-¡Estás preciosa!- gimió Colette.
-Muy bella- añadió Carllotta, con los ojos llenos de lágrimas.-Marcello es el hombre más afortunado del mundo en este preciso momento.
Chiara observó su imagen en el ámplio espejo de cuerpo entero. Su enorme vestido de encajes con finísima pedrería se ajustaba perfectamente a cada curva de su cuerpo. Sus ojos brillaban llenos de una infinita alegría.
-Por Dios, Chiara- Camille estaba llorando- estás sumamente hermosa. Eres la novia más linda que haya visto jamás.
-Muchas gracias a todas- las abrazó de a una- soy la mujer más feliz del mundo, gracias por apoyarme en esto.
-No podíamos negarnos- responde Carllotta.
-Mis padres se han negado- dice con voz triste- es una pena- suspira- pero no dejaré que la tristeza me invada, hoy es el día más feliz de mi vida.
Un llamado a la puerta llamó la atención de las cuatro mujeres.
Hola mis amores, he querido hacer este espacio para contarle un poco sobre algunas cositas de la historia, cosas que no saben y que quiero compartir con ustedes.1- NO IBA A SER UNA SERIE: pues si, como lo dice el subtitulo, este iba a ser un libro autoconclusivo, pero lo cierto es que pensé que cada personaje (cada hermano), tenía una personalidad diferente con la que podía trabajar, y de pronto me vi pensando en cinco historias diferentes, con tramas diferentes y me emocione tanto que quise hacer una serie.2- LA RELACIÓN ENTRE HERMANOS: sé que algunos se preguntan el porqué de el comportamiento de Pietro para con Roscius, lo cierto es que es algo particular, recuerden que viene la historia de Pietro y allí conoceremos como siente y piensa, sabremos mucho de él y del estilo de vida que lleva. Amo que sea rebelde y poco convencional.3- ¿ROSCIUS, ES SIEMPRE TAN
Ante todo quiero agradecer a todas aquellos lectores que desde un principio de dieron una oportunidad a la familia Corttonni, sobre todo a quién es el centro de esta historia, mi querido Marcello. Muchísimas gracias por el apoyo constante que me han brindado, por mantenerse allí, aún cuando las actualizaciones se tornaron lentas.Gracias a todo el que leyó.Gracias a los que iniciaron con esta historia, a los que se engancharon cuando ya estaba iniciada y gracias a los futuros lectores, que decidirán brindarle una oportunidad a Chiara y a Marcello, espero de todo corazón que lo disfruten y me sigan acompañando en esta hermosa serie y así seguir conociendo de estos hermanos, que seguramente alguno se robó más de un corazón.Les envío un gran abrazo y todo mi cariño, gracias por leerme y apoyarme incondicionalmente, son lo máximo.De igual manera les invito a pasarse por mi perfil (si aún no lo han hecho), tengo algunas historia
Corttonni, el apellido del cual habla toda Italia. . .La familia con la que todos quieren emparentar. . .Marcello Corttonni, ha entregado su corazón a la mujer que fue su amor desde la infancia. Su corazón, su piel y todo su ser vibran de solo pensar en Chiara, la mujer que se ha adueñado de su alma.Desde niño la amo, adoró su alegría, su sonrisa, la textura de su piel, la delicada frescura de su cuerpo, el olor de su cabello, amaba todo de ella, así que no dudo en realizar su propuesta; "Anhelo que seas feliz a mi lado, anhelo ser tu amante esposo" su corazón se llenó de dicha al ser aceptado, pero la felicidad le duró poco. Chiara debe marcharse a estudiar fuera de Italia, pero aquel no sería impedimento para el amor que los unía o al menos eso era lo que ella creía. Al despedirle un juramento pronunciaron los masculinos labios; " Prometo que te esperaré"
Marcello Corttonni, era el chico más adorable que muchos hubiesen visto. Un niño hermoso de ojos oscuros y sonrisa encantadora, con solo ocho años demostraba lo hermoso que sería cuando se convirtiera en un hombre. Marcello era el orgullo de su padre, y para él no había nada más gratificante que verlo correr por la casa.Ahora se encontraba en el jardín acompañado de la pequeña Chiara. Él parecía adorarla, hablaba de ella todo el tiempo, sus ojos brillaban al contar las aventuras que llevaban a cabo en el jardín.A Chiara tampoco no le era indiferente él, ella sonreía cada vez que él la recibía y juntos corrían agarrados de manos al jardín.-¡Marcello, Marcello!- Chiara reía alegre mientras él la correteaba por el jardín.-¡Te atraparé, Chiara!- el niño apresuró el paso y la tomó de la cintura, ambos cayeron al suelo rodando y riendo. Él quedó sobre ella, y comenzó a hacerle cosquillas.-¡No!-
Marcello Corttonni, se encontraba en la sala de la mansión Corttonni con un vaso de wisky en sus manos, y sumido en sus pensamientos.Habían pasado no cinco, ni seis como Chiara había prometido, sino ocho años desde que ella se marchara, ocho largos y difíciles años.Al principio todo había marchado como ambos lo habían planificado, cuando Chiara estuvo instalada se dedicó a estudiar, todas las noches ella lo había llamado, al menos durante los dos primeros años, en las vacaciones ella había venido y juntos habían disfrutado de algunos días de amor y pasión. Pero todo aquello había cambiado después de dos años, Chiara había dejado de llamar, los correos y las cartas habían cesado, no respondía a las llamadas que él le hacía, su familia simplemente le había dicho que ella no quería saber nada de él.-No vuelvas por aquí, Corttonni- le había dicho el padre de Chiara- mi hija no desea saber más nada de ti.Despué
Marcello creyó que moriría, que su corazón no bombearía nuevamente. Pero de pronto allí estaba, latiendo desenfrenado y recordándole que seguía vivo.Tres pares de ojos fijos en él, esperando su reacción.-¿Es. . .Estás segura de lo que dices, Collette?-Si Macello, Camilla estaba feliz, dice que después de tanto tiempo sin ver a su hermana, está más que dichosa de recibirla nuevamente. Al parecer el señor Lorretti la recogerá en el aeropuerto. . . ¿ qué. . .qué piensas hacer?-Buscarla, reclamar una explicación, exigir que me dé la cara por la humillación a la que me ha sometido. ¿Qué otra cosa podría hacer?- bebió todo el contenido de su vaso y se levantó, sin decir nada más se marchó, dejando a sus hermanos un poco aturdidos.Collette se sintió mal, su hermano estaba irremisiblemente enamorado de la hija mayor de los Lorretti, desde que ella había desaparecido sin ninguna explicación, Marcel
-¿Qué demonios quiero?. . .¡¿qué demonios quiero?!- gritó furioso sin poder contenerse- ¿ es lo único que se te ocurre decir?-No es lo único, pero es lo más decente- le miró con odio.-Me vale un demonio si eres indecente. Después de tantos años sin volver esperé otro recibimiento.-¡¿Otro recibimiento?!- gritó indignada mientras se llevaba ambas manos a las caderas.-Por supuesto. Me consigo que el hombre que me adoraba, el suegro que hablaba maravillas de mí, ahora me detesta y tú, tú te perdiste del mapa. Fue imposible localizarte, Chiara.-Eso es porque no quería que me localizaras. ¿Es que acaso no entiendes las indirectas, Marcello Corttonni?-Nunca se me han dado bien. Siempre he sido un hombre de actitudes frontales, jamás uso indirectas.-Casi creíble, Corttonni- respondió irónica.-¿Me vas a decir qué demonios suced
Marcello Corttonni, llegó a su casa, entró dando un portazo, con lágrimas amenazando con caer de sus ojos y la vista nublada se dirigió a las escaleras, en busca del refugio que le ofrecía su habitación. Solo alcanzó a colocar un pie sobre el primer escalón, cuándo la profunda voz de su hermano, le hizo detenerse.-¡Oye, oye!- la voz de Roscius, llegó hasta él- ¿ qué sucede, Marcello?- se sujetó con fuerza al pasamano de la escalera. Sintió que sus piernas no le sostendrían por más tiempo y con un agudo gemido se desplomó sobre las escaleras, permitiendo que sus contenidas lágrimas cayeran de sus ojos.-¡No puede ser!. . . ¡Dios mío, no puede ser!- su cuerpo se convulsionaba por los fuertes sollozos.Roscius lo vio caer al suelo y corrió junto a él, al llegar se arrodillo junto a su hermano, lo tomó de los hombros y le obligó a girarse hacía él. Sintió que su corazón se encogía de pena, su hermano se veía realmente mal.