ErickEn las últimas dos semanas las cosas no han cambiado mucho con Alexia, ella sigue en coma, su cerebro sigue inflamado y aunque sus heridas se están curando ella sigue en peligro.También está el funeral de la madre de Owen, fue más lúgubre de lo común y fuimos solo por respeto a él ya que nadie quería separarse del hospital por si había cambios, pero no, no hubo ninguno. Tuve una pelea con mi yerno por el simple hecho de que ninguno quiere separarse de ella y solo una persona puede entrar a la UCI. En fin, todos tensos, nerviosos y poco centrados. No he ido al taller en días y Rita ya está un poco irritada. Los niños pasan la mañana en el jardín y en las tardes van con Tere a mi casa hasta que Owen los pasa a buscar en la noche.Es mi turno de entrar a ver a mi reina y en cuanto la veo el nudo en mi pecho se hace más grande, está llena de cables y conectada a máquinas para mantenerla con vida, sus golpes ya están de un tono amarillo y su cuerpo ya está notablemente más delgado.
ErickSeis meses después...Me despierto mirando a mi alrededor. Nuevo día, otro día donde Alexia no da ninguna señal de querer despertar. Luego de dos meses su cerebro se recuperó y los médicos la sacaron del coma inducido, diciendo que en cualquier momento despertaría, pero ese momento no ha llegado. Según me dicen los doctores y Owen es que su cerebro no está ordenando al cuerpo despertar, le hicieron algunos estudios pero todo salió bien. Simplemente ella no quiere abrir los ojos.Me levanto de la cama para ir a verla al hospital, cuando me encamino al baño la voz de Rita me detiene.— ¿A dónde vas?—Al hospital, iré a ver a Alexia —contesto sin darme la vuelta y me voy al baño—.Ella me sigue y le doy un beso en la frente.—Estás descuidando todo por ella, Erick. Lexi no se irá del hospital y tampoco le pasará nada —la miro incrédulo—.—Es mi hija, necesito saber que está bien.—Y te entiendo, pero en los últimos meses no has asistido al taller y no atiendes tu hogar, tu familia.
Rita—Tienes que relajarte, mamá. Es su hija, es lógico que esté alterado. Piensa, ¿y si fuese yo el que estuviera en coma, cómo te sentirías?—Fatal —contesto de mala gana a Maximilian—. No sé para qué lo llamé sí sabía que se pondría de parte de Erick.Y muy en el fondo sé que tiene razón, pero es que tengo miedo de perderlo, ya perdí un esposo, no quiero estar sola de nuevo.—Entonces dale unos días, bríndale tu apoyo y deja de decir que Alexia está muerta —me regaña y ruedo los ojos—. —Sus propios médicos dicen que está conectada en vano, no puede respirar por sí sola. —Me siento al lado de la cuna de Luke y lo observo jugar.—No sabemos si eso es verdad. Escucha, muchos doctores hacen cosas horribles por obtener buenos órganos y según sé, Alexia es donante. Es mejor esperar que pase un año para tomar decisiones apresuradas, he escuchado de personas que duran años en coma y despiertan —suelto un suspiro y muerdo mi labio—.—Quizás tienes razón.—Siempre tengo razón —dice y me río
OwenCamino directo hasta la oficina del detective, según me dijo hace unos minutos en una llamada, tiene información sobre el caso de Sindy. Doy unos toques a la puerta y escucho su gruesa voz dándome el permiso de entrar.—Buen día, señor Marshall —me tiende la mano y la recibo contestando a su saludo—. Lamento sacarlo de su trabajo pero es necesario que esté aquí.—No se preocupe, no tenía mucho que hacer hoy.—Bien, en ese caso tome asiento —él se sienta en su sillón y lo imito—. –Lo he convocado porque ya tenemos el resultado de la autopsia, la señorita trató de quitarse la vida varias veces, los médicos encontraron fármacos en su sistema y también marcas de cortadas en las muñecas. ¿Conoce usted si sufría de algún trastorno?—No, creo que no —niego con el ceño fruncido—. Bueno, ella me... —aclaro mi garganta y me remuevo incómodo en la silla—. Me drogó una vez para tratar de conseguir lo que quería.— ¿Y eso era? —Me mira con curiosidad—.—Separar a mi mujer de mí, pero eso es i
Erick—Happy Birthday to you... —le cantamos cumpleaños a Luke. Rita y yo lo sostenemos al lado del pastel que tiene una vela con el número uno.Estamos todos en casa, celebrando el primer año de mi hijo, una semana después de que Alexia haya despertado. A ella le dieron el alta dos días más tarde ya que estaba en excelentes condiciones, claro está que debe permanecer en reposo y alimentarse bien. Owen se mantiene detrás de ella a cada rato por eso, y justo ahora está al lado de ella evitando que se levante de su silla.Soplamos las velas cuando terminamos de cantar y Luke aplaude emocionado.—Qué lindo, bebé —dice Gina y le tiende un regalo—. Sé que era sin regalos, pero no me pude resistir —sonríe con falsa inocencia y ruedo los ojos—.Rita ayuda al niño a abrir el paquete, dentro hay un Buzz Lightyear que al presionar un botón dice "Al infinito y más allá". Luke se olvida inmediatamente de todo para ponerse a jugar con el muñeco.—Yo quiero de ese pastel —dice Lexi y Rita la consie
Me visto con lo más provocativo que encuentro en mi closet, un vestido azul celeste que resalta con mi piel oscura. Es de tirantes finos que se amarran en mi nuca y tan corto que apenas cubre mi trasero. Los convino con unos tacones blancos y pongo mi rebelde pelo castaño en un moño alto.Observo mi apariencia en el espejo y asiento satisfecha. No quiero ser más la sombra de Lexi, mi mejor amiga desde niñas. Estoy harta de que sea ella la que destaque entre las dos, y esta noche en la fiesta de la hermandad Delta Kappa, pienso brillar y ¿por qué no?, ligar.Es hora de ser yo misma, de amarme y no dejar que la bomba sexy de Alexia Williams me opaque siempre.Tal vez hoy encuentre a mi chico del beso perfecto. Sonrío ante mi pensamiento. Todas las veces antes de salir pienso en esa estupidez, mi madre me ha llenado la cabeza de cuentos de hadas estúpidos y de príncipes azules imaginarios.La puerta de mi habitación se abre de golpe y ruedo los ojos.— ¡Aprende a tocar! —Le grito a quien
Se acabó.Cada día es lo mismo y no aguanto más.Renuncio.Abandono la partida.Lo que sea.Camino furiosa hacia la salida de la discoteca donde tenía la intención de pasar una muy buena noche de chicas junto a Alexia. Pero no, ella tenía que deslumbrar a todos con su hermosa cabellera larga y rubia, sus impresionantes ojos azules y su maravilloso cuerpo. Atrayendo a cada maldito hombre del lugar, dejándome a mí como la amiga a la cual le preguntan si tiene oportunidad con ella.Agg, lo odio. Odio esto.No puedo seguir siendo amiga de ella, me quita el brillo. Me deja en un último lugar.—Maddy —siento sus pasos detrás de mí.—Lo siento, Alexia. Pero me voy —digo rotunda y puedo imaginar la mueca que hace en estos momentos—. Sus labios apretados y ladeados.—Pero… chocolatito, no es mi culpa. No puedes permitir que un grupo de idiotas nos arruinen la noche de solo para chicas —me giro a enfrentarla y tiene un puchero en sus carnosos y llamativos labios. Agg, es que es tan hermosa—.—N
Liam—Si la hubieras visto, colega, tal vez me entendieras—digo dando un sorbo a mi café.—Ya, estás obsesionado con ese coño. Lo entiendo —dice Owen con expresión divertida.—Tal vez —le sigo el juego y él niega con la cabeza—. Pero ella me ha mandado a la mierda. Dice que no repite polvos, pero... ¡Dios!, ¡qué mujer!Paso mis manos por mi rostro. Tratando de borrar el recuerdo de la hermosa rubia que me montaba como si no hubiera un mañana hace unas cuantas noches atrás. He quedado prendado y si solo me diera unos minutos más con ella, juro que se me pasan las ganas. Pero es cruel.—Sí que te ha pegado duro —se burla mi mejor amigo—. Pero estoy seguro de que si la ve o la prueba, estaría igual que yo en estos momentos.—Es que es una jodida ninfa.— ¿Acaso sabes su nombre? —Frunzo el ceño—.—Emm, sí, dijo que se llamaba Zoe —mi rubio amigo y colega deja salir una carcajada que logra confundirme—. ¿Se está burlando otra vez?—Ese, definitivamente, no es su nombre.— ¿Tú cómo sabes? —