Apenas llegamos al aeropuerto. Austin se despide de mi. —Creo que hasta aquí te acompaño… —Dice —¡Gracias por todo, Austin! —Me bajó de su auto, y el continúa su camino, y sin tiempo de quitarme el vestido, corro lo más rápido que puedo, para llegar al avión de los Winstor, pero apenas cruzo la puerta principal del lugar, Efraín, junto a una docena de hombres, me esperaban. —¿A dónde crees que vas, damita? —Me pregunta en tono de burla, mientras me saca del brazo casi a rastras y los demás nos cubren. Intento gritar, pero me hace una advertencia. —Si gritas, te juro que tu amiguita Rita lo pagará. —¡Ja!, no me amenaces. No puedes hacerle nada a Rita. —Sonríe mordazmente. —Tú padre está tan furioso, que me dio plena libertad para actuar como me parezca, damita… —Mi nombre es Ava, y aunque seas el perro de mi padre, yo también sigo siendo tu jefe, así que mas respeto cuando me hables. —Digo con fiereza, pero la verdad es que saber que mi padre le dio plena libertad de d
Grito desesperadamente una y otra vez, mientras veo mi vida pasar ante mis ojos. —Ya deja de gritar, guapa… nadie te escuchará. ¿A dónde ibas tan a prisa? —Dice uno de los hombres en tono de burla, mientras el otro se acerca más a mí, hasta arrinconarme a la pared de una casa. Empiezo a batuquear mi bolso, intentando golpearlos, buscando que se alejen de mí. —¡Ya, tranquila!, no te haremos nada malo, por al contrario, te haremos algo muy bueno. —Dice el hombre que está más cerca, riéndose y mostrando ampliamente su dentadura negra y dañada, lo que me produjo mucho asco. Observo hacia la calle, pero está completamente vacía, no pasa ningún auto.Eso significa, que nadie me ayudará, debo arreglármelas sola. Siento una mano áspera sobre mi hombro, que tira de mi blusa con fuerza, por lo que termina rompiendo una de sus mangas. El pánico en ese momento se apodera de mí, y por primera vez, en mucho tiempo, volví a sentir la opresión en mi pecho, esa que solo sentía, cuando
Apenas y le doy un leve beso a Austin en los labios, cuando me arrepiento de inmediato. «¿Pero qué carajos estoy haciendo?, no debería estar permitiendo que nuestra amistad pase al límite de lo romántico, no debería entregar mi corazón tan fácilmente después de lo que Christian me hizo.» Me alejo, y con mucha vergüenza me disculpo. Austin, deja escapar un suave gemido de frustración. —¡Lo lamento!, yo no quería. No sé qué me pasó. No quise darte un beso y confundir las cosas, solo quería agradecerte. —¡Hey!, ¡tranquila!… —No, es que yo no quería… —Ok, entendí. No tienes que repetirlo. —Dice serio y se pone de pie muy rápido. —Creo que lo mejor será que me vaya. —Sí, pero no quiero que estés enojado. Respira un par de veces, y me mira muy seriamente, pero en sus ojos se nota mucha tranquilidad. —No estoy enojado. Es solo que es un poco frustrante escucharte decir tantas veces, “yo no quería hacerlo”. No pasa nada de verdad. ¿Amigos? —Me tiende la mano, y la
Al cabo de unas tres semanas, todo marchaba dentro de lo normal. Mi padre no me había vuelto a llamar, y seguía buscando un lugar para mudarme. A Austin, no lo había vuelto a ver, ni siquiera sabía de él, y en la empresa todo iba de maravilla. Estaba segura de que me quedaría con el contrato, pues a diario me esmeraba por hacer tan bien mi trabajo, que varios jefes de departamento querían trabajar conmigo, y no paraban de elogiarme por mi desempeño. —Me satisface tu proactividad, Ava. Es por eso que el día de mañana iniciarás a trabajar con nuestro director. —Me dice Rose. —Como bien sabes, él no pudo trabajar con ninguno de los pasantes durante estas tres semanas, debido a un viaje de negocios que debió realizar, pero nos pidió a su regreso iniciar con aquella persona que tuviera mejor desempeño, pues solo queda una semana para que se termine el plazo de un mes, y desea observar a los mejores. —¡Entiendo! —Es por eso que te pido, que sigas dando lo mejor de ti, y que no falt
En toda la noche no pude dormir, me la pasé pensando en que sería de mi vida. «¿De verdad quería vivir como una fugitiva?, ¿esta era la mejor solución?, ¿en serio no tenía otra opción?…» Sin poder pegar el ojo, camino por toda la casa, que es desconocida para mí, empiezo a curiosear. —Parece que Austin, si viene de vez en cuando. —Pienso en voz alta, al observar varios artículos personales, como cepillo de dientes, toallas, algo de ropa, zapatos, libros, y otras cosas más. —Mmm!, que extraño — Digo al abrir el gabinete del baño y ver que hay otro cepillo de dientes, muy femenino. —Acaso, ¿es de su novia?, quizás suelen verse aquí, y yo en este momento solo soy un estorbo. No quisiera meter a Austin en problemas. Pero, por otra parte, ¿tiene novia?, ¿entonces por qué jamás lo mencionó?, ¿por qué me ayuda tanto?, no debería comportarse tan bien conmigo, si está comprometido. Tener objetos personales de otra persona, es algo comprometedor, y yo que lo besé la otra noche, ¡
—¡Ni se te ocurra decirle que estoy contigo! —¡Claro que no!. Pero tal vez deberías hablar, preguntarle todo lo que deseas saber y eliminar todas esas inquietudes. —¿Preguntarle?, ¡Dudo que me diga la verdad!, por si no lo recuerdas, el tipo es un mentiroso de primera. Tal vez, por eso se la lleva también con mi padre. Además, si me encuentra, no dudaría en llevarme con mi padre. —Aun así, pienso que deberías escuchar lo que tiene que decirte. Y como garantía, yo podría acompañarte. Suspiro frustrada, dejando caer el cubierto sobre el plato. —¿Por qué?, ¿por qué tanto interés en que hablé con ese idiota? —Porque no quiero que esas “inquietudes”, afecten nuestra amistad. Deberías aclarar tus sentimientos. No tengo muy claro a qué se refiere, porque siento que de alguna manera habla entre líneas, pero quizás tenga razón. —¿Vendrías de verdad conmigo? —¿Eh?… si… —Responde casi de inmediato, y me sorprende, porque pensé que solo bromeaba. —¿Sí? —Me aseguraré d
—¿Perdón?, ¿qué dijiste? —Me pregunta muy sorprendida Valerie. —Infiel farsante, así habría quedado si hubieras descubierto que tenía una amante. —Digo intentando minorar la tensión ante mi comentario —¡Ah! —Por suerte, ¡todo quedó claro!, ¿no es verdad Christian? Christian: —Ava, yo… —Yo creo que lo mejor es que nos vayamos, Ava. —Lo interrumpe Austin. —Si… —Afirmo con dificultad, intentando aguantar las ganas de llorar de rabia e impotencia. Valerie: —No, no se vayan, tenían una reunión de negocios, ¿recuerdan?, además no conozco a ningún amigo de Christian, aparte de ustedes, ¿y si olvidamos la lamentable confusión, y cenamos como en una cita doble? Christian: —¿Cita doble? Valerie: —Si, tú conmigo y Austin con Ava. —Toma del brazo a Christian. Christian: —¿Austin y Ava están saliendo? Austin: ¿Qué pasa hombre?, ¿ahora eres amnésico?, ya te lo había contado, que estaba trabajando con mi novia, por eso Ava te contactó, y lastimo
—¿Qué carajos quieres Efraín? —¡Hablar contigo! —Dice tranquilamente, metiendo la cabeza a través de la ventanilla del conductor. Hace un barrido adentro del auto con la mirada, antes de que sus ojos se enfoquen específicamente en Austin. Austin, atraviesa su rostro de manera protectora, y Efraín saca la cabeza de la ventana. —¿Qué crees que haces chico? —Le pregunta Efraín a Austin, y hace un movimiento con las manos, como indicándole a alguien algo, efectivamente unos segundos después un par de hombres, forcejaban la puerta del auto, por la cual me sacaron contra mi voluntad. Austin, inmediatamente sale del auto, y se enfrenta a Efraín. —Diles que la suelten ahora mismo o no respondo de mí. —¡Suéltenme tarados! —Le digo a los hombres y me safo de ellos. Me acerco a Austin y lo tomo del brazo. —No pasa nada, Austin. Lo conozco. Trabaja para mi padre. Digamos que es algo así como “su perro de caza” —Efraín me mira de reojo, mientras tiene los brazos cruzados, se nota