dice eso.
No puedo creer que haya salido envuelta en esto, en una tonta pelea de hace años que ahora mismo se ha convertido en una tonta venganza.
Mientras más pasan los segundos no puedo evitar preguntarme ¿Qué va pasar conmigo? Mis abuelos piensan que me fui de viaje a ese pueblo mágico, tengo que salir de aquí antes de que acaben mis vacaciones en la cafetería, vaya tarde tanto en tomar unas para que se me juntaran y así viajar por algunos meses y vaya ahora estoy metida aquí.
Han pasado horas desde que él se fue y no dejo de pensar en lo mismo, debo pensar en algo, debo pensar en cómo salir de aquí, así me quedo pensando hasta quedarme dormida. Horas después despierto mi cuello duele ya que dormí algo torcida, me acomodo el cuello y después me levanto de ese tapete y miro a la pequeña ventana que hay en ese cuarto veo como un rayo de sol entra por esa rendija.Ya por fin amaneció debo seguir mi plan debo salir de aquí y evitar que mis abuelos se preocupen por mi culpa.De pronto se escucha como abren la puerta me quedo esperando a ver quién entra y cuando lo hago veo a una ancianita aunque aún se ve fuerte y sana la cual entra con una charola de comida y la cual enseguida me ofrece.No quiero ser grosera pero debo al menos parecer dura para así hacerme ver fuerte.—No quiero
Capítulo 3Maldita sea, hasta cuando me va tener así, del coraje que siento tiro la charola de comida al suelo y después me dirijo al baño, siento mi rostro arder así que sumerjo en el agua fría, eso es tan… refrescante, salgo del baño mientras seco mi rostro y como no hay nada más que hacer en este lugar solo tomo asiento en el sofá que está cerca de la ventana enorme, abro las cortinas y es ahí donde me doy cuenta de que estamos en una hacienda, vaya debí saberlo en cuanto tome el caballo.Miro hacia afuera y veo a Alexander llegar en un BMW último modelo, veo como baja y se quita las gafas de sol, después camina hacia adentro, mientras miro eso no puedo dejar de sentir coraje, sigo viendo como el chófer toma el coche y se lo lleva.Si claro él paseando y yo como una total idiota encerrada no cabe duda de que él se ha convertido en un maldito imbécil, juro que si estás ventanas no tuvieran protección desde hace mucho hubiera intentado e
Capítulo 4 Alexander entra junto con el médico, mientras que yo me demuestro renuente, el médico pregunta qué tengo y yo solo me dispongo a callar, sé que él no tiene la culpa pero de verdad no quiero nada de Alexander ni siquiera el saludo. Alexander se dispone hablar por mi por lo cual, él medico solo me revisa la presión, la temperatura y enseguida opta por escribir una receta. —La señorita tiene deshidratación, y las defensas bajas, enseguida le daré unos medicamentos y por favor debe alimentarse correctamente e hidratarse también—dice para luego ponerse de pie. —Por favor vaya con mi Nana Carmina ella le pagara sus honorarios y también se ocupara de comprar los medicamentos—dice Alexander mientras su voz expresa molestia. Después de oír eso, me dispongo a cerrar los ojos, por lo que enseguida el médico
Capítulo 5 La señora Carmina sale de la cabaña por lo que me quedo sola, así que enseguida me subo a esa pequeña escalera que tiene el estante de libros y enseguida opto por ver cual libro quiero leer. Tomo uno el cual su portada llamo mi atención, bajo feliz de esa escalera, dejo el libro sobre ese sofá el cual se ve demasiado cómodo y enseguida, me dirijo hacia ese rinconcito donde veo una máquina para preparar café expreso. Tomo una taza y opto por prepararme un café, sabor de vainilla. Cuando está listo tomo la taza y la llevo hacia el sofá y me siento para así continuar con leer ese libro el cual se ve interesantísimo. Han pasado algunas horas hasta que me da por ver el reloj de la pared, rayos ya ha obscurecido, tomo las dos tazas de café y el libro.
Capítulo 6 —Dígale a su Alexander que no voy a ir—frunzo el ceño mientras sigo cepillando mi cabello. La Señora Carmina me mira y después asiente con la cabeza, después sale de la habitación. Miro el cepillo que traigo en la mano y después solo lo aviento al suelo, me siento tan pero tan usada que solo me odio a mí misma. Mientras me siento en el sofá cercano a la ventana me pregunto ¿Qué querrá? No le basta con tenerme aquí y usarme ahora quiere que haga lo que él diga. Me pongo de pie y abro la puerta de la habitación oh vaya no están los guaruras, menos mal de todos modos no canto victoria ya que por algún lado deben andar. Camino hacia afuera, camino ahora por el lado contrario de donde está esa cabaña, así que a lo lejos veo un pequeño arroyo, camino hacia allí para luego sentarme en la orilla. <
Capítulo 7Camino de prisa por ese pasillo, se me hace eternos mis pasos y siento que no avanzo.Sigo caminando para luego dar vuelta y entrar a la casa, veo a Alexander en la mesa, él está a punto de cenar por lo cual me pongo frente a él.—Es hora de cenar—dice mientras desdobla la servilleta.Que cinismo el suyo, estar tan relajado mientras que yo hiervo de coraje.—¿Cenar? —sonrió con ironía—Mira lo que hago con tu grandiosa cena—tomo el plato y lo estrello contra el piso.Él se pone de pie y le da un pequeño golpe a la mesa. —¿Qué te pasa? —menciona enojado.—No, ¿Qué te pasa a ti? ¿Acaso tienes mierda en
Alexander sigue sentado al parecer mis palabras no le perturban pero ni un poco, así que solo frunzo mis labios y lo miro sorprendida, enseguida pongo mis manos en mi cintura mientras frunzo el ceño. —¡Vete! —a punto hacia la salida. La respuesta de Alexander ante mi petición fue tomarme de la cintura y arrastrarme hacia él, me sorprendo ante eso y cuando me reincorporo solo lo veo a los ojos, estoy en sus piernas y muy cerca de su rostro. —Suéltame—digo sorprendida mientras le pego en su hombro izquierdo. Él solo sonríe de lado, después me carga y me lleva al otro extremo de la cama y me recuesta junto con él, lo sigo viendo sorprendida. —¡Que me sueltes! —frunzo el ceño. Alexander se reincorpora y solo opta por levantarme la blusa y poner su mano en mi vientre.
—No vuelvas a decirme así ¿Entiendes? —él camina hacia mí.Alexander me toma de las mejillas y las aprieta, tomo sus brazos mientras lo veo desconcertada.—Estúpido, imbécil ¡Suéltame! —trato de soltarme.—No vuelvas a decirme así—me encamina hacia atrás.Nuevamente caigo en la cama, oh vaya si que esta cama es mi enemiga.Me reincorporo y nuevamente trato de quitarme sus manos de las mejillas pero él no me suelta, le pido una y otra vez que me suelte pero él no lo quiere hacer, una de sus manos está ahora en mi cabello por lo que enseguida me pone nerviosa, así que retrocedo hacia atrás.Él está muy cerca de mí, escucho su respiración sus ojos se ven más obscuros de lo normal, su cabello lacio ahora está un poco más largo.Siento unos nervios increíbles en mi estomago, no creo que logre mucho ocult