CamilaEstaba tan cansada que estuve a punto de rendirme, de solo pensar que si dejaba eso como estaba al día siguiente tendría que volver a ver esa montaña de papeles que me estaba dejando sin vida. Tuve en mi cabeza todo momento que yo era capaz, que yo podía, que soy fuerte y valiente; que soy más fuerte que una pila de papel, que Franco no iba a poder conmigo y yo era más que sus limitaciones contra mí.Quiero recuperar lo que le pertenece a mi padre, me he propuesto trabajar arduamente para eso. En algún momento puedo tener mucho dinero, demasiado, tanto que pueda comprar de vuelta ChocoFrench y darle a mi papá el cargo que solo a él le pertenece. El dueño y CEO.—Estamos listos para irnos, Camila ¿aun no termina de comer?—No, sabe que me salí tarde de mis ejercicios.—Ese no es mi problema, sabía que debíamos irnos a esta hora. ¿Por qué no interrumpió sus ejercicios antes?—No podía dejar mi rutina a medias, podría usar la piscina, pero usted me impidió el paso.—Me voy, ya ust
FrancoMelli estaba molesta conmigo, sabía que reaccionaría de esa manera, no solo por no contarle nada sobre el viaje que haré con Camila, si no por tomar decisiones sin comentarle nada con anticipación.—¿Por qué Franco? Ves, esto era lo que decía, empezaste mal. Primero me dices un montón de mentiras, me ocultas cosas, ahora te vas con esa mujer de viaje. ¿no que nada cambiaría?—Nada ha cambiado, en tu cabeza ya se está creando algo que no es, todo sigue igual. Pero quiero que lo veas como algo de trabajo, es mi asistente, no pienso dejarla aquí sola haciendo lo que quiera.En medio de la conversación alguien me llama.—Espera un momento es de la casa.Melli se cruza de brazos, señal de molestia.—¿Hola?—Señor, Franco. Lamento interrumpirlo, pero quería saber algo.—Si, Daila. Dígame.—Es que la señora Lola se acaba de ir y hasta donde veo en su cronograma hoy no le tocaba salida, ¿quería saber si hubo algún cambio para modificar las funciones?—Espere, no comprendo que habla ¿Cu
CamilaComo aquel juego de puzzle, acomodé las cosas en las dos maletas, debo admitir que me causó cierta sorpresa las cosas que tiene Franco en su armario, es ordenado; muy ordenado, entre sus cosas había colecciones de relojes, había trajes de diseñador, todo es casi que único, sus perfumes, zapatos, corbatas, todo. Es un placer tener tantas cosas lindas en frente de mi y poder apreciarlas de cerca.—El señor últimamente está usando esta maleta para viajar, también, lleva esos sacos o forros en los que mete sus trajes para que no se dañen. Por allá en esa maleta guarda otras cosas, pero no estoy segura de que sea. Aquí, en estos estuches, guarda su ropa interior y por acá en estas cajas de terciopelo, las cosas de valor.Daila me hizo una introducción del enorme closet de Franco, es más grande que el de mi padre, unas tres o cuatro veces.—Gracias, Daila. Con esa información puedo hacer las maletas de Franco. En un momento le dejaré los trajes que debe planchar para él, quisiera bus
FrancoEl viaje estaba planificado desde hace unos días antes de casarme, tenía a mis socios seleccionados. Lo que no veía venir fueron los cambios de Phillip Edwards a nuestro acuerdo.—Camila, ¿tiene todo en el auto?—Si, ya está todo.Parece que solo nos queda irnos al aeropuerto.El conductor espero hasta que guardáramos cada cosa, el espacio casi que ni alcanza.—Camila, ¿Por qué llevas tantas cosas? Tampoco nos vamos por un mes.—Lo sé, pero si nos vamos por tres días, lo que es mucho tiempo para una mujer. Aunque no llevo casi nada, sabiendo que no voy de paseo, hay muchas cosas que decidí no llevar conmigo.Nos espera una hora y media de viaje si no hay retrasos.—¿Puedo saber de que son las reuniones? Digo, como su asistente debo saber o contextualizarme, ¿no?—Es sobre la empresa que era de su padre.—¿Exactamente de que tratará?—Es mi proyecto en cuanto a lo que quiero con la empresa ChocoFrench.—¿Podría decirme?—No lo voy a repetir en la reunión, cuando estemos allá se
CamilaHay personas que simplemente no pensamos volver a ver, no por el tiempo o la distancia, es porque nos falta coraje y valentía para enfrentarlas. En mi caso sabía que el amor no me dejaría, el amor que un día le tuve a alguien, una persona que se alejó de mí y desde el enojo la quise distanciar. Quise reemplazar el cariño que le tenía por rabia, para poder sacarla de mi corazón y así no idealizarla, pero las veces que he visto a Beto, no puedo negar que me incómoda. Me desestabiliza, no es porque lo vea con ojos de amor, es porque remueve eventos del pasado.Conozco al señor Jhony hace mucho, sé sobre su familia al igual que ellos conocen la mía. Ese hombre se ganó parte de mi rencor por su manera de rechazar a mi padre y a mí cuando la situación económica nos ganó. Hasta se interpuso para que Beto dejara de hablarme, no quiero ni imaginarme lo que dirá por el hecho de haberme casado con Franco Collins, ante sus ojos seré una vil interesada; pero no me interesa. Por lo menos me
FrancoCamila es la única que puede hacer esto en mí, es buena para hacerme enojar cuando le place. Quise ir tras ella por la bofetada que me dio, mi piel arde por lo fuerte que me golpeó. De no estar en la reunión, me hubiera importado todo para aclararle como son las cosas.Me di la vuelta para volver, pero allí cerca me encontré al imbécil de Beto, parece que aquí hay algo que resolver. Ese imbécil no puede venir a acercarse a mi esposa de esa manera, tomarla de la mano, ¿Qué pasa si alguien ve? Quedará Franco Collins como el pobre hombre al que le ponen cuernos, eso lo tengo que hablar seriamente con Camila, a mi no me va a ver la cara de imbécil con ese hijo de papi y mami.—Lamento la demora, mi esposa no se siente bien. Por eso decidió volver al hotel, espero que para mañana esté mejor, es importante que ella también esté aquí.—Parece que ella no está conforme con la propuesta que tienes —dice Jhony.—Para ella es complejo, claramente por los lazos de sangre que tiene con la e
CamilaMe quedé a enfrentarlo, no podía ir huyendo si eso era lo que esperaba. La actual Camila no se espanta ante los tipejos como Franco Collins que quieren intimidar con su poder y su presencia.Lo sucedido fue inesperado, exploté por las emociones fuertes que enfrentaba; pero todo se me juntó, Beto, lo de la empresa, el imbécil de Franco, todo me toma por sorpresa provocando esa reacción en mí. Lo esperé en el hotel, me tomé un par de copas de vino después de pedir servicio al cuarto.Quería decirle muchas cosas, hasta de lo que se iba a morir, aunque cuando lo vi, preferí quedarme callada y hacerme a un lado. Pero como para Franco Collins nunca es suficiente, terminados discutiendo.Sus palabras siempre son ofensivas, parece que es de costumbre el hecho de tratar a la gente como le place, pero se equivoca; yo les respondía a todos sus insultos, no me quedé callada, si él quiere hacerme frente con sus ofensas, también yo lo haré.Lo que no esperaba es que el momento de presión por
FrancoSoy muy controlado en estos aspectos ¿Qué demonios pasó conmigo? ¿De todas las mujeres tenía que ser ella? Mellisa llegó a mi casa, esto no debía pasar, no puede ser. Le hice una promesa porque estaba seguro de que no podría verla nunca de esa manera, ante mis ojos era una chiquilla malcriada con la que no me llevaría, pero ahora acabo de follar con ella.Desde aquel día en la piscina algunas cosas fueron cambiando, tal vez el susto que me hizo pasar me hizo querer mantenerla cerca para así asegurarme de que estuviera a salvo. De algún modo siento que depende de mí, está en mi casa y todos la conocen como mi esposa, que algo le pase estando conmigo daría mucho que decir y que pensar.Me quedé en el baño por un rato, cada momento de lo que pasó se repetía en mi cabeza una y otra vez, hasta sentía que mi pene se ponía erecto por eso.—¿Por qué me dejé llevar? ¿Qué me pasó?Tenía en mi mente su figura, es una mujer atractiva, no puedo restarle que sea muy deseada por muchos, quizá