—Yo no creo que ninguna de ella haya venido hasta acá para cometer algún delito.— Dijo Ángela, mirando a las Leggett sentadas alrededor de una mesa del interior del restaurant.—No. Pero necesito saber qué están haciendo acá.— Comentó Michelle, —No creo que ellas hayan venido hasta acá solamente para comer. No olvides que Scarlett es demasiado exigente y no creo que haya seleccionado comer acá por simple casualidad.—¿Crees que quieran hacer algo en contra de Candy? Es una teoría que estoy dudando demasiado.—No. Ellas están acá para planear algo o en el peor de los casos, están acá para indagar.—¿Indagar qué?— Ángela frunció el ceño.—No lo sé. Solamente tenemos que observar qué están haciendo.— Michelle se quedó en silencio, mirando a Scarlett hablar con su madre de algún tema grave.Las expresiones de estas dos últimas eran tensas, provocando que la curiosidad en Emma, aumentará cada segundo.—Sus pedidos queridas, amigas.— Candy regresó a la mesa con las órdenes, —¿Esas no son de
—No puedo garantizar que mi puntería en esta ocasión sea tan efectiva. En realidad, no quiero hacerlo.— Dijo Michelle, negando con la cabeza de un lado a otro.—No es que quieras o no. Simplemente es una orden que debes asumir te guste o no.—Lamento informarte que para esta ocasión no puedes contar conmigo.— Le aclaró Michelle, caminando a la salida de la casa y una vez fuera de la misma, agregó: —La venganza es tuya y que mejor ejecutor que tú mismo.—La idea es que nadie de la familia Lombardi sepa que estoy acá. No quiero que nadie sepa que mi nombre en realidad es Erick Jones.—No sé cómo vas a hacer. Pero ese es tu lío, no me quiero involucrar más en actos delictivos.— Dijo Michelle antes de retirarse del lugar.Erick Jones se quedó con la mirada tensa y la mandíbula apretada, observando a su hija Michelle perderse en el camino. Era la primera vez que ella desobedecia a una de sus órdenes.¿Qué era lo que estaba provocando estás decisiones de Michelle? Antes ella estaba dispues
—¿Cómo así que el infeliz de Gaspar Lombardi planea organizar una fiesta?— Scarlett estaba dándole un sorbo a su café y al mismo tiempo miraba a su padre Ezequiel, —Es una perdida de tiempo o es un juego estúpido que tiene en mente.—Lo más seguro es que quiera buscar una manera de crear una reconciliación, ¿No creen? Es que después de todo lo que está pasando, quizás está tratando de buscar la paz.— Dijo Martina.—Gaspar Lombardi es un viejo que me desagrada. Sin embargo, no puedo negar que sea inteligente y no me cabe ni la menor duda de que algo se trae entre manos.— Dijo Ezequiel con seriedad.—Es mejor que no vayamos a esa fiesta.— Dijo Scarlett, —¿Ustedes qué creen?—Negativo. Nosotros tenemos que asistir a esa fiesta.— Ezequiel estaba con una expresión llena de frialdad, —Tengo en mente grandes planes en contra de Lombardi.—Ezequiel, ¿Qué estás planeando hacer?— Martina lo tomo de la mano. Sin embargo, él se sacudió de manera brusca y se retiró de la casa, —¿Qué le pasa? Me da
—¿Quién?— Michelle preguntó en un susurró. Adam apenas logro escuchar la pregunta, sin embargó, como respuesta nego con la cabeza, —¿Quién de ellos puede ser?—No tengo ni la menor idea. Pero créeme que estoy lleno de preocupación por lo que vaya a pasar.— Contestó Adam.—Vamos a confiar de que la policía está misma noche va a capturar a esa persona.— Le dijo ella, dándole un abrazo y después lo miró fijamente a los ojos, —Ya la paz va a ser parte de los Lombardi te lo prometo.Christian apareció junto a ella. Había subido los escalones sin que ellos se dieran cuenta. Llevaba unas gafas de color negra de un color oscuro y una chaqueta de cuero del mismo tono colorido.—Ya tengo desplegados a varios de mis agentes en el área. Es imposible que ese asesinó o asesina intente hacer algo en contra de alguien.—No podemos estar seguros de eso. Recuerda que esa persona es inteligente.— Comentó Adam, mirando hacia abajo la sala llena de invitados que entre risas disfrutaban de la elegante deco
Adam volvió a leer el fragmento desde su mente. Era una pregunta que le estaban haciendo de manera anónima a su padre. Era como una clase de juego o adivinanza. —¿Quién te dejó esa nota?— Adam le devolvió la nota y la carpeta. —Estaba en mi oficina. No tiene sentido, cómo pudo acceder así tan fácil a mi lugar de trabajo.— Contestó Gaspar, confundido. —Tiene acceso tan fácil porque es una persona de confianza. Alguien que puede entrar y salir de cualquier zona de esta mansión.— Dijo Ángela. —¿Alguien de la familia?— Adam ladeó la cabeza. —O alguien cercano a ella.— Agregó Ángela. —¿Dónde está el detective? Ahora más que nunca es necesario que se mantenga alerta.— Dijo Gaspar, caminando entre los presentes que estaban disfrutando de la fiesta. —Tengo que cuidar de mi papá.— Dijo Adam, siguiendo a su padre. Ángela se quedó sola en ese lugar, su preocupación por la situación era evidente. ^_________^ —¿Qué tal te fue dejando esa nota en la oficina de Gaspar Lombardi?— D
Los presentes estaban alarmados. En medio de tanta oscuridad era casi imposible poder visualizar a la perfección las cosas que habían alrededor.—¡Todos mantengan la calma! ¡No se muevan!— Ordenó Christian. Sin embargó, las personas comenzaron a hablar con desesperación y hasta se estaban tropezando entre sí.En un momento de tensión. Un disparo resonó en medio de la sala, producto del sonido la mayoría de los presentes comenzaron a gritar y armar un alboroto de desesperación.—¡Está aquí!— Grito Adam, —Tienes que buscarlo.—Nadie salga de acá. Tienen que mantener la calma.— Christian estaba tratando de mantener seguro a las personas. Sin embargó, era tanto el desespero que todos salieron corriendo al exterior.—Mi papá está herido.— Adam estaba alumbrando a Gaspar con una linterna. Tenía sangre fresca en su camisa, producto de un impacto de bala en el pecho, —Llama a una ambulancia.—¡Todas las unidades necesito que rodeen la mansión! Atrapen a ese asesinó o cualquier sospechoso.— Gr
Michelle rompió a llorar en medio de esa acera. Estaba casi que tiraba su celular contra el piso, sin embargo, mantuvo la cordura ante la presencia de los peatones que pasaban por el mismo lugar que ella.—Te dije que tarde o temprano las cosas se iban a salir de control.— Su madre Victoria llega hasta donde estaba ella y la abrazo, —¿Ahora qué vas a hacer?—No puedo perder al hombre que amo... No puedo perder el amor de Adam.—Tenías que ser sincera con él desde un principio.—Pero es que mi padre me sumergió en su maldito juego. Él planifico todos desde los diagnósticos y...—¿No estaba en tus planes que Adam resultada ser sobrino de Gaspar Lombardi?—Cuando me entere sentía que todo mi mundo se me venía encima. Sin embargó, Adam se sintió conmovido con mi historia... Ya sabes la falsa enfermedad de mi padre y bueno... Ya el resto de la historia te la sabes de memoria.—¿Eso quiere decir que Álvaro todavía no sabe que es el padre de ese bebé?— La señora Victoria señaló el vientre de
«No. La última vez que la ví fue durante la fiesta en la mansión. Pero no la he vuelto a ver.»Contestó Michelle un poquito confundida por la situación y por ende la pregunta.Adam no le contestó más los mensajes. Por lo tanto, Michelle llegó a la conclusión de que ya habían dado con ella.—¿Qué vas a hacer al fin con el tema de Álvaro?— Candy volvió a preguntar con interés, —Recuerda que estás a tiempo de reparar los errores. —Tienes razón. Pero en primer lugar tengo que hablar con Adam y aclararle ciertas cosas.—¿Estás conciente de que Adam puede denunciarte o en el peor de los casos puede quitarte el derecho como esposa de obtener parte de las posesiones?—Eso es lo que menos me interesa. Solamente quiero que Adam me perdone y que podamos seguir siendo felices.— Dijo Michelle, —Me tengo que retirar. Me tengo que ir a ver con Adam.^_________^—¡El chisme estuvo demasiado bueno!— Exclamó Scarlett riendo. Su madre estaba en silencio, dedicando su tiempo a la pintura, —¿Có