NARRADOR OMNISCIENTE
Mientras fuma su cigarrillo y suelta el humo dibujando una “O” Con la boca, mira desde lejos la escena más estúpida que haya visto en persona, puede que en las películas sea común, más no en la vida real. Mueve el cuello con estrés, debe hacer bien su trabajo, o de lo contrario, no solo estará en juego su reputación, sino, varios millones de dólares.Es el mejor francotirador, nunca ha fallado, lo contrataron para matar aquello que resulta una amenaza para su jefe. Es por ello que ajusta su agarre sobre el arma, viendo a distancia su objetivo, quien abraza con fuerza a su esposa, la besa, el dedo no le tiembla estando a nada de tirar del gatillo, cuando la mira.Sus rasgos, su nariz respingona, sus ojos avellana y su cabello rubio.—No puede ser cierto —brama tomando los binoculares.La dGRIS Dylan empuja sus caderas y me penetra con fuerza, haciendo que jadee por más, mientras suelta las embestidas cargadas de barbarie, entra y sale de mí como si el tiempo se le fuese a acabar. Luego de llegar del aeropuerto y de dejar a Jade en manos de Prim, me trajo a su habitación y lleva cinco horas haciéndome suya, distintas posiciones, hace recesos de cinco minutos, no se cansa. —Mía —dice con posesión. El sonido encharcado hace que me excite más, me ha hecho correr tantas veces, que siento como mis jugos se derraman a los costados de mis muslos. —Dylan —me agito. —Siempre lo has sido —aumenta el ritmo haciéndome tocar el cielo y el infierno al mismo tiempo. Penetra y estoy a nada de probar el orgasmo, cuando sale de mi cuerpo. —De cuatro —me ordena.
GRIS Por ratos que me parecen eternos, intento abrir los ojos, pero me pesan los párpados, inspiro y me remojo los labios, siento como si me hubiera pasado un camión. Intento moverme, no puedo y caigo en un profundo sueño, no sé cuántas horas han pasado, o dónde estoy, pero lo que me rodea se mueve a gran velocidad. —Tranquila, no pienso hacerte daño —me dice una voz ronca. Me toca la frente con cariño, la piel se me eriza, no porque sea malo, sino, porque cada pieza del rompecabezas comienza a encajar, recuerdo todo y el miedo se apodera de mi. Me hundo de nuevo en la oscuridad y despierto cuando siento la brisa gélida golpear mi rostro. —Vamos. Dicen, me llevan cargada, medio abro los ojos, detallando que es un aeropuerto, el sonido de un avión privado preparado para el despegue, me obliga a sacar fuerzas
HANSDos días, dos malditos días en los que nadie ha sabido nada de ella, ni contratando a los mejores expertos en el tema, la policía apenas se ha movilizado debido a que había que esperar ciertas horas. La noche cae y creo que me estoy volviendo loco, las cámaras de seguridad fueron desactivadas y por eso no hay pruebas de nada la noche en la que desapareció.Me paso una mano por el cabello, no he dormido, no he atendido mis asuntos de trabajo, Prim se encarga de Jade, mientras que Milo de los asuntos legales, Nathaniel ha hecho cambios en la agenda de conciertos, pero nada de eso me quita la carga que está sobre mis hombros. Una que me aplasta, si no la hubiera dejado sola tanto tiempo.Pero quería terminar la canción que le he compuesto, era importante para m&
HANSAÑOS ATRÁS, CAFÉ DELICIUS BRAM—No te pongas así, madre, solo estoy diciendo que necesito un respiro.Sigo caminando, la calle es oscura, pero no me importa, necesito de nuevas experiencias en la vida para encontrar la inspiración que necesito, últimamente lo que escribo no me gusta, no me siento satisfecho con mi trabajo, y entre tanta mierda rica, no encuentro lo que necesito.—Está bien, pero puedes irte a Miami, o cualquier parte del mundo, no… en un barrio donde te van a reconocer.Blanqueo los ojos, aquí dudo que lo hagan, y si lo hacen no me importa darle a la gente lo que me pida, es por ellos que estoy aquí, por ellos como, vivo, me doy los lujos, les debo tanto
GRIS El miedo vuelve, el mismo que no sentía desde que Oliver murió, el color blanco me rodea y veo doctores y enfermeras pasar, afuera del hospital es un revuelo de gente llorando, muchos de ellos incluso están dejando flores a las afueras porque no se les permite el paso, traen pancartas, gritan su nombre, le aplauden, rezan por él, y yo, no dejo de pensar en que la vida no puede ser más injusta conmigo, primero me quitó a un padre, por los celos y avaricia de mi madre, luego tuve que batallar el doble para salir adelante, me quitó a Oliver, a Alexander y ahora me quieren arrebatar a Dylan. El cuerpo lo tengo entumecido, los minutos pasan y no han encontrado al responsable, tuve que manipular al hombre que se hace llamar mi padre para que regresáramos a cambio de vivir con él, una decisión impulsiva porque mi único objetivo era regresar y advertir a Dy
GRIS —Debes estar loca. Miro a Dylan con el ceño fruncido. —¿Por qué? —replico—. Le quedará bien. —No lo creo, es demasiado rosa para mi gusto —arruga la nariz. Blanqueo los ojos y dejo la ropa en su lugar. —¿Has sabido algo de tu mamá? La pregunta lo toma por sorpresa, es un tema del que no le gusta hablar, mira mi barriga de ocho meses y tensa el cuerpo. —Ella estará bien, supongo —encoge los hombros. Toco mi redonda panza, porque sí, aquella vez, los resultados arrojaron que estaba embarazada, la noticia me tomó por sorpresa, porque según yo, estaba tomando la pastilla anticonceptiva, Dylan sonrió, y pese a que sus heridas se han curado bien, ha decidido tomarse un tiempo, es decir, hace algunos en vivos y cosas por
GRIS —¿Estás seguro de lo que dices? —Bueno, es de lo que se habla últimamente, pero no creo que Dylan tenga una amante, es decir, él te ama —me dice Milo sin apartar la mirada de los documentos que tiene que firmar. Omar juega con su pelota por todo el set de grabación mientras mi cabeza no deja de dar vueltas en el mismo tema, han pasado cuatro años, los mismos en los que he sido feliz, no obstante, hace unas semanas que noto a Dylan cambiado. Al principio pensé que eran imaginaciones mías, pero no es así, se la pasa de gira, luego de los dos primeros años de receso que se tomó, para pasar tiempo con nosotros, insistí en que regresara, le gusta la música y le amo tanto que no sería capaz de pedirle que lo dejara algún día. Yo abrí mi franquicia de locales por los Estado
PRIMROSE (SUCESO LUEGO DEL NACIMIENTO DE OMAR, HIJO DE DYLAN Y GRIS) Termino de hacer mi trabajo, no me doy cuenta de que es demasiado tarde hasta que alzo la mirada y el ventanal me muestra lo oscuro del cielo y lo iluminado de la ciudad, los rascacielos alrededor le dan un aire sofisticado pero al mismo tiempo tranquilizante. Lo cierto es que no quiero regresar a casa, hace dos meses que el pequeño Omar ha venido al mundo, se parece mucho a su hermano mayor, Oliver. Mi pequeño caballero, no era mi hijo, pero lo amé como a uno, lo cierto es que hasta antes de que naciera él, nunca me vi siendo madre, no es miedo a la responsabilidad, sino, a ser como mi madre. Traumas, le llaman y es real. Pero Oliver me hizo cambiar de opinión, todos los días lo extraño, era mi mejor amigo. Tuve que rentar un departamento, vivir con Dyla