—Yo no creo que ninguna de ella haya venido hasta acá para cometer algún delito.— Dijo Ángela, mirando a las Leggett sentadas alrededor de una mesa del interior del restaurant.—No. Pero necesito saber qué están haciendo acá.— Comentó Michelle, —No creo que ellas hayan venido hasta acá solamente para comer. No olvides que Scarlett es demasiado exigente y no creo que haya seleccionado comer acá por simple casualidad.—¿Crees que quieran hacer algo en contra de Candy? Es una teoría que estoy dudando demasiado.—No. Ellas están acá para planear algo o en el peor de los casos, están acá para indagar.—¿Indagar qué?— Ángela frunció el ceño.—No lo sé. Solamente tenemos que observar qué están haciendo.— Michelle se quedó en silencio, mirando a Scarlett hablar con su madre de algún tema grave.Las expresiones de estas dos últimas eran tensas, provocando que la curiosidad en Emma, aumentará cada segundo.—Sus pedidos queridas, amigas.— Candy regresó a la mesa con las órdenes, —¿Esas no son de
—¿Cómo que mi papá está gravemente enfermó?— La voz de Michelle se había quebrado tras escuchar la reciente noticia por medio de una llamada telefónica.Con el rostro lleno de lágrimas, había finalizado la llamada telefónica antes de escuchar algún detalle más con respecto al estado de salud de su padre. Ahora su prioridad era llegar lo más rápido posible al hospital y ver qué podía hacer por él.Ella estaba cumpliendo con su horario laborar en el restaurant de su mejor amiga. Ella no estaba presente en ese momento y Michelle no podía esperar, así que decidió que le enviaría un mensaje en el camino para explicarle la situación.Al salir abordo el primer taxi que vió transitando por las calles. El conductor fue atento y amable y durante todo el camino le daba palabras de ánimo y esperanza de que su padre se recuperada de esa enfermedad.Al bajarse del taxi, pago y agradeció al conductor por sus hermosas palabras. Pero dentro de su ser corría el desespero de saber cuál seria el destino d
—Con todo el respeto del mundo, señor Lombardi. Está es una propuesta que me gustaría pensar, ¿Me entiende?— Michelle hablo con mucha amabilidad.—Te entiendo a la perfección y te daré la libertad de que lo consideres por un tiempo.— Dijo Gaspar, —Pero recuerda que está es una oportunidad valiosa que te está presentando la vida.—Ya lo sé. Pero déjeme pensarlo. Por ahora lo único que quiero es ver cómo está mi padre.— Michelle le regala una hermosa sonrisa.—Y para demostrarle que mi propuesta va enserio. Yo me encargaré de pagarle la estadía de esta noche a su padre.— Gaspar sacó su cartera de su bolsillo derecho.—No es necesario...Gaspar no se quedó a escuchar las palabras de Michelle y solamente se dirigió hasta el área de atención al cliente y después de unos segundos de charla con la encargada del área, le pago la estadía al padre de Michelle. —Ya no se tiene que preocupar de que corran a su padre del hospital.— Dijo él, guardando su cartera de regreso en su bolsillo.—Gracias
A la mañana siguiente a eso de las nueve de la mañana. Adam Lombardi se encontraba en la mansión en su oficina. Tenía que leer algunos informes financieros y además tenía que revisar que las ventas y facturas de Choco Lombardi marcharán de manera correcta.Hace poco le habían detectado un tumor cardíaco. Pero tristemente se lo detectaron demasiado tarde y los médicos aseguraron que ya no había nada que hacer y que posiblemente estaba en su última etapa de vida. Sin embargo, esto no lo afecto en nada y decidió seguir adelante para dejar un legado importante antes de partir físicamente de este mundo.—¿Adam, puedo hablar contigo?Adam sonrió al ver a su primo Álvaro Rivera asomado en la puerta de su oficina.—Adelante entra y toma asiento.— Dijo Adam con una amplia sonrisa, señalando la segunda y única silla de mecanismo basculante que estaba libre en la oficina.—Te tengo una noticia.— Álvaro se sentó y colocó la palma de su mano derecha sobre el escritorio pulcro.—Y por la expresión q
Durante el día Gaspar Lombardi había contratado a tres chef profesional para que preparan un exquisito banquete enorme con el motivo de celebrar el regreso de su nieta Ángela Lombardi a la mansión y para presentar su nueva marca de chocolate.Al caer la noche en la ciudad en la ciudad de Niza. La fiesta había iniciado en la mansión. La sala estaba decorada con una enorme mesa en forma rectangular y los tres chef iban colocando bandejas repletas de comida y algunas copas y botellas de vino y champagne.—¿A qué hora llega Ángela?— Le preguntó Adam a su padre.—Debe llegar en un par de minutos.— Contestó Gaspar.—¿Sabes una cosa, padre?— Adam lo tomo del hombro, —Tengo el presentimiento de que está será una noche exitosa.—Yo también lo presiento.— Gaspar sonrío.Al cabo de unos minutos los invitados y varios integrantes de la familia fueron llegando poco a poco al banquete. La mayoría no sabía que Ángela Lombardi estaba de regreso y Gaspar los quería sorprender y darles la noticia de que
—Es un honor tenerte en la casa, Scarlett.—Adam fue el primero en saludar con mucha cordialidad, —Álvaro deberías venir y platicar con tu futura esposa. Tienen que conocerse y organizar la fecha de su boda.Álvaro estaba en su lugar. Por su parte Scarlett al ver que él no iba hacia ella, decidió tomar la iniciativa y acercarse a él para extender su mano morena.—Álvaro Rivera Lombardi.— Él le tomo la mano.Scarlett sonrió.—Scarlett Leggett. Es todo un honor.—Ahora que por medio de un acuerdo nos vamos a casar. Al parecer tenemos una larga conversación pendiente.—Me agrada la idea.— Dijo ella, soltando la mano de él, —Pero me agradaría más la idea de platicar en un lugar más íntimo y más especial para nosotros.Adam que estaba cerca del lugar no pudo evitar liberar una sonrisa de oreja a oreja y una mirada sorprendida.—¿Podemos hablar en mi oficina te parece?— Propuso él.—Me agrada la idea.Ambos se dirigieron a la oficina de Álvaro para platicar. Ahora que estaban destinados a cas
—Es que he venido con las manos vacías. Pero por supuesto que me gustaría tener una plática en el jardín.—Yo me encargo de llevar algo para comer.— Dijo Ángela con una sonrisa, —¿Te gustaría esperarme en el jardín?Michelle asintio y en compañía de Adam se dirigió hasta el jardín. Cuando había entrado no se había percatado de lo hermoso que era. Tenía césped natural y al parecer el jardinero se estaba encargando de mantenerlo en perfectas condiciones y ni hablar de las flores que parecían ser sumamente atractivas y elegantes.—Hace tiempo que no veía un jardín así en esas condiciones.— Dijo ella.—La jardinería no es que me llame mucho la atención. Yo soy digamos más de apreciar.— Hablo Adam.—Eres de los que te gusta arrancar. Pero no sembrar, eso me resulta sumamente interesante y gracioso.— Dijo ella.—¿Estás segura que te gustaría casarte conmigo?— La pregunta de Adam de manera inesperada había creado un silencio en el ambiente, —Es que como sabrás me estoy muriendo y...—No hace
—Oye, ¿Qué haces, Adam?— La abogada Erika Hall fijo su mirada en él.Adam Lombardi estaba parado de espaldas. Tenía ambas manos formando puños y pegadas a su cintura. Estaba mirando hacia arriba.—¿Qué creen que estoy haciendo?— Preguntó él, sin mirarlas. Ninguna de las tres dió una respuesta, —¿Es que no se han dado cuenta de lo precioso que está el cielo? Miren... El cielo está lleno de estrellas.Ángela, Erika y Michelle elevaron sus vistas hacia el cielo y quedaron sorprendidas. Por primera vez en meses la ciudad de Niza era testigo de una maravillosa noche estrellada.—Estas estrellas son hermosas.— Erika miro a Michelle, —¿Qué crees?—Son más hermosas que las mismas estrellas de Hollywood.— Contestó Michelle y por unos segundos noto que los ojos de Erika eran hermosos, —Por cierto, Erika, tienes los ojos lindos.—Gracias.— Erika sonrió, —Son de color avellana.—¿Qué opinan de mis ojos verdes?— Preguntó Ángela.—Son bonitos y elegantes. Pero mis ojos azules son insuperables en la