XXII.

Dante estaba sorprendido de que Aarón estuviera en el paraíso con ambos. ¿Cómo llegó hasta aquí sin que los Arcángeles lo detuvieran? Tras darle varias vueltas al asunto, cayó en la razón. Los Arcángeles más poderosos estaban en el Concejo y Aarón supo aprovechar la ocasión por la que Gilius estaba indefensa.

—Dante, debes apresurarte. Hazlo —le suplicó Járick.

—¡No lo haré! Detendré a Aarón y no tendrás que sacrificar tu vida —exclamó con determinación, él rechazaba la idea de que tuviera que matar a su propio Creador porque fuese la única salida. Si se veía obligado a buscar otra salida, lo haría. Aunque tuviera que desobedecer a su padre y negarse al destino que él le había dado.

—Que adorable, mira como intenta salvar tu vida &m

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