Estaba acostada tranquilamente en la cama viendo una película cuando mis ojos se desviaron descaradamente hacia el cuerpo desnudo de Gerald.A juzgar por su ceño fruncido, sus rasgos tensos, sus cejas fruncidas y su voz más gruesa de lo habitual, estaba realmente enojado.—¿Vas a usar algo para cubrirte o vas a caminar por la casa así?—Carlos no está aquí, así que puedo estar como quiera.—Wow, eres un padre excelente.Volvió a caminar para detenerse frente a mí dejándome ver su cuerpo por completo. Realmente me hizo maldecir deseando que estuviera dentro de mí, queriendo dejar a un lado mi orgullo, aprovechando que la casa está sola para comérsela por completo y reiniciar todo desde 0.—Soy un buen padre, a mi manera pero lo soy, no se puede decir lo contrario.—Sí, eres tan buen padre que hasta su maestra te quiere —le respondí irónicamente —deberías ir a sus clases.—Al menos me daría mejores clases que tú.Abrí la boca y lo vi impresionada, fuera en serio o no, eso me había lasti
Rápidamente bajé esas escaleras como un alma seguida por el diablo buscando a Nana, ella estaba en la lavandería y entre gritos por fin llegué donde estaba.—Nana, no puedo creerlo, es hermoso.—Claro que sí señora, el señor siempre ha tenido buen gusto para vestir.—¿Alguna vez has elegido ropa para una mujer?Sacudió la cabeza.—No, señora, pero él caminaba por las tiendas y miraba la ropa de las mujeres, así como la ropa que a las mujeres les gustaba ver a los hombres. Es un hombre muy observador y la detallo perfectamente, porque todo es de su talla.—Ya veo que… es increíble, todavía estoy atónita y emocionada.—Son las 9 de la mañana y tienes que ir a la peluquería a hacerte un peinado, manicura y pedicura. Debe estar hermosa para esa fiesta y, como dijo el señor, debe ser como la reina que es.—¿Que dijo él? —La vi sorprendida y con los ojos muy abiertos —estás mintiendo.—No señora, dijo y me dejó muy claro anoche antes de que me fuera con el niño que usted era una reina tal c
Las mujeres se posicionan a mí alrededor y yo suspiro con molestia, realmente no quiero lastimar a ninguna de ellas, mucho menos a ellas.—No quiero lastimar a nadie y no tengo idea de por qué ese hombre está haciendo todo esto —Suspiro con molestia —Me gustaría saber qué diablos pasa por su cabeza.Alexandra me ve y les indica a sus chicas que se calmen.—¿Ese hombre te molesta tanto?—Si lo conocieras Alexandra… He visto tantas cosas que me han hecho llorar, lo odio y al mismo tiempo… Lo amo, pero él solo me ve como una réplica de Erika y desde el principio todo esto ha sido así —una lágrima rodó por mi mejilla, una lágrima que no pude contener gracias a la frustración.—Amiga, estás más jodida que nosotras —dijo con pesar en su voz —te enamoraste de alguien que no deberías.Las chicas alrededor bajaron la cabeza, la tristeza estaba en sus ojos y el dolor que sentían por mí se podía ver a kilómetros de distancia.—Y lo peor de todo es que… llevo tantos años enamorada de él que nunca
Gerald pasa su lengua por mi cuello haciendo que mi piel se erice, normalmente comenzaría con un beso o algo más suave, pero no esta vez.Observo su reflejo en el espejo y sus pupilas dilatadas me dicen que a juzgar por su reacción no iremos a la fiesta si esto sigue por el camino que ha elegido el hombre detrás de mí.—Gerald… —no me deja terminar de hablar, solo siento que sus manos toman mis caderas y golpean mi pecho contra la cama dejándole ver lo que compro para tal fin —¿Qué estás haciendo? Debemos irnos, no podemos llegar tarde y yo llegué lo suficientemente tarde.Intento levantarme pero no me deja, su mano está en mi hombro y la otra en mi cadera, su peso sobre mí y el calor de su cuerpo cada vez más cerca, sobre todo esa parte que expresa un calor más fuerte cerca de mi entrada.La mano que estaba en mi cadera comienza a recorrer mi cuerpo trazando un viaje a través de las ligas y el encaje que cubre levemente mi piel hasta que su mano se detiene en mi pezón erecto, mi cuer
—Entonces, Sr. John, dígame, ¿todavía me parezco a Erika y Gerald siguen siendo el mismo? —El hombre frente a nosotros sonríe nervioso y al mismo tiempo enojado. Creo que ninguno de los dos somos los mismos que éramos antes, pero ¿sabes algo? Me gustaría saber por qué Erika no se fue contigo y abandonó todo, por favor, si no te importa, dímelo.Gerald le había hecho la misma pregunta antes y el hombre solo se quedó en silencio, no se atrevió a responder la razón que yo ya sabía.«La estabilidad que le ofreció Gerald»John no era un hombre serio con una mujer, al igual que Gerald salía con todos al mismo tiempo, pero la única diferencia entre los dos era que Gerald le ofrecía un techo sobre su cabeza, su hijo, su amor y posiblemente sexo. Por otro lado, John solo podía ofrecerle una buena noche de sexo y tal vez uno o dos viajes.Con John tenía ese miedo constante a ser abandonada, pero con Gerald todo eso desaparecía.John mira a Gerald, que sigue parado detrás de mí resoplando de ira
La mujer me miró enfadada y de arriba abajo como si yo fuera una especie de bicho raro mientras que Gerald tenía cara de enfado y miedo.La última vez que me cabreó tanto termino boca abajo en el suelo con un ojo morado.Podría permitir que me pasaran tantas mujeres como quisiera o que me dijera cosas hirientes, pero nunca permitiría que una mujer tan estúpida tratara mal a Nana.—¿Quién diablos eres tú? Pareces loca y hablas como si fueras la dueña de la casa —me mira burlona y se ríe— oriéntate, niña.Me río a carcajadas por su comentario y la ira en mis ojos brilla.—¿Estás hablando de apariencias? ¿Notaste cómo llegaste a esta casa? Mandando y ordenando tirar a Nana a la calle como si fueras la dueña —la miré de arriba abajo como había hecho conmigo— la que no se encuentra orientada eres tú.La mujer me mira de mala gana con el rostro completamente rojo y mira de soslayo a Gerald junto a ella, lo toma del brazo, apretando sus senos contra él, haciendo que sus mejillas se sonrojen
Esa noche fue totalmente pesada, ni él me habló ni yo a él, todavía no podía creer que este hombre fuera capaz de hacer tales cosas solo para ir tras una mujer.Parecía que le gustaba y me lo demostró de muchas formas como: la cena, los detalles, la invitación a la fiesta y la ropa que me había comprado para ir, lo que pasó con Federico, entre otros detalles que no puedo mencionar pero que eran regalos.Todo lo que quería saber era si sus sentimientos eran los mismos que los míos o si solo quería mi virginidad además de jugar conmigo.Gerald Green era el hombre que más odiaba en el mundo, lo odiaba hasta la médula y no quería tenerlo cerca nunca más sabiendo que solo lastimaba a las personas que lo rodeaban, pero todo cambió después de esa noche en la casa de mis padres.Conocí a un Gerald totalmente diferente.Un Gerald lindo, dulce, amable, cariñoso y aunque no dejaba de ser un pervertido, me llamaban todas esas formas de ser que no conocía de él y las amaba por completo, sí, hasta
Me levanto para salir de ahí, la única manera es pasar al lado de Gerald y realmente no quiero ir por ese camino.Me despido de Carlos y no tiene problema en que me vaya. No me cae bien su padre en este momento y lo entiende perfectamente, lo cual también espero que Gerald haga.Con miles de pensamientos en mi cabeza de todos modos me atrevo a atravesar la puerta que Gerald bloquea con un brazo, su voz trata de salir tan pronto como clavo los ojos en él, su corazón late rápido y esa hiperventilación desaparece, ahora él está tranquilo, lo veo con esos ojos oscuros llenos de esperanza.Esos ojos me traen esas ocasiones que no puedo perdonar. Siempre pensé que si un hombre te mostraba sus sentimientos o un ápice de interés por ti, ese mismo hombre te respetaría y esperaría por ti, pero con Gerald no fue así y me estrujó el corazón.—Con permiso —digo a secas —quiero subir y estas bloqueando mi paso.—¿Podemos hablar?—De verdad no tengo ganas ahora Gerald, tal vez luego —exprese de mala