—Michelle sabes con mucha claridad que ella te odia y que tan pronto te vea se puede armar...

—Una guerra.— Michelle se adelantó para completar el comentario de Adam, —El mundo a sido testigo de dos guerras mundiales. Tiene que estar listos para está.

—¿Qué vas a hablar con ella? ¿Quieres que vaya contigo?— Preguntó Adam.

—No. Yo necesito verme a solas con ella.

Michelle sonrió y comenzó a salir del lugar. Su próximo destino era la mansión de la familia Leggett. No había visitado ese lugar desde el día de su boda y aunque había prometido no regresar, sabía que en ese lugar podía encontrar una respuesta.

—¿Qué estás haciendo acá?— Scarlett no sonaba molesta, sino sorprendida de verla después de abrir la puerta. Michelle se quedó en silencio, —¿Qué quieres?

—Necesito que hablemos de algo sumamente importante.— Contestó Michelle.

—Tienes solamente cinco minutos.— Dijo Scarlett, dejándola entrar. Michelle entró, observando a su alrededor, —¿De qué quieres hablar?

—¿Me entere que se llevar