MaddySonrío de lado. Liam Walker, lindo.El barman deja nuestros tragos frente a nosotros y le doy un pequeño sorbo a mi cóctel.Su mirada azulada está fija en la mía y eso es algo que me pone un tanto nerviosa. No estoy acostumbrada a este tipo de atención y que él, este allí devorándome con los ojos, es algo que pone mi piel de gallina.Pero, me obligo a mí misma a dejar la timidez de un lado y hablar con él.—Y dígame, señor Liam Walker. ¿Qué lo trae a mi lado y a brindarme un trago? —Cuestiono algo divertida y él me brinda una sonrisa radiante que me hace apretar los muslos. —Su belleza, por supuesto, señorita —agrega siguiéndome el juego y mis labios de curvan más—. He de decir que me he pasado la noche observándola, es usted una ninfa y me ha embrujado.—Eso sonó algo psicópata —digo con un poco de horror.—Sí, ¿verdad? —deja salir una ronca risa que logra contagiarme—.—Y para que quede claro, las ninfas no embrujan. Deslumbran con su belleza —le corrijo—. —Gracias por el da
LiamVeo a la joven y simpática morena que ha logrado volcar toda mi atención en ella desde que la vi en la discoteca. Y no es para menos, si ella realmente es hermosa.Fui atraído a su persona como la polilla a la luz. Cuando entró al lugar mirando con sus enormes ojos toda la instalación, evaluándola, me llamó verla.Entonces no pude parar de seguirla con la mirada. La vi beber junto a otra chica que no lograba ver bien, luego bailar de forma muy provocativa en la pista y luego marcharse a la barra de nuevo. Fue cuando me decidí ir a ella, aprovechando que Owen me había dejado botado por ir tras una chica.Lo que no me esperaba era que me iba a deleitar escuchándola hablar, que iba a desear que no parara nunca para no privarme de la melodía de su voz.¿Cursi? Tal vez. Pero nadie me puede quitar lo romántico empedernido que puedo llegar a ser.Pero cuando se iba, sentí que se llevaba mis esperanzas para siempre. Yo quería seguir viéndola, frecuentándola, quería escucharla hablar una
MaddyMiro al hombre a mi lado. Nos hemos sumido en un incómodo silencio desde que emprendimos camino hacia nuestra "cita". Él se ha dedicado a estar pendiente a la carretera y yo a mirar por la ventana.—Entonces... —dice algo inseguro—. Maddy. ¿Te gusta el queso? —Casi me río de su pregunta pero cuando me giro a verlo logro darme cuenta de que lo pregunta en serio.—Emm, claro. Me gusta.—Bueno, porque a donde te llevo, casi todo lo sirven con queso.—Suena bien.De nuevo silencio. Lo observo otro poco y me decido a entablar una conversación casual.En el tiempo que duramos en llegar a Brooklyn lo pasamos hablando del clima, sí, porque en la radio decían que el frío aumentaría y que pronto estaría nevando. También hablamos sobre economía y sobre política.Al entrar al pequeño restaurante el aire cálido nos recibe y debemos sacarnos los abrigos. Tomamos asiento en una mesa para dos, en el centro de la estancia y al segundo llega un mesero a tomar la orden.Liam me ruega que lo deje p
LiamObservo a la mujer que me tiene loco. No puedo creer la rapidez con la que estoy sintiendo algo por ella. ¡Y ni siquiera ha pasado ningún roce entre nosotros!Pero solo su presencia altera mi sistema y eso es suficiente para saber que estoy casi a sus pies. Y no me avergüenza decirlo, aunque Owen se burle de mí, no me importa.Me encanta Maddison Miller y no hay quien cambie eso.Sonrío cuando su mirada se encuentra con la mía. Ella también sonríe y eso es el incentivo para acercarme como si fuera atraído por el magnetismo de su cuerpo.—Hola —la saludo y la voz me sale un poco ronca.—Hola —contesta tímida y me acerco a besar su mejilla—. Duro más de lo normal.— ¿No me presentas, Maddy? —Pregunta una voz extrañamente conocida. Miro a la mujer al lado de mi morena y siento como la sangre se congela en mi sistema y mi sonrisa muere. Ella también me mira, pero con ojos entrecerrados—. Yo te conozco —dice y luego la comprensión se asienta en su rostro—.—Un momento, ¿se conocen? ¿D
MaddyMiro el mensaje que he enviado.No estoy segura de lo que estoy haciendo, pero sí que estoy consciente de que tal vez he exagerado un tanto las cosas, pero es que se siente tan mal enterarte que el hombre que te gusta y tu mejor amiga tuvieron un rollo de una noche.Saber eso me sentó tan mal que me aislé de todo el mundo. Fue como un golpe directo a la boca del estómago y me dije una y otra vez que no tenía suerte con las parejas. Que tirara la toalla.Sin embargo, tras discutir cinco veces con mi rubia amiga, por fin quedó claro que no había nada entre ellos y que debía darle una oportunidad a él de explicarse.Pero tengo miedo.Temo que al verlo solo me lo imagine a ellos follando y no pueda ni siquiera permitir que me toque.Es extraño, es asqueroso.En los últimos días me he dado cuenta de que Liam es un buen hombre, sin embargo duele que haya sido el amante de una noche de Alexia. ¿Cómo compito yo con ella? Creo que eso es lo que más me aterra.Siento el móvil vibrar en mi
LiamDebo de estar demente.Soy un idiota.¿Cómo se me ocurre semejante estupidez? ¿Que haga un bolso con ropa?¡¿Dónde mierda se supone que la vas a llegar, imbécil?!Por eso no se puede improvisar. ¡No se puede actuar por impulso!Muerdo mi labio inferior al verla marchar. Tal vez sí es bueno, al fin y al cabo besarla fue instintivo y salió perfecto. Mejor de lo que pensaba.¡Joder, que indecisión!—Estas coladito por la morena, hermano —la voz burlona de Owen, quien alarga la "O" en la segunda palabra, llega desde mi espalda y ruedo los ojos.—Cállate. —Yo solo digo —lo imagino perfectamente encogiéndose de hombros despreocupado.Me vuelvo a verlo y tiene una sonrisa divertida en sus labios y me dan ganas de romperle su cara de niño bonito.—No digas nada.Paso por su lado y me encamino al interior del hospital. Siento los pasos de mi mejor detrás de mí y niego con la cabeza.—Pues sí digo. Y lo he visto y escuchado todo, por lo que pregunto: ¿dónde piensas llevar a tu chica?Mier
Maddy— ¿Qué te perece este? —Doy una vuelta y le muestro el vestido a Alexia—.—No, muy corto, parecerás muy lanzada —dice y ruedo los ojos—.—No es cierto.—Debes ponerte algo que diga: cómeme. Pero claro, debe ser de forma sutil. Déjame y te muestro —se levanta de la cama y comienza a buscar en mi guarda ropa—.La situación es esta:He llamado a mi amiga porque quiero que me ayude a escoger la ropa que llevaré, tanto la que me pondré como la que cargaré en el bolso. Pero todo a Lexi le parece o muy conservador o demasiado sexy.Y esto ya me está desesperando.Siento que me estoy ahogando en un vaso de agua, nada me confirma que Liam me lleve a su casa para tener sexo. Lo que sería estupendo, pero nada apunta a ello, ¿o sí?— ¡Lo tengo! —Exclama la rubia, dándose vuelta y mostrando dos prendas en sus manos. Levanto una ceja y ella sonríe satisfecha—. Te pondrás esto —me tiende unos leggins de cuero negro y un crop top con mangas largas del mismo color y con escote en V—. Es lindo, s
LiamCreí que tendría tiempo de inventar un plan antes de que Maddy saliera de su casa, sin embargo no fue así. Nada más enviarle el mensaje ella salió, con su hermosa sonrisa dibujada en el rostro, una mochila negra en mano y con Lexi detrás. Esta última se subió a su auto y arrancó segundos después.Cuando Maddison entró al auto su olor a frutas cítricas me envolvió, dejándome fuera de combate. Pero fue el casto beso en mi mejilla que me terminó de volver papilla de bebé.Cursi, sí. Pero no se puede condenar a un hombre... ¿enamorado?De verdad me encanta esta chica, más de lo que alguna vez me gustó otra, veo futuro aquí y quiero en serio, comenzar algo bien con ella.Hoy pienso pedirle que sea mi novia y empezar algo bueno. Mamá ha preparado una cena, lo que me facilita las cosas, solo tendría que calentarla y preparar la mesa.Improvisar.Aunque siempre resulta mal, debo hacerlo.—Estás muy callado —comenta y la miro rápido por el rabillo del ojo—.—Tú eres la callada.—Esperaba