*Un mal presentimiento*Amalia tenía una semana de haber dado a luz a su bebé y Dylan estaba dispuesto a hablarle sobre el asunto a su amigo y hacerle algunas preguntas en cuanto llegara a la ciudad.Mientras en ese mismo momento Dante estaba observando un pago por maternidad y enseguida imaginó que se trataba del nacimiento de su hijo, eso hizo que su corazón saltara.No se dio a esperar y, de inmediato, con el nombre del hospital hizo una llamada.—¡Sí, buenos días!—Buenos días. Me gustaría tener información sobre la señora Amalia Zambrano, ya que hace pocos días ha dado a luz en ese hospital.—¿Es usted pariente cercano de la señora Zambrano?—¡Sí, señorita! Soy el señor Jones, esposo de la señora y padre del bebé.A la enfermera le pareció extraño que un padre apareciera después de una semana, así que solo le dio información básica intentando proteger a la paciente.—La señora Zambrano, hoy tiene ocho días que tuvo a su bebé, el parto fue un éxito y los dos están de alta en casa.
*La viuda Jones*Una mañana que se había convertido en humo y solo se repetía el sonido de las sirenas de la ambulancia. Esa era la escena que había planeado y llevado a cabo Mía Ferrer, en la cual tomó el papel de actriz. Ella lloraba desconsoladamente y alertó a todos los medios de comunicación, quienes se hicieron presentes haciendo la noticia mundial.«Terrible accidente está siendo investigado en la zona exclusiva de Manhattan.» «Se presume que el importante CEO y hombre de negocios, Dante Jones, estaba a bordo del vehículo que se encuentra en el fondo del pantano»«¿Un terrible accidente toma la vida del importante multimillonario y hombre de negocios Dante Jones?» Noticia en desarrollo.Las redes sociales y revistas de farándula explotaron con las noticias, dejando a todos a la espera de actualización sobre el tema. La búsqueda fue extensa, buscaron entre los escombros y sacaron del lugar el auto en el que se desplazaba Dante y estaba irreconocible.Fue en ese momento en que ll
*Una reunión*Pasó una semana donde la búsqueda se profundizó, pero no tenían noticias alentadoras y las cosas con Mía se estaban saliendo de control. Ella insistía que era la viuda y heredera de todo y cada día actuaba más insoportable.—Espero que hayas venido a este lugar para informarme sobre el destino que está por tomar la empresa, pues si no lo sabes, todo se está saliendo de control.—Tienes razón y por eso he organizado una reunión para el viernes.—¿Vas a leer el testamento?Dylan la miró con rabia y colocó en blanco sus ojos —¡No hay testamento!—¿Entonces para qué será la reunión? —Junto a los padres de Dante hemos decidido dejar el manejo y control de la empresa en manos de los herederos que ha dejado mi amigo.—¡Es lo correcto! —celebró descaradamente con una amplia sonrisa y aplausos de emoción.—¿Te ves feliz?Solo hasta ese momento intentó disimular su alegría, pero ya era más que obvio su total desinterés.—Siento que llevando la empresa a la cima, honraré el nombre
*Algo inconcluso*Con un nudo en la garganta, el día jueves Amalia se paró frente a su jefe y lo miró con seriedad. Ella no sabía cómo emitir las palabras que tenía para decirle, así que no lo pensó más y se expresó.—Necesito salir del pueblo para el fin de semana, tengo algunas cosas personales que resolver. —ella solo lo dijo y se quedó esperando su reacción.—¿Está todo bien? Hace días que te noto un poco extraña.—Todo está bien, se trata de un asunto personal y debo ausentarme el fin de semana, pero prometo que para el lunes estaré de regreso.—Está muy claro que no confías en mí. —Se acercó a ella, tomó su mano con delicadeza y la miró a los ojos. —Pero aun así te ofrezco mi apoyo incondicional.Amalia se sentía miserable al no poder corresponderle a un hombre que se mantuvo junto a ella, aún embarazada de un niño que venía diferente. No le importó que tenía su corazón roto y siempre estuvo ahí apoyándola incondicionalmente. Se le rompía el corazón viendo la tristeza que salía
*De regreso*El viaje había iniciado y con este la tensión, pues Amalia sentía miedo. Llevaba con ella al pequeño Steve, trataba de recargar fuerzas mediante su bebé y las esperanzas de tener de vuelta a su madre. Con ese pensamiento se mantuvo todo el camino, pero al llegar al lugar que había abandonado de una manera tan triste y repentina, la hizo regresar a su realidad.La recibió el chófer de Dylan y la llevó al Penthouse que tenía en el centro. Su pequeño bebé estaba encantado con las luces y su rostro se iluminó conociendo nuevos lugares.—Bienvenida, Amalia. Solo tenemos tiempo para que te arregles para ir a la reunión.¿Había sido una buena idea regresar? Sabía que la respuesta era negativa, pero lo que no podía descifrar era lo que realmente sentía, pues a pesar del miedo se sentía en casa.—¿Debo asistir? —dejó salir sus palabras sin poder detenerla.Entonces Dylan caminó hacia ella y tocó su hombro. —Desde el principio, te dejé claro que esto no es una obligación. Ahora voy
«Narrador»En un gran salón de eventos Luxury en el centro de Manhattan, se estaba llevando a cabo una reunión donde celebraron un reconocimiento más a “Dante Jones": Un importante CEO que por años había sido nombrado “Empresario del año” Este logro permanecía firme cada año, pues su trabajo y desempeño lo mantenía siendo el número uno.Todos admiraban la inteligencia y capacidad que lo mantenía en la cima. Sin embargo, su rostro estaba seco y sin ninguna expresión, esa era su forma natural y la que todos ya conocían.—¡Mi querido y amargado amigo! —se acercó Dylan, su mejor amigo y compañero —¿Ya cansado de recibir el mismo nombramiento cada año?—¡Shhh! Siempre tan impetuoso y falta de respeto ¿Qué sucede si te escuchan los chismosos de la farándula y los paparazzi?Él se quedó mirando a Mía: Una socialité hermosa que cautivó a todos desde su ingreso a la importante reunión. Ella era esbelta, alta, cabello escandalosamente rubio y de carácter totalmente engreído y caprichoso.—No cr
Al siguiente día, llena de esperanza en una nueva oportunidad, Amelia se vistió acorde a la ocasión. Miraba su reflejo frente aquel viejo y roto espejo, mientras los nervios tomaban control absoluto de su cuerpo.—¡Hermosa! —escuchó la voz de su amiga Elisa, quien siempre está pendiente a todos sus pasos.—Me has asustado. ¿Ya se tocan las puertas?Ella con los ojos entrecerrados analizó a su amiga y la miraba con picardía —¿Tienes una cita y no me contaste?Amalia continuaba en el espejo —No sé si llamarla cita, pero el empresario Jones, me ha invitado esta tarde a una reunión.—¡No! ¿Volviste a verlo?—Él se acercó y me invitó esta tarde a su mansión.—¿Lo hizo en persona?Ella asintió con su rostro sonrojado mientras le daba vuelta a un mechón de su cabello.—¿Qué crees que te va a proponer?—¡No lo sé! Y no sigas haciendo preguntas que solo me estás poniendo más nerviosa.—¿Piensa que te comprará la virginidad? De ser así asegúrate de que sea bien pagada.—¡Elisa!! No me estás ayu
Con el corazón palpitante y sus rodillas a punto de traicionarla amenazando con tirarla al suelo, Amelia salió corriendo de la mansión y tomó un taxi. Ella después del beso había perdido el control por completo.En cuanto el chófer se percató de lo sucedido fue con su jefe, quien aún permanecía en la sala repitiendo en su cabeza cada gesto de la señorita que lo acompañaba hacía solo unos minutos. Él fue interrumpido por el molesto ruido de una persona que aclaraba su garganta.—¿Qué sucede?—La joven salió a toda prisa y no permitió que la llevará.—¿Se ha marchado? —se puso de pie mostrando su descontento.—¡Así es! Ella tomó un taxi y se marchó.Él se quedó un rato pensativo y luego miró a Samuel «su chófer»—¿Hiciste lo que te pedí sobre investigar a Amalia?—Como lo imaginé desde un principio, ella es una mujer marginal que no tiene nada que ofrecer.—No te pedí tu opinión, te pedí investigar a la joven. No me hagas enojar.—Bueno. Me enteré de que tiene a su madre internada en un