Javier Narra
La quiero mucho y no quiero hacerle daño, es preferible que sufra un poco, aunque me duela, no quiero que se haga ideas equivocadas; tiene que comprender que yo la veo como mi hermana pequeña, como me pidió mi padre.
Todavía recuerdo esa conversación. Él me pedía que empezara de a poco alejarme de Camila; estaba preocupado por el apego que tenía conmigo, y no quería que sufriera.
- Hijo yo sé cuánto amas a tu hermana y ella a ti, pero quiero que pienses que ya es tiempo de dejarla. Porque tarde o temprano tienes que hacer tu vida. Ya estas terminando tu carrera y sabes lo demandante que es ejercer la medicina y tienes derecho a enamorarte, tener una novia, viajar mientras no tengas familia y disfrutar de la vida. Y tú hermana no puede estar siempre ahí, te imaginas a tu novia y a tu hermana discutiendo porque le dediques más tiempo. Y alejarte un poco le va a permitir ser más independiente, conocer a más personas y no depender de ti para todo. Y eso no significa que la vas a dejar de querer, es solo darte tu espacio y darle independencia a ella.
Todo eso era algo lejano para mí, pero, lo comprendí y más cuando recuerdo esa noche en que me tomé unas copas de más, y me quedé dormido por lo ebrio que estaba, sin embargo, sentí cuando Camila puso sus labios sobre los míos; me beso con ternura, no obstante, ese beso no era de hermanos era de una mujer a un hombre, y eso significaba que estaban creciendo en ella sentimientos que no eran correctos. Ese día decidí que debía poner distancia entre ella y yo, aunque me doliera. Desde ese día decidí cerrar mi puerta con llave. Sé que le hago daño al ignorarla, y duele.
Cuando llegué con Elizabeth y la presenté como mi novia, sé que su corazón se rompió, más al vernos juntos en la cama, todavía recuerdo como dejo caer los paquetes que llevaba en sus manos y corrió. Aunque quise explicarle, no me dejó, y aunque trató de disimular, sus ojos reflejaban una profunda tristeza, sé que lloró, sin embargo, era mejor así.
Si supiera la lucha que tengo dentro de mí, deseo abrazarla por lo grande y hermosa que se ve, solo logré decirle que se veía hermosa, sé que se molestó, porque se alejó de nuestro lado al sentirse ignorada, ella estaba acostumbrada a mis abrazos, pero las cosas tenían que cambiar.
Trato de no pensar mucho y saludo a mi hermano que hace tiempo no veía, me había dicho que se iba a venir a despedir de mí, pero no le creí, porque sé que evitaba cualquier contacto con mi princesa. Estuve conversando con ellos, hasta que llegó Elizabeth, es una mujer hermosa, se ha convertido en una gran amiga, y en la mujer más importante en mi vida.
Camila Narra
Solo lo miro de lejos, es como si ya no existiera para él. Solo existe su novia Elizabeth, a su lado me siento insignificante, yo no puedo competir con ella. Él la abraza, la besa como si nadie existiera a su alrededor.
Se acercó un mesero ofreciendo bebidas o licor, yo saqué una copa con licor, era dulce y no se sentía fuerte, así que me serví unos cuantos, pero como no estoy acostumbrada se me subió un poco a la cabeza.
Alonso, un amigo de Javier que no conocía me sacó a bailar, eso me iba a distraer y por lo menos no me sentiría como fuera de lugar. Era muy simpático, alegre y seductor, me hizo reír y sonrojar a la vez, por sus palabras y piropos.
-Nunca pensé que Javier tuviera una hermana tan linda como tú, eres toda una mujer (mientras lo dice me gira para obsérvame completa) y cualquier hombre estaría encantado en tu compañía.
-Gracias y tu no quedas atrás eres muy guapo y agradable.
Aunque, no creo mucho lo que dice, porque si me comparo con las demás chicas que están a mi alrededor, yo paso desapercibida, pero debido al efecto del licor y porque deseaba creer lo que me decía, quise sentirme especial en eso brazos fuertes que me sostenían, era un hombre muy guapo, me hizo sentir que ya no era invisible, por lo menos para él.
Juan Pablo Narra
No puedo dejar de mirar a esa mocosa, es igual a la foto que tenía mi madre de Bárbara, madre e hija eran iguales, ambas destruyeron a mi familia. Mi madre no pudo soportar la traición de mí padre y para peor la imposición de su hija. Prefirió rendirse y dejar de sufrir quitándose la vida. Mientras ella sigue aquí disfrutando del amor de una familia, pero juro que algún día le voy a borrar esa sonrisa de sus labios.
Javier Narra
Aproveche de compartir con mis amigos y Elizabeth, los iba a extrañar, pero ya se terminaba un ciclo y empezaba otro.
Francisco se acercó a mí, preocupado por Camila, porque llevaba mucho tiempo bailando con Alonso un compañero de universidad que no tenía una buena reputación con las mujeres, así que gire para mirar y no me gusto lo que vi, estaba muy cerca de mi princesa, incluso sus manos estaban recorriendo su espalda de forma peligrosa. Menos mal que mi viejo no se había dado cuenta, porque es su niña.
Le agradecí a Francisco por estar atento a mi hermana y fui directo a donde estaban y cuando iba llegando, él se la llevaba al jardín, la sostenía de la cintura, así que me apure no quería pensar que le haría ese tipo a Camila, ella es todavía una niña. Corrí hacia ellos, tomé del brazo a Camila y solté su agarre y lo encaré.
- ¿Dónde pensabas llevarte a mi hermana? - Responde
-Tranquilo Javier solo salimos a tomar aire fresco.
- ¿No sabes que ella es menor de edad?
Mi princesa dijo algo que no logré descifrar, pero sentí su aliento mezclado con alcohol y le pregunto enojado
- ¿Estuviste tomando alcohol Camila? ¿No sabes que no puedes beber nada?
-Bueno, yo me despido un gusto conocerte hermosa, no fue mi intención molestarte Javier, adiós. -
(Alonso se disculpó y desapareció de la fiesta).
Estaba tan furioso con Camila por su irresponsabilidad, bueno que esperaba si seguía siendo una niña. La tomé del brazo y le dije en tono autoritario.
- ¡Te vas con mi viejo a la casa! esta ebria, ¡qué vergüenza!
La llevé del brazo y le conté a nuestro padre lo sucedido, no le reprochó nada, pero la fulminó con la mirada, lo hizo solo porque estaban en un lugar público, y no la dejo hablar.
Camila Narra No entiendo porque Javier y mi papá son tan exagerados, solo bebí un poco y me acusan de estar ebria. El pobre Alonso tuvo que salir arrancando, si no me había hecho nada. Yo le pedí que me sacara al jardín para respirar un poco, pero no me dejaron hablar, y ahora me llevan en el auto aplicando la ley de hielo, no me miran, además, en todo el camino mi papá no me ha dicho nada. Ya llegamos a casa y me mandó a mi cuarto y eso es todo ¡que rabia! Desperté con un terrible dolor de cabeza, es como si me hubiera tomado una botella de licor, ¡no volveré a beber en mi vida!, me siento horrible y me voy a sentir peor cuando mi padre hable conmigo, porque si no dijo nada anoche, hoy no me salvo. Me duché, lavé mi cabello y me vestí, pero el dolor de cabeza no paraba, necesitaba unas aspirinas. Fui donde mí papá, pero no lo encontré, así que me vi en la obligación de ir a pedirle a Javier; golpeé la puerta en tres oportunidades y nadie respondió, pensé que nadie se encontraba; v
Alejandro mira al jardín, a través del ventanal, esta pensativo y preocupado por los cambios que se avecinan, no sabe cómo va a terminar todo, más ahora que Javier se va. Él se había convertido en su gran apoyo y mediador de la familia. Ahora debía asumir su partida y la llegada de Juan Pablo. Sale de sus pensamientos al sentir que llaman a la puerta, los invita a pasar, entran Juan Pablo y Javier, se sientan enfrente de su padre, éste toma aire y empieza a hablar. -Hijos, los reuní acá porque se vienen cambios y es necesario que lo sepan. No ven a Camila por qué me pidió que hablará con ella después; está con una jaqueca horrible y salió a comprar aspirinas. -Javier, viajas el lunes y te vas a ausentar por dos años, no sé si podrás venir para las vacaciones. Lo que sé, es que tu hermana va a sufrir mucho, va a ser muy difícil para ella tu ausencia como lo es también para mí. Sin embargo, sé que esto es bueno para ti y tú desarrollo profesional y para que tu hermana entienda que no
Camila Narra Salimos por el día a la playa. Va a ser el último fin de semana donde estemos todos juntos incluido Juan Pablo. Hoy no quiero hablar con nadie, hubiera preferido quedarme en la casa. Es muy duro ver los besos apasionados de los novios y sus muestras de cariño, me duele mucho y, aunque tengo habilidad para ocultar lo que siento, no soy masoquista, así que le aviso a mi papá que voy a ir a caminar y a mirar el paisaje. -Papá quiero ir a caminar por la orilla y sentarme a mirar el paisaje ¿puedo ir por favor? -. -Está bien hija, pero no te alejes tanto quédate donde pueda verte -. Me voy caminando por la orilla de la playa esperando que el sonido de las olas calme mi dolor. Mirar el mar y sentir la brisa marina es algo que me trasmite paz. Busco un lugar solitario y me siento a mirar como el mar rompe sobre las rocas. Estuve mucho tiempo absorta mirando ese inmenso mar. Javier Narra Nos tocó un día precioso para venir a la playa en familia. Va a ser nuestro último fin
Javier Narra Estoy sorprendido, nunca pensé que era tan serio lo que sentía, pero esto debe parar ahora. -Claro que sé que no somos hermanos de sangre, pero para mí eres mi hermana y eso nunca va a cambiar, nunca te podré ver como una mujer. Me alegro que estés dispuesta a arrancar ese sentimiento, porque de mí, solo obtendrás el amor de un hermano. Aunque vi en sus ojos el sufrimiento por cada palabra que decía, debía hacerlo, es mi hermana y la adoro al punto que daría mi vida por ella. La dejo sola, necesito dejar esta conversación atrás, porque a mí también me duele herirla como sé que lo hice. ¡Oh Dios! Nunca fue mi intención que ella sufriera por mi culpa. Ella es mi princesita, mi hermanita. Cuando mi padre llegó con ella en sus brazos tenía 1 año y yo diez y cambio para siempre nuestras vidas. Ella era una pequeña risueña y amorosa. Recuerdo como se dio conmigo al instante, yo siempre había deseado tener una hermanita, para cuidarla. Pero cuando mi madre supo que era produ
Camila Narra Ha pasado una semana desde que se fue, sé que llegó bien, ya se está instalando, y preparando para iniciar la universidad, no he podido hablar con él, mi viejito me da los saludos que me envía. Lo extraño tanto, estoy durmiendo en su cuarto, todo lo que está ahí tiene su aroma, y es como si una parte de él todavía estuviera a mí lado. Mi papá está pendiente de mí, tiene miedo de que me enferme de tristeza; yo trato de sonreír cuando estamos en las comidas y me abraza y trata de estar el mayor tiempo posible conmigo. Pero la soledad me inunda, esta casa se torna vacía sin él. Ahora esta tan lejos, que no es que él pueda tomar el metro, un bus o un taxi para venir a vernos. Nos separa una distancia muy grande. Ya se instaló Juan Pablo, pero no me dirige ni una palabra ni me mira, solo me habla cuando este papá, aunque mejor para mí, así evito cualquier enfrentamiento con él. Llegué de la escuela y mi papá me estaba esperando me dijo. -Hija que bueno que llegaste, quie
José Ignacio y Juan Pablo Narran Mire el expediente de Juan Pablo, hoy tenemos sesión, quiero ayudarlo, pero a veces pone una barrera invisible que le impide ver más allá de su visión, todavía recuerdo cuando me contó lo sucedido en su familia. Sesión 2 -Quiero que me cuentes ¿por qué razón te cuesta tanto relacionarte con tu hermana?, le pregunté y mientras hablaba su voz se quebraba, y luchaba por que las lágrimas no salieran. -Tenía una familia relativamente feliz, con sus altos y bajos, con Javier nos llevábamos bien… hasta que mi padre recibió una llamada urgente y tuvo que viajar; después nos enteramos de que había viajado fuera del país. No le dijo a nadie de que trataba, ni siquiera a mi madre, aunque ella le exigió que le dijera lo que sucedía, pero él no dio ninguna explicación. -Nunca voy a olvidar ese día, estábamos haciendo tareas en la sala, cuando llegó mi papá con una pequeña en brazos. Todos quedamos sorprendidos hasta que mi mamá le preguntó: - ¿Qué significa es
Camila Narra Tacho otro día en mi calendario, siento que el tiempo no corre como desearía, extraño tanto a Javier, y solo han pasado unos meses. Tengo miedo, mi papá va a salir de viaje, sé que no ha querido dejarme sola, pero ya no puede seguir postergando sus negocios, tendré que quedarme sola con Juan Pablo y no quiero. Miro a Lady con cariño, esta perrita me hace sentir amada y necesitada por alguien, sé que tengo que estar bien por ella porque es mi responsabilidad y además siento paz a su lado. José Ignacio Narra Voy en camino a la casa de Alejandro, tuve la autorización para entrevistar a su hija, aprovechando que Juan Pablo fue a ver a su abuela por el fin de semana largo. Busco la dirección y veo que es una casa grande, con un lindo jardín, se ve bien cuidado. Al entrar a la sala me doy cuenta de que sus muebles y decoración son minimalistas, tienen lo justo y necesario, pero es acogedora. Sale a saludarme Alejandro. -José Ignacio tanto tiempo. ¿Cómo está tu padre?... co
Camila Narra Mi papá se va de viaje. Me tengo que quedar con Juan Pablo, dos semanas que se me van a hacer eternas, pero espero que podamos llevarnos bien. La primera semana prácticamente no hablamos, solo lo justo y necesario, estaba muy ocupado con la tesis y sus compañeros vinieron casi todos los días. Después que llegaba de las clases ayudaba a la nana a atender al grupo. Yo también me encargaba de atender a los compañeros de Juan Pablo para evitar conflictos y llevarnos bien dentro de lo posible. Empezaba la segunda semana, y tenía un mal presentimiento. Sabía porque Juan Pablo estaba agotadísimo e irritable; tenía que hacer una presentación dando un avance de la tesis y eso lo tenía muy nervioso. El miércoles llegué del liceo y mi nana me esperaba. Estaba preocupada, la habían llamado de urgencia. -Camila que bueno que llegaste, tengo que viajar de urgencia, me avisaron que mi mamá esta grave y quería hablar con Don Alejandro para avisarle, pero no me he podido comunicar con