Estaba completamente loco, no entendía el porqué sentía que Adhara era algo que le pertenecía, no quería sentir aquello, quizás sólo era su mente jugando con él.— ¡No quiero sentir esto! — se dijo así mismo, comenzó a quitarse todo, mientras analizaba en todo lo que estaba pensando.— Adhara, vi al señor muy cerca, ¿os a regañado nuevamente? — preguntó Auba con un poco de preocupación.— De hecho no, sólo me estaba preguntando algo, no sabía que se había acercado tanto, la próxima vez prestaré más atención — respondió pensando en aquella cercanía, quería un beso, era lo que realmente deseaba, pero sabía que este no se lo daría, estaba concentrado en sus cosas y ella no hacía parte de esto.— ¡Quisiera ser vos, mi laird es demasiado guapo, quisiese tenerlo así de cerca! — le dijo mientras esta comenzaba a reír, muchas mujeres veían a Chaid como uno de los hombres más guapos, ella hacía parte igual de ese grupo, la diferencia, era que esta ya le había reclamado a Dagda como suyo.— ¿De
La impresión en el rostro de Adhara era real, ¿qué podía ella de esperar de aquel hombre? Ni siquiera le había preguntado si ella deseaba lo mismo que él.— Mi rey, jamás he decidido casarme con alguien, creo que si han de tomar esa decisión por mí, se me permita opinar al respecto — dijo, dejando a todos con la boca abierta, no había sido grosera, realmente se había expresado bien, cuando lo único que quería era explotar, mandar todo al carajo, pero eso sería cavar su propia tumba, sabía que en ese tiempo, la mujer no podía decir o hacer las cosas a su antojo, se debía a un hombre, este era el que decidía por ellas, muchas veces.— Entiendo vuestra preocupación, estimada, pero me temo que es algo que debemos pensar, una propuesta como esta es difícil de ignorar — dijo este y le sonrió.Algo que había leído era que el rey tenía las facultades de unir o abolir un matrimonio, parecía ser que en su mente algo se cruzó de cables y creyó que esta necesitaba un esposo.— Mi señor, no hay mu
Puede que Duncan era el enemigo mayor de Chaid, su rivalidad venía desde que eran unos simples niños, siempre compitiendo por todo, pero lo que más le sorprendía era que todo se había recrudecido después de la cancelación de la boda de su hermana.— Solo he venido a constatar de que estabas viva, habías llegado en muy mal estado — le dijo mientras se acercaba y se sentaba en una silla frente a ella.— Sí, sobreviví, ¡aún tienes chance de matarme! — le dijo esta con ironía.— Jamás te asesinaría, no eres un problema para mí, quizás Chaid si, pero tu no, además no me caes tan mal como os parece, solamente tengo que guardar las Apariencias — le dijo y se marchó, esa era la visita más extraña que había recibido, pero le había dejado algo muy claro, Duncan no era tan perverso como todos pensaban, las personas a veces creaban una imagen para otros, la vulnerabilidad no era parte de ellos.— Duncan estuvo aquí, ¿Estáis bien? — le preguntó Chaid al entrar con cara de pocos amigos.— Nada, exc
Mejorar era algo que esperaba, el dolor por el golpe y todo lo que había sentido se había minimizado, ya habían pasado dos semanas del hecho y se sentía un poco mejor.— Hoy ya puedes seguir recogiendo tus amadas flores — me dijo Luna, las justas seguían, la final estaba cerca y Chaid seguía en segundo lugar.— ¡Por fin! Estaba esperando con ansias esto, el laird es un poco intenso cuando se trata de mi salida, no entiendo por qué se comporta de esa manera si yo he dicho que estoy bien — dijo ella y Luna sonrió, desde ese día se había intentado escapar tres veces, pero este había decidió colocar a dos de sus hombres en la puerta, como si fuera un rehén.— Ya sé que estabas molesta de que te hubiese encerrado, pero sabéis que tan terco es, Amaranta le decía que debías descansar, él se lo tomó muy enserio, ha puesto muchos hombres para ayudarte, si necesitáis algo — contó la joven y mientras que está giraba sus ojos, a veces era demasiado exagerado con todo lo que significaba salir.— ¡
Estaban a poco de realizar la unión entre Chaid y Adhara, esta última, siempre había soñado con un matrimonio perfecto, donde la vida y el amor era celebrado, quería casarse como una princesa, pero esta vez no iba a ser así.— ¿Estas lista? — preguntó Larissa, está había estado muchas cosas, su vida estaba a punto de cambiar, esa noche se casaría y aunque estaba nerviosa, sabía que no tenía otra opción.— ¡Debo estarlo, mis opciones son pocas, así que sí, estoy lista! — dijo ella y la mujer lo entendió.— Sé que esto no es lo que esté pavas, quizás no sea la persona que querías que fuera, pero ten por seguro de que mi hijo cuidara de ti y te respetará, es un hombre de palabra y creedme que cuidara de ti — le contestó ella tratando de tranquilizarse.— Está bien, eso lo entiendo, para mí si es la persona correcta, quizás no en el tiempo, pero si él — le confesó y Larissa sonrió, había visto la manera en que miraba a su hijo, para esta no había nadie más en la habitación cuando él llega
Adhara sentía sueño, demasiado, para ella era como estar en un posó de agua, donde no podía salir.Era la primera vez que sentía aquella sensación, el golpe había sido bastante fuerte, pero ya había tenido peores y nada comparaba a la manera en que sentía su cuerpo desvanecer.— ¿Está bien? — preguntó Chaid, la veía que lo volvía y eso le daba bastante temor.— No lo sé, es como si no estuviese aquí, pero aún siempre su corazón, late muy poco, pero ahí está aún — contestó Amaranta, está atenta a lo que ocurría con la joven, jamás había conocido a alguien con tan mala suerte, siempre tenía un problema que resolver y eso era extraño.— Solo dale un poco de agua, cuando despierte, llámame — añadió esta antes de marcharse.— Estará bien — le dio Larissa, su madre a Mackay, esta vez había sido el culpable de lo que estaba pasando, tenía algunas sospechas de Meribeth.Recordó aquella conversación, la noche anterior.— ¿Hola? Mi laird — dijo ella, al verle solamente en uno de los balcones en
— ¿Realmente quien eres, niña? — le preguntó amaranta sin rodeos, había tenido un estaño sueño esa misma mañana, le había visto hablando con el mismo Dagda, no era normal aquello y está lo sabía, la miró fijamente y se quedó pensando un poco en lo sucedido.— ¡No sé dé que me habla, soy yo, Adhara, creo que si recordará bien quien soy, no estaría aquí, con un golpe en la cabeza! — le dijo con algo de enojo, no quería interrogaciones, no le interesaba darlas en ese momento, menos cuando estaba con la cabeza destrozada.— Sabes que las mentiras siempre tienen una verdad que se descubre, en cuanto puedas decide hablar con la verdad — le dijo y está se quedó mirándole con atención, sabía que está decía algo cierto, pero era demasiado difícil pensar en ello, más cuando nadie creería en su procedencia. Era algo lógico, ¿como explicar que venía de un futuro bastante lejano?.Sin más, la mujer salió de ahí, mientras que Chaid Mackay entraba de forma instantánea, iba vestido con su tartan, los
Chaid se había quedado completamente dormido en aquella silla, Adhara no iba a permitir que se fuera, aunque eso implicará que al día siguiente su Cadera sufrieran un gran dolor; tomó una manta y bajó de su cama, el frío del sueño hizo que se estremecerá un poco, aunque era verano, no dejaba de hacer un poco de frío, era obvio, la altura del lugar era bastante.— ¡A veces extraño California! — dijo en un susurro mientras le colocaba aquella manta blanca sobre él, acarició su nariz, era la primera vez que lo podía tocar sin que ese estuviese a la defensiva por todo.— ¡Eres muy guapo Highlander! — le dijo en voz baja, mientras le daba un beso cariñoso y volvía a su cama.Aquello era algo que mucho ignoraban, no sabían que realmente sentía ella, para el pueblo, era solo un capricho más del Laird, escoger a una mujer que no conocían para ganar incluso, el favor de su señor.Realmente no estaban muy errados ante esto, era una realidad la intensión de muchos por tener a la joven en sus rei