Se acabó.Cada día es lo mismo y no aguanto más.Renuncio.Abandono la partida.Lo que sea.Camino furiosa hacia la salida de la discoteca donde tenía la intención de pasar una muy buena noche de chicas junto a Alexia. Pero no, ella tenía que deslumbrar a todos con su hermosa cabellera larga y rubia, sus impresionantes ojos azules y su maravilloso cuerpo. Atrayendo a cada maldito hombre del lugar, dejándome a mí como la amiga a la cual le preguntan si tiene oportunidad con ella.Agg, lo odio. Odio esto.No puedo seguir siendo amiga de ella, me quita el brillo. Me deja en un último lugar.—Maddy —siento sus pasos detrás de mí.—Lo siento, Alexia. Pero me voy —digo rotunda y puedo imaginar la mueca que hace en estos momentos—. Sus labios apretados y ladeados.—Pero… chocolatito, no es mi culpa. No puedes permitir que un grupo de idiotas nos arruinen la noche de solo para chicas —me giro a enfrentarla y tiene un puchero en sus carnosos y llamativos labios. Agg, es que es tan hermosa—.—N
Liam—Si la hubieras visto, colega, tal vez me entendieras—digo dando un sorbo a mi café.—Ya, estás obsesionado con ese coño. Lo entiendo —dice Owen con expresión divertida.—Tal vez —le sigo el juego y él niega con la cabeza—. Pero ella me ha mandado a la mierda. Dice que no repite polvos, pero... ¡Dios!, ¡qué mujer!Paso mis manos por mi rostro. Tratando de borrar el recuerdo de la hermosa rubia que me montaba como si no hubiera un mañana hace unas cuantas noches atrás. He quedado prendado y si solo me diera unos minutos más con ella, juro que se me pasan las ganas. Pero es cruel.—Sí que te ha pegado duro —se burla mi mejor amigo—. Pero estoy seguro de que si la ve o la prueba, estaría igual que yo en estos momentos.—Es que es una jodida ninfa.— ¿Acaso sabes su nombre? —Frunzo el ceño—.—Emm, sí, dijo que se llamaba Zoe —mi rubio amigo y colega deja salir una carcajada que logra confundirme—. ¿Se está burlando otra vez?—Ese, definitivamente, no es su nombre.— ¿Tú cómo sabes? —
MaddyTras dejar salir un suspiro me dispongo a vestirme.Definitivamente, hoy no tengo ganas de martirizarme con las ideas locas que forma mi cabeza. Hoy solo voy a sentarme en una barra y beber hasta perder la conciencia.Ya no quiero pensar en ligar, en chicos, en Alexia y en mí.Está decidido.Elijo una falda recta hasta debajo de mis rodillas color rojo, que se ajusta a mi cuerpo como una segunda piel. Me pongo un crop top negro de mangas tres cuartos y escote en V. Acompaño mi atuendo con unos tacones negros no tan altos y me paso la plancha para dejar lacio mi cabello.Cuando termino de alistarme, recojo mi bolso y pongo mis cosas en él, para seguido tomar mi chaqueta y esperar a que mi mejor amiga llegue por mí.Llego a la sala de estar y allí está mi madre junto a mi padrastro viendo la televisión. Más allá, leyendo un libro, está mi hermana.— ¿Llegarás tarde? —Pregunta mamá y niego con la cabeza—.—Me quedaré en casa de Lex —contesto con una sonrisa y me acerco a ella para
MaddySonrío de lado. Liam Walker, lindo.El barman deja nuestros tragos frente a nosotros y le doy un pequeño sorbo a mi cóctel.Su mirada azulada está fija en la mía y eso es algo que me pone un tanto nerviosa. No estoy acostumbrada a este tipo de atención y que él, este allí devorándome con los ojos, es algo que pone mi piel de gallina.Pero, me obligo a mí misma a dejar la timidez de un lado y hablar con él.—Y dígame, señor Liam Walker. ¿Qué lo trae a mi lado y a brindarme un trago? —Cuestiono algo divertida y él me brinda una sonrisa radiante que me hace apretar los muslos. —Su belleza, por supuesto, señorita —agrega siguiéndome el juego y mis labios de curvan más—. He de decir que me he pasado la noche observándola, es usted una ninfa y me ha embrujado.—Eso sonó algo psicópata —digo con un poco de horror.—Sí, ¿verdad? —deja salir una ronca risa que logra contagiarme—.—Y para que quede claro, las ninfas no embrujan. Deslumbran con su belleza —le corrijo—. —Gracias por el da
LiamVeo a la joven y simpática morena que ha logrado volcar toda mi atención en ella desde que la vi en la discoteca. Y no es para menos, si ella realmente es hermosa.Fui atraído a su persona como la polilla a la luz. Cuando entró al lugar mirando con sus enormes ojos toda la instalación, evaluándola, me llamó verla.Entonces no pude parar de seguirla con la mirada. La vi beber junto a otra chica que no lograba ver bien, luego bailar de forma muy provocativa en la pista y luego marcharse a la barra de nuevo. Fue cuando me decidí ir a ella, aprovechando que Owen me había dejado botado por ir tras una chica.Lo que no me esperaba era que me iba a deleitar escuchándola hablar, que iba a desear que no parara nunca para no privarme de la melodía de su voz.¿Cursi? Tal vez. Pero nadie me puede quitar lo romántico empedernido que puedo llegar a ser.Pero cuando se iba, sentí que se llevaba mis esperanzas para siempre. Yo quería seguir viéndola, frecuentándola, quería escucharla hablar una
MaddyMiro al hombre a mi lado. Nos hemos sumido en un incómodo silencio desde que emprendimos camino hacia nuestra "cita". Él se ha dedicado a estar pendiente a la carretera y yo a mirar por la ventana.—Entonces... —dice algo inseguro—. Maddy. ¿Te gusta el queso? —Casi me río de su pregunta pero cuando me giro a verlo logro darme cuenta de que lo pregunta en serio.—Emm, claro. Me gusta.—Bueno, porque a donde te llevo, casi todo lo sirven con queso.—Suena bien.De nuevo silencio. Lo observo otro poco y me decido a entablar una conversación casual.En el tiempo que duramos en llegar a Brooklyn lo pasamos hablando del clima, sí, porque en la radio decían que el frío aumentaría y que pronto estaría nevando. También hablamos sobre economía y sobre política.Al entrar al pequeño restaurante el aire cálido nos recibe y debemos sacarnos los abrigos. Tomamos asiento en una mesa para dos, en el centro de la estancia y al segundo llega un mesero a tomar la orden.Liam me ruega que lo deje p
LiamObservo a la mujer que me tiene loco. No puedo creer la rapidez con la que estoy sintiendo algo por ella. ¡Y ni siquiera ha pasado ningún roce entre nosotros!Pero solo su presencia altera mi sistema y eso es suficiente para saber que estoy casi a sus pies. Y no me avergüenza decirlo, aunque Owen se burle de mí, no me importa.Me encanta Maddison Miller y no hay quien cambie eso.Sonrío cuando su mirada se encuentra con la mía. Ella también sonríe y eso es el incentivo para acercarme como si fuera atraído por el magnetismo de su cuerpo.—Hola —la saludo y la voz me sale un poco ronca.—Hola —contesta tímida y me acerco a besar su mejilla—. Duro más de lo normal.— ¿No me presentas, Maddy? —Pregunta una voz extrañamente conocida. Miro a la mujer al lado de mi morena y siento como la sangre se congela en mi sistema y mi sonrisa muere. Ella también me mira, pero con ojos entrecerrados—. Yo te conozco —dice y luego la comprensión se asienta en su rostro—.—Un momento, ¿se conocen? ¿D
MaddyMiro el mensaje que he enviado.No estoy segura de lo que estoy haciendo, pero sí que estoy consciente de que tal vez he exagerado un tanto las cosas, pero es que se siente tan mal enterarte que el hombre que te gusta y tu mejor amiga tuvieron un rollo de una noche.Saber eso me sentó tan mal que me aislé de todo el mundo. Fue como un golpe directo a la boca del estómago y me dije una y otra vez que no tenía suerte con las parejas. Que tirara la toalla.Sin embargo, tras discutir cinco veces con mi rubia amiga, por fin quedó claro que no había nada entre ellos y que debía darle una oportunidad a él de explicarse.Pero tengo miedo.Temo que al verlo solo me lo imagine a ellos follando y no pueda ni siquiera permitir que me toque.Es extraño, es asqueroso.En los últimos días me he dado cuenta de que Liam es un buen hombre, sin embargo duele que haya sido el amante de una noche de Alexia. ¿Cómo compito yo con ella? Creo que eso es lo que más me aterra.Siento el móvil vibrar en mi