LiamObservo a la mujer que me tiene loco. No puedo creer la rapidez con la que estoy sintiendo algo por ella. ¡Y ni siquiera ha pasado ningún roce entre nosotros!Pero solo su presencia altera mi sistema y eso es suficiente para saber que estoy casi a sus pies. Y no me avergüenza decirlo, aunque Owen se burle de mí, no me importa.Me encanta Maddison Miller y no hay quien cambie eso.Sonrío cuando su mirada se encuentra con la mía. Ella también sonríe y eso es el incentivo para acercarme como si fuera atraído por el magnetismo de su cuerpo.—Hola —la saludo y la voz me sale un poco ronca.—Hola —contesta tímida y me acerco a besar su mejilla—. Duro más de lo normal.— ¿No me presentas, Maddy? —Pregunta una voz extrañamente conocida. Miro a la mujer al lado de mi morena y siento como la sangre se congela en mi sistema y mi sonrisa muere. Ella también me mira, pero con ojos entrecerrados—. Yo te conozco —dice y luego la comprensión se asienta en su rostro—.—Un momento, ¿se conocen? ¿D
MaddyMiro el mensaje que he enviado.No estoy segura de lo que estoy haciendo, pero sí que estoy consciente de que tal vez he exagerado un tanto las cosas, pero es que se siente tan mal enterarte que el hombre que te gusta y tu mejor amiga tuvieron un rollo de una noche.Saber eso me sentó tan mal que me aislé de todo el mundo. Fue como un golpe directo a la boca del estómago y me dije una y otra vez que no tenía suerte con las parejas. Que tirara la toalla.Sin embargo, tras discutir cinco veces con mi rubia amiga, por fin quedó claro que no había nada entre ellos y que debía darle una oportunidad a él de explicarse.Pero tengo miedo.Temo que al verlo solo me lo imagine a ellos follando y no pueda ni siquiera permitir que me toque.Es extraño, es asqueroso.En los últimos días me he dado cuenta de que Liam es un buen hombre, sin embargo duele que haya sido el amante de una noche de Alexia. ¿Cómo compito yo con ella? Creo que eso es lo que más me aterra.Siento el móvil vibrar en mi
LiamDebo de estar demente.Soy un idiota.¿Cómo se me ocurre semejante estupidez? ¿Que haga un bolso con ropa?¡¿Dónde mierda se supone que la vas a llegar, imbécil?!Por eso no se puede improvisar. ¡No se puede actuar por impulso!Muerdo mi labio inferior al verla marchar. Tal vez sí es bueno, al fin y al cabo besarla fue instintivo y salió perfecto. Mejor de lo que pensaba.¡Joder, que indecisión!—Estas coladito por la morena, hermano —la voz burlona de Owen, quien alarga la "O" en la segunda palabra, llega desde mi espalda y ruedo los ojos.—Cállate. —Yo solo digo —lo imagino perfectamente encogiéndose de hombros despreocupado.Me vuelvo a verlo y tiene una sonrisa divertida en sus labios y me dan ganas de romperle su cara de niño bonito.—No digas nada.Paso por su lado y me encamino al interior del hospital. Siento los pasos de mi mejor detrás de mí y niego con la cabeza.—Pues sí digo. Y lo he visto y escuchado todo, por lo que pregunto: ¿dónde piensas llevar a tu chica?Mier
Maddy— ¿Qué te perece este? —Doy una vuelta y le muestro el vestido a Alexia—.—No, muy corto, parecerás muy lanzada —dice y ruedo los ojos—.—No es cierto.—Debes ponerte algo que diga: cómeme. Pero claro, debe ser de forma sutil. Déjame y te muestro —se levanta de la cama y comienza a buscar en mi guarda ropa—.La situación es esta:He llamado a mi amiga porque quiero que me ayude a escoger la ropa que llevaré, tanto la que me pondré como la que cargaré en el bolso. Pero todo a Lexi le parece o muy conservador o demasiado sexy.Y esto ya me está desesperando.Siento que me estoy ahogando en un vaso de agua, nada me confirma que Liam me lleve a su casa para tener sexo. Lo que sería estupendo, pero nada apunta a ello, ¿o sí?— ¡Lo tengo! —Exclama la rubia, dándose vuelta y mostrando dos prendas en sus manos. Levanto una ceja y ella sonríe satisfecha—. Te pondrás esto —me tiende unos leggins de cuero negro y un crop top con mangas largas del mismo color y con escote en V—. Es lindo, s
LiamCreí que tendría tiempo de inventar un plan antes de que Maddy saliera de su casa, sin embargo no fue así. Nada más enviarle el mensaje ella salió, con su hermosa sonrisa dibujada en el rostro, una mochila negra en mano y con Lexi detrás. Esta última se subió a su auto y arrancó segundos después.Cuando Maddison entró al auto su olor a frutas cítricas me envolvió, dejándome fuera de combate. Pero fue el casto beso en mi mejilla que me terminó de volver papilla de bebé.Cursi, sí. Pero no se puede condenar a un hombre... ¿enamorado?De verdad me encanta esta chica, más de lo que alguna vez me gustó otra, veo futuro aquí y quiero en serio, comenzar algo bien con ella.Hoy pienso pedirle que sea mi novia y empezar algo bueno. Mamá ha preparado una cena, lo que me facilita las cosas, solo tendría que calentarla y preparar la mesa.Improvisar.Aunque siempre resulta mal, debo hacerlo.—Estás muy callado —comenta y la miro rápido por el rabillo del ojo—.—Tú eres la callada.—Esperaba
Maddy— ¿Qué tanto me miras? —Le pregunto a Liam divertida antes de darle un bocado a mi cena—.—A ti —es una suerte que sea morena, ¿saben? Así mi sonrojo no se nota tanto en estos momentos. Pero sí que siento mis mejillas arder ligeramente.—Y... ¿qué me vez?—Lo hermosa que eres y lo afortunado que soy — ¡Joder! Debí quedarme callada.—No seas adulador.Él se ríe de forma suelta, confiada y me mira con ojos alegres.—Solo soy sincero —extiende su mano sobre la mesa y toma la mía—. Eres única, Maddy, y yo soy un puto idiota con suerte.Oculto la sonrisa tonta bebiendo de mi vaso de agua.Los ojos azules de Liam son claros y hermosos. Su mirada tiene el poder de hechizarme y hacerme temblar.Continuamos la cena con piropos de su parte y cuando acabamos juntos nos ponemos a lavar los platos.—Estuvo todo muy rico —digo refiriéndome a la comida—. Y por alguna razón sé que no la hiciste tú.— ¡Oye! —Hace una mueca de ofensa muy fingida y levanto una ceja—. Bien, tienes razón, ¡pero vamo
MaddyLiam cierra sus ojos, como atormentado y niega con la cabeza.—No me castigues así —sisea con los dientes apretados. Me levanto de la cama y doy dos pasos en su dirección—.—Eres tú quien te estás limitando —uso los trucos coquetos que me enseño Lexi. Ladeo mi cabeza y cruzo mis brazos debajo de mis senos, pareciendo insegura pero en realidad realzando mis pechos—. Pero ni modo —me encojo de hombros y me doy la vuelta—. Otro día será.—Buenas noches —dice con voz ronca y escucho la puerta cerrarse.—Mierda– maldigo entre dientes y me dejo caer en la cama nuevamente—. Soy una idiota. ¿Por qué simplemente no me tiré sobre él? Es algo que haría Lexi.Pero yo no soy Lexi. Digo por dentro de mí.Resoplo antes de ir a mi mochila y tomar mi última arma. Dejo el pijama sobre la cama y busco una toalla en el armario, cuando doy con una inmensa de color verde aceituna sonrío satisfecha y me dispongo a quitarme la ropa y envolverme con ella, necesito una ducha antes de irrumpir en la habit
Liam—Estás sonriendo como idiota —la voz de Maddy me llega en un murmullo entre cansado y somnoliento—.Mi sonrisa se hace más grande si es posible.—Soy un idiota feliz —le digo antes de besar su frente y estrecharla más contra mi cuerpo—.La escucho reír. Si supiera el nivel de felicidad que corre por mis venas y si supiera también la importancia que tiene el acto que llevamos a cabo la noche anterior, creo que no me diría idiota.Hacer el amor por primera vez con mi chica es un hecho único y especial para mí. Para los dos. Ella nos ha otorgado esa intimidad perfecta de una pareja y eso me llena de inmensa alegría.El poder recorre su piel suave con mis dedos, besar cada rincón de su cuerpo y compartir el calor del sexo es tan trascendente para mí como el recibir un Premio Nobel de Medicina.¿Exagerado? No, por supuesto que no. Desde que conocí a Maddison ella es la parte más esencial de mi existencia junto a mi madre. Ella es mi complemento como hombre, ella es la mujer de mi vida