HANS
—No —espeto mientras subo al auto.
Gris me detiene la puerta antes de que se cierre.
—Deja que vaya —me pide.
La polla aún me palpita y verla con sus mejillas rojas y su nariz respingona, me dan ganas de follarla en el camino. Pero no puedo dejar que venga, mi madre es una perra que no tendrá piedad en lastimarla con palabras llenas de odio, no pienso permitir que nadie me la dañe. Es la una de la mañana y tengo que arreglar algunas cosas.
—No tardaré, iré por mi hermana y luego hablaremos —respondo firme.
Frunce el ceño.
—No t
GRISLlamo a la puerta de Dylan, pero este no responde, desde que me vio con Samuel en la cocina, se encerró hace dos horas y no ha querido salir. No le entiendo, creí que estábamos bien, y de pronto, todo volvió a ser como antes.—Dylan —llamo una última vez.No obtengo respuesta, por lo que decido marcharme cuando la puerta se abre, dejándome ver a un elegante Hans, con unos vaqueros oscuros, una camiseta del mismo color y una cazadora.—¿Me puedes decir qué es lo que pasa? —frunzo el ceño.—Nada, ¿por qué lo mencionas? —ironiza.Me quedo callada, amo a Hans,
GRIS Trago grueso al no saber en lo que me he metido, pero echarme atrás no es una opción, por lo que sosteniendo la mano de Samuel, entramos a una especie de habitación tapizada de rojo, con el piso blanco, misma que está dentro del bar, dentro hay cinco parejas más, luego Dylan con la rubia; Avril, y nosotros. En medio hay un tipo con la cabeza cubierta con una máscara en forma de puerco. —Bienvenidos, amigos míos —comienza cuando tomamos asiento. —Tranquila, es solo un juego que solemos hacer a veces, cuando nos encontramos como en estos momentos —me susurra Samuel. Me quedo callada dejando que esa sea mi respuesta. —Como saben, y como ven a su alrededor, están las puertas que les mostrarán las habitaciones que escojan, dentro de las cuales estarán una serie de retos que tendrán que hac
NARRADOR OMNISCIENTE Mientras fuma su cigarrillo y suelta el humo dibujando una “O” Con la boca, mira desde lejos la escena más estúpida que haya visto en persona, puede que en las películas sea común, más no en la vida real. Mueve el cuello con estrés, debe hacer bien su trabajo, o de lo contrario, no solo estará en juego su reputación, sino, varios millones de dólares. Es el mejor francotirador, nunca ha fallado, lo contrataron para matar aquello que resulta una amenaza para su jefe. Es por ello que ajusta su agarre sobre el arma, viendo a distancia su objetivo, quien abraza con fuerza a su esposa, la besa, el dedo no le tiembla estando a nada de tirar del gatillo, cuando la mira. Sus rasgos, su nariz respingona, sus ojos avellana y su cabello rubio. —No puede ser cierto —brama tomando los binoculares. La d
GRIS Dylan empuja sus caderas y me penetra con fuerza, haciendo que jadee por más, mientras suelta las embestidas cargadas de barbarie, entra y sale de mí como si el tiempo se le fuese a acabar. Luego de llegar del aeropuerto y de dejar a Jade en manos de Prim, me trajo a su habitación y lleva cinco horas haciéndome suya, distintas posiciones, hace recesos de cinco minutos, no se cansa. —Mía —dice con posesión. El sonido encharcado hace que me excite más, me ha hecho correr tantas veces, que siento como mis jugos se derraman a los costados de mis muslos. —Dylan —me agito. —Siempre lo has sido —aumenta el ritmo haciéndome tocar el cielo y el infierno al mismo tiempo. Penetra y estoy a nada de probar el orgasmo, cuando sale de mi cuerpo. —De cuatro —me ordena.
GRIS Por ratos que me parecen eternos, intento abrir los ojos, pero me pesan los párpados, inspiro y me remojo los labios, siento como si me hubiera pasado un camión. Intento moverme, no puedo y caigo en un profundo sueño, no sé cuántas horas han pasado, o dónde estoy, pero lo que me rodea se mueve a gran velocidad. —Tranquila, no pienso hacerte daño —me dice una voz ronca. Me toca la frente con cariño, la piel se me eriza, no porque sea malo, sino, porque cada pieza del rompecabezas comienza a encajar, recuerdo todo y el miedo se apodera de mi. Me hundo de nuevo en la oscuridad y despierto cuando siento la brisa gélida golpear mi rostro. —Vamos. Dicen, me llevan cargada, medio abro los ojos, detallando que es un aeropuerto, el sonido de un avión privado preparado para el despegue, me obliga a sacar fuerzas
HANSDos días, dos malditos días en los que nadie ha sabido nada de ella, ni contratando a los mejores expertos en el tema, la policía apenas se ha movilizado debido a que había que esperar ciertas horas. La noche cae y creo que me estoy volviendo loco, las cámaras de seguridad fueron desactivadas y por eso no hay pruebas de nada la noche en la que desapareció.Me paso una mano por el cabello, no he dormido, no he atendido mis asuntos de trabajo, Prim se encarga de Jade, mientras que Milo de los asuntos legales, Nathaniel ha hecho cambios en la agenda de conciertos, pero nada de eso me quita la carga que está sobre mis hombros. Una que me aplasta, si no la hubiera dejado sola tanto tiempo.Pero quería terminar la canción que le he compuesto, era importante para m&
HANSAÑOS ATRÁS, CAFÉ DELICIUS BRAM—No te pongas así, madre, solo estoy diciendo que necesito un respiro.Sigo caminando, la calle es oscura, pero no me importa, necesito de nuevas experiencias en la vida para encontrar la inspiración que necesito, últimamente lo que escribo no me gusta, no me siento satisfecho con mi trabajo, y entre tanta mierda rica, no encuentro lo que necesito.—Está bien, pero puedes irte a Miami, o cualquier parte del mundo, no… en un barrio donde te van a reconocer.Blanqueo los ojos, aquí dudo que lo hagan, y si lo hacen no me importa darle a la gente lo que me pida, es por ellos que estoy aquí, por ellos como, vivo, me doy los lujos, les debo tanto
GRIS El miedo vuelve, el mismo que no sentía desde que Oliver murió, el color blanco me rodea y veo doctores y enfermeras pasar, afuera del hospital es un revuelo de gente llorando, muchos de ellos incluso están dejando flores a las afueras porque no se les permite el paso, traen pancartas, gritan su nombre, le aplauden, rezan por él, y yo, no dejo de pensar en que la vida no puede ser más injusta conmigo, primero me quitó a un padre, por los celos y avaricia de mi madre, luego tuve que batallar el doble para salir adelante, me quitó a Oliver, a Alexander y ahora me quieren arrebatar a Dylan. El cuerpo lo tengo entumecido, los minutos pasan y no han encontrado al responsable, tuve que manipular al hombre que se hace llamar mi padre para que regresáramos a cambio de vivir con él, una decisión impulsiva porque mi único objetivo era regresar y advertir a Dy