Narra Ethan Desperté antes de que el alarma sonará, al escuchar las notificaciones bombardeando mi celular, uno tras otra. Apenas tomé mi teléfono y apareció un artículo con una foto mía junto a Chloe, no recordaba cuando fue tomada esa fotografía, pero al ver que era mi habitación, la que compartí con Ayla, supe que fue el día que vino a mi casa y también confirmé que inyectó mi bebida sin darme cuenta, por eso no recordaba nada de lo que pasó esa noche. Me sorprendí al darme cuenta Ayla había dado sus declaraciones al Rousell Entertainment, el medio de comunicación más prestigioso de París y del resto del mundo por su veracidad de sus artículos, esta no era la excepción. "Una infidelidad ha acabado con el matrimonio de dos años de Ayla Reid y Ethan Hotchner, pero no ha sido por parte de Ayla, si no por parte del reconocido empresario, CEO de Hotchner Collection, Ethan Hotchner, quién mantuvo una relación clandestina con la mejor amiga y ex compañera universita
Narra AylaEl chófer se detuvo en el estacionamiento de Alma's bar, al mismo tiempo que el auto de Gabriel. Liah estaba concentrada en su celular y al darse cuenta que nos detuvimos, sus ojos brillaron como una niña pequeña visitando el parque de diversiones por primera vez. Aunque no estaba de acuerdo con la idea de asistir a un bar, siendo mi primer día como vicepresidente y estando embarazada, tampoco quería hacerle un desplante a mi amiga. Pasaríamos solo un rato en el bar y jos iremos a la villa Rossi, pues mis padres tenían una sorpresa para mí y no debía llegar tan tarde. —¡Al fin! ¡Está noche me voy a embriagrar!—Dijo mi alocada amiga mientras salía del auto y la miré con cara de pocos amigos. —No, Liah, no te vas a embriagar, tenemos una reunión en casa de mis padres no puedes llegar en esas condiciones.—Me enganché en su brazo para asegurarme de que me había prestado atención. —Liah, tendrás muchas más ocasiones para tomar todo el alcohol que se te antoje, esta noche ser
Los tres hombres se levantaron del sofá al verme y no dudaron un segundo en acercarse a abrazarme con una enorme sonrisa que les correspondí gustosa. Jason, Aarón y Spencer, mis tres primos, hijos de la media hermana de mi padre, tenía tantos años sin verlos, que estar en este momento abrazada a ellos era el mejor regalo para mí. Crecí junto a ellos como si fueran mis hermanos mayores y me emocionaba ver qué ahora son mayores y me emocionaba ver qué ahora son hombres hechos y derechos. —Aylita, mi princesita, te echamos tanto de menos.—Dijo Spencer, el mayor de los tres mosqueteros como solía decirle. Fue al primero al que le eché un vistazo, su cabello castaño oscuro lucía un corte moderno, el largo en la parte superior estaba muy bien peinada hacia atrás. Sus largas y espesas pestañas hacían un buen contraste con sus ojos verdes heredados de su padre y el traje hecho a su medida lo hacía ver más apuesto de lo que ya es. Era el único que vestía elegante, pues Jason, el segundo he
Los rayos del sol se colaban por la ventana dando directo a mi rostro, abrí mis ojos para acostumbrarme a la luz y de inmediato las náuseas me invadieron por completo, me levanté lo más rápido que pude y llegué a tiempo al baño a devolver lo poco o nada que tenía en mi estómago. Bebé, te estás portando mal con mamá, y esto apenas era el comienzo. Mi nana entró a mi habitación después de tocar un par de veces, con una bandeja de desayuno y junto con dos empleadas que empujaban un enorme perchero con diferentes prendas de ropa que reconocí de inmediato, se trataba de la marca de mi padre, pero jamás había visto esa colección a la venta. —Buenos días, niña Ayla, su padre le ha enviado estas piezas de ropa exclusivamente para usted.—Mi nana me informó sobre el responsable de esta inesperada sorpresa. A mi padre se le estaba pasando la mano, aún tenía mucha ropa sin usar en mi ropero y que probablemente no pueda usarla cuando se comience a notar mi embarazo. —Mi padre es un consentid
Me levanté de mi asiento con brusquedad ganándome un mareo que me hizo sentar de nuevo, de pronto sentí que hacia mucho calor en la oficina. La mirada de los tres hombres se clavaron en mí y quise desaparecer, ¿Por qué están ellos aquí?—¿Qué? ¿Los Hotchner?—Pregunté incrédula y rogando para que Justin dijera que había dscuchado mal y que aquellos nombres solo fueron producto de mi imaginación, pero su rostro serio y sin una pizca de gracia me hizo saber que no escuché mal.—No puede ser. Miré mi vientre aún plano y no supe qué decir o que hacer, mis piernas temblaban por los nervios y me sentí más sofocada. –Princesita ¿estás bien?—Spencer llegó a mi lado en cuestión de segundos, se puso de cuclillas para estar a mi altura y poder mirar mi rostro, sus ojos parecían preocupados y no es para menos, los Hotchner están aquí. —Aylita, estás pálida, no puedes recibirlos en ese estado, Justin trae una botella de agua.—Gabriel también se apresuró a llegar junto a mí y se sentó a mi lado a
Ethan y Ellen no apartaron la vista de mi amiga ni por un segundo al ser interrumpidos, Liah se veía tan disgustada con los Hotchner, al igual que todos y no la culpo, es la única que sabe sobre las humillaciones de Ellen y su hija, porque los los demás solo estaban al tanto de la infidelidad de mi exesposo. —¿Quién dejo entrar a estos desvergonzados?—Preguntó Liah llegando al lado de Spencer, sin soltar la bolsa de regalo con unas palabras que logré leer desde aquí. ¿Niña o Niño? Voy a estrangular a Liah cuando los Hotchner se vayan, está a punto de dejarme al descubierto y al parecer no le importa nada más que expresar su descontento a Ethan y su madre. ¿Y quién es está mujer tan irrespetuosa? No, no me digan, seguro es miga de la Sra. Reid, se nota por la poca clase aunque quiera aparentar lo contrario, no tiene modales.—Ellen no tardó en atacar a mi amiga mirándola de pie a cabeza, sin saber que Liah no se iba a contener y se iba a defender con todo. Sin embargo, me extraño
Tenía en mis manos la prueba de embarazo, no había querido hacerla solo por unas simples náuseas, pero mi madre prácticamente me obligó y no tuve otra opción que obedecerla, el resultado apreció en minutos y mi corazón empezó a latir sin control en mi pecho. No puede ser.Es imposible. Estoy embarazada. No sabía si reír o llorar, si esto hubiese pasado hace seis meses, sin duda estaría dando saltitos de la emoción antes de correr a gritarlo a los cuatro vientos, pero en este momento, mi matrimonio con el gran empresario en la industria de la moda, Ethan Hotchner, estaba pendiendo de un hilo.Después de cumplir los dos años de casados se volvió indiferente, frío, me trataba como si no existiera y son contadas las veces que se digna a tocarme un cabello, así qué, sé perfectamente el día que fue concebido. Aquella noche que llegó de un cóctel, hacía mucho tiempo que no lo veía tan enciendo y cuando terminó, cayó dormido a mi lado en la cama, creí que volvería a ser como antes, pero me
Quince minutos llevaba estacionada a las afueras de Hotchner Collection, cada vez que tomaba valor para entrar de una vez por todas, volvían los pensamientos negativos. ¿Y si no lo quiere? ¿Y si se enoja conmigo? A la mierda todo, no tenía porqué tener miedo, si no lo quiere, le daré amor doble a mi bebé, y si se enoja, que se enoje, ambos somos responsables de este inesperado embarazo, somos una pareja "felizmente" casados, somos adultos maduros y conscientes. Tomé una bocanada de aire y salí de mi auto con la pequeña caja de regalo en mi mano, los nervios estaban a flor de piel, sentía los latidos de mi corazón en mis oídos ¿Cómo que esto puede ser tan complicado? No, la verdadera pregunta es ¿Porqué hago esto tan complicado? Es tan simple llegar a su oficina, saludarlo, entregarle la caja de regalo y esperar su reacción. Espero que sea tan sencillo como eso. Me escabullí entre los trabajadores que iban desesperados y estresados de un lado a otro, la empresa siempre se volví