Chaid se había quedado completamente dormido en aquella silla, Adhara no iba a permitir que se fuera, aunque eso implicará que al día siguiente su Cadera sufrieran un gran dolor; tomó una manta y bajó de su cama, el frío del sueño hizo que se estremecerá un poco, aunque era verano, no dejaba de hacer un poco de frío, era obvio, la altura del lugar era bastante.— ¡A veces extraño California! — dijo en un susurro mientras le colocaba aquella manta blanca sobre él, acarició su nariz, era la primera vez que lo podía tocar sin que ese estuviese a la defensiva por todo.— ¡Eres muy guapo Highlander! — le dijo en voz baja, mientras le daba un beso cariñoso y volvía a su cama.Aquello era algo que mucho ignoraban, no sabían que realmente sentía ella, para el pueblo, era solo un capricho más del Laird, escoger a una mujer que no conocían para ganar incluso, el favor de su señor.Realmente no estaban muy errados ante esto, era una realidad la intensión de muchos por tener a la joven en sus rei
La luz entraba por su ventana alumbrando su rostro, estaba junto a Chaid y a pesar de saber que entre ellos sólo habían compartido el sueño y una cama, estaba feliz de verle a su lado, se veía tan tranquilo, incluso con aquel ronquido que llevaba desde hace horas, parecía ser que dormía como nunca lo había hecho, eso era lo que intuía.Se movió un poco y este la rodeo de la cintura, para ella no había manera de salir de sus brazos, este parecía concentrado en querer dormir.Adhara al ver su insistente agarre, se recostó en el cabezal de la cama y acarició su cabello castaño, estaba mucho más largo de lo que recordaba, su tacto era suave, ahora entendía que el que tenía buena genética, la heredaba hasta en su cabello, este era brillante, sabía que Chaid no era un hombre que procurará cuidarse y ahí estaba, viendo aquella belleza.Adhara tenía algo de curiosidad por lo que había sucedido la noche anterior, esta había perdido su virtud por segunda vez y aunque en su tiempo había entendid
La pérdida cambia a cualquier alma, eso lo tenía tan claro Adhara, lo había vivido varias veces en su vida, la primera fue con su pequeño hermano, este no tenía ninguna posibilidad de sobrevivir justo después de su nacimiento, esto había hecho que en menos de un mes, este partiera de sus vidas.Había conocido como podía marcar a una madre la pérdida, su mamá, su querido amor estaba en una depresión severa gracias a esto.Recordaba cada día junto a ella, Adhara tenía aproximadamente ocho años, no sabía cómo lidiar con ello y era algo lógico, ¿como una niña lucha con la depresión de un adulto?.No sabía que hacer, su padre se había concentrado en el trabajo, el también lidiaba la muerte de su hermana, pero su .a era era diferente a la de su madre, este se refugiaba en el alcohol.— Saldremos a un viaje de trabajo — había dicho esa noche su padre, Adhara como siemore, le daba lo mismo si estos decidían salir o no, estaba tan acostumbrada a la soledad que un viaje más, era algo matutino.
El simbolismo de los objetos era lo más interesante en el mundo, era una parte de cercanía con aquella persona que quisimos, también a quien odiamos, muchas veces, eso nos trae de nuevo ese momento especial.Una rosa negra, era lo único que Chaid guardaba de su padre, era algo bastante interesante y significativo, esta había sido la que traía en sus pertenencias el día que había fallecido.— ¿Que significa ella para todos? — pregunto con curiosidad, ella también guardaba algunas cosas de sus padres, de su abuela, guardaba incluso su primer moño de porrismo, con el que se había presentado en su primera competencia.— Era de mi padre, el regalo queguardaba para mamá, lo tiene aquí desde ese momento y creo que se quedará ahí por mucho tiempo, ¿no te parece hermosa? — le contó la niña y de hecho si, lo era, demasiado, cuando era joven, siempre había soñado con algo así, una rosa negra, lo había investigado un poco.Aldea Halfeti, era el único lugar donde las había escuchado, era extraño v
Auba estaba nerviosa, su señor le había llamado, este estaba molesto quizás por lo que Adhara le había planteado, pero no podía decir que no, tenía el derecho de tener a su lado a alguien que le ayudara y con él que se sintiera cómoda.— Mi señor — dijo en modo de saludo y este asintió.— Creo que ya sabes por qué te he llamado, tengo algo que preguntarte y quiero que seas clara conmigo — Preguntó con seriedad, no quería tener que buscar a alguien que cuidara de la casa, era algo de lo que no estaba muy feliz.— Si mi señor — contestó, no sabía si se trataba de lo que tenía pensado Adhara, pero esperaría a qué él confirmara.— Adhara me ha dicho que necesita que estés a su lado, se lo importante de tu labor en las cocinas, ¿Que quereis hacer? — le preguntó con seriedad estaba esperando persuadirle de alguna manera, quizás su presencia le hiciese recapacitar.— ¡Si, Auba, dinos lo que deseas! — dijo Adhara interrumpiendo la conversación.Esta al verla, se lleno un poco de valor, apretó
HOMBRES…Adhara había pasado tanto tiempo examinando el comportamiento de estos con las féminas, parecía ser que el patrón era bastante marcado en aquella época, estos buscaban mujeres similares, unas que les proporcionará la seguridad del manenter con vida un bebé es sus vientres.Caderas anchas, cintura pequeña, cuerpos telor de arena, pecho pronunciados eran lo que esta h veía por doquier y al que mas atención le prestaban aquellos.Auba era una mujer muy guapa, cabello rojo, tenía lo típico de una escocesa, era hermosa, era bastante delgada, quizás esa era la razón por la que Arran no le prestaba mucha atención.— Quiero que te veas como la mujer que ya eres, necesito hacer que te veas una de las mas atractivas del castillo — le dijo mientras le mostraba los diferentes modelos, estos venían en tantos colores y diseños, era la primera vez en la vida en las que las dos mujeres.— Esto es hermoso — dijo ella, estaba impresionada con todo lo que estaba viendo, era algo que jamás habí
Adhara llevaba un bello vestido, era algo que no había usado.Recordó aquella cena, días atrás, en esta se había arreglado bastante bien, un vestido de su suegra fue la elección para aquel evento.— ¿Estas nerviosa? Te veo tan callada y tu no eres así — le preguntó Auba por enésima vez, esta le preocupa la manera en que se miraba repasadamente.— No se si esto le gustara a Chaid, es algo conservador en su mayor tiempo y siento que es muy ingles, sabes como son los escoseses con el tema — le dijo y la mujer comenzó a reír.— No lo sé, no creo, contrario a eso, pienso que no podrá quitar sus ojos encima de ti, te vez como una reina.Ante el nerviosismo y el miedo de lo que Mackay pensara de ella bajo, todos les esperaban, quería conquistarle, era su plan, tenía miendo de que así ni fuese.— Adhara, te vez hermosa — dijo Effie, esta usaba un vestido rosa, su madre amaba verle de ese color, algunas flores tejidas en la parte superior del cuello, unas largas trenzas, le hacían ver demasiad
— ¡Arran me ha mirado hoy! — comento a su amiga Adhara.— Si, creo que le ha impresionado verte — respondió con sinceridad, era claro que la joven estaba bastante enamorada de Arran, después de aquel impase en la cena, estos se habían relajado mucho más, parecía ser que poner aquellos límites había creado en ellos una forma de respeto.— ¿Que pasará después de esto? — preguntó la joven, era la primera vez que intentaba filtrar con alguien.— Tu solamente lo ignoraras, no quiero que prestes mucha atención a lo que hace, no desvivas por él — le aconsejo, era claro que Arran estaba acostumbrado a las mujeres que siempre estaban detrás de él.— No se si sea lo correcto, he logrado que me mire, no creo que ignorarlo sea la mejor manera — contestó Auba con un poco de temor.— Creeme, los hombres buscan y persiguen lo que se les presenta como un reto, Arran es igual, estará deteas de aquella mujer que no se rinda a sus pies como todas lo hacen, son como cazadores y buscarán la mejor presa —