Fane extendió la mano y dio un golpecito en el hombro de Benedicto, señalando en dirección a la Estela de la Condensación del Energía:

—Ve y pruébalo primero. Si pasas por ti mismo, podremos llevar a cuatro personas y ganar cuarenta mil cristales espirituales. Si no puedes pasar, no te preocupes demasiado, simplemente llevaremos a dos personas menos.

Benedicto frunció el ceño y rodó los ojos con preocupación. En realidad, tenía muchas cosas que quería decir en este momento, porque no confiaba en sí mismo. Sin embargo, con la manada de lobos acechando, no era el momento adecuado para expresar sus dudas, así que tuvo que tragarse esas palabras.

Asintió con fuerza, exhaló un suspiro y dio grandes pasos hacia la Estela de la Condensación del Energía más cercana. Habían dos personas esperando antes que él en esa Estela, solo tenía que esperar unos treinta minutos antes de que fuera su turno.

Fane observó la figura de Benedicto y sintió un ligero alivio en su corazón. Conociendo el temperam