Por la mañana, Daisuke corrió a arreglarse, debía ir a la universidad y no podía darse el lujo de llegar tarde. Hikaru le miraba con sonrisa curiosa hasta que sonó su móvil. Revisó el número, era Shinichirō.
— ¿Hola? —respondió la llamada.
— ¿Cómo hola, Hikaru? —Reclamó el muchacho al otro lado de la línea—. ¿Acaso se te olvidó lo del curso de hoy?
Hikaru se sorprendió.
—Cierto… —titubeó—. Iré para allá.
—Cielos, sí que tienes la cabeza en otro lado —suspiró frustrado Shinichirō.
—Lo lamento, ¿ya inició? —preguntó levantándose.
—No, al mediodía; pero habíamos quedado de vernos antes, ¿no?
—Sí, llegaré en un momento más
Durante los dos días siguientes, Daisuke acompañó a Hikaru a tomar su curso a la universidad, y al salir llevarlo a su apartamento, para después ir al Mitsu no aka a trabajar; ya que, como les habían concedido el sábado, debían trabajar desde el miércoles. Hikaru le sugirió acompañarlo al bar, y esperarlo ahí mismo, pero el muchacho se negó, diciéndole que “si él se encontraba ahí le resultaría difícil realizar bien su trabajo”; de nueva cuenta le hizo sentir halagado, y accedió a esperarlo en casa con tranquilidad; después de todo, a partir del viernes y hasta el domingo por las mañanas Daisuke sería todo suyo.Daisuke se encontraba recargado sobre la barra del bar, pensativo, completamente absorto en sus cavilaciones; mientras Ryū y Rai comenzaban a planear alguna salida para el lunes de la sigu
A pesar de todos los planes que Hikaru había construido en su cabeza, para pasar los siguientes tres días por la mañana, hasta antes que Daisuke tuviera que irse a trabajar al Mitsu no aka; no había contado con el cansancio acumulado del muchacho, por lo que tuvo que modificarlo todo.Tres días metidos en el apartamento, viendo televisión o escuchando música abrazados ya fuera sobre la cama o un sillón. La dedicación del muchacho al cocinar para él le hacía sentir, de alguna manera, feliz.Sentir las manos de Daisuke sobre su cuerpo, acariciándolo con cariño y delicadeza le hacían no querer estar en otro lugar, pero le hacía falta “algo” más. Deseaba que Daisuke le hiciera suyo de nuevo. Ver el cuerpo desnudo del muchacho sobre el suyo; sentir sus manos tocar su cuerpo desnudo, hasta saciarse; escuchar su voz excitada, clamando su nombre;
Tal y como lo habían pactado, los invitados comenzaron a llegar al apartamento después de las cinco de la tarde. La convivencia había estado animada y las amistades de ambos parecieron congeniar de forma armónica, logrando que Hikaru se relajara y se sintiera cómodo entre los amigos de Daisuke, especialmente con Mayu, quien parecía curiosa sobre su relación con el muchacho y parecía ser una amiga cariñosa.Hikaru empezó a sentirse incómodo con la presencia de Natsuki, no estaba seguro del motivo; pero había algo en la mirada que ese muchacho estaba dedicándole a Daisuke que le hacía rabiar por dentro.Sakura le pidió a Mayu que la acompañara a la terraza para tener una charla “de chicas”. Ambas se levantaron tomando su vaso y caminaron entre risas cómplices hasta la terraza, dejando a los chicos en la sala del apartamento charlando animadam
Cerca de las once de la mañana, Hikaru salió de la cama evitando despertar a Daisuke. Corrió a ducharse y arreglarse, para salir a solucionar algunas cosas que se traía entre manos, no iba a darse el lujo de dejar las cosas al azar. Debía ver la manera de conseguir vivir con Daisuke; y más urgente aún, tenía que encontrar la manera de mantener lejos y ocupado a Shinomiya Natsuki.Cuando estaba listo para salir besó la frente de Daisuke para avisarle que saldría, y que Shin le esperaba afuera para ir a conocer sus horarios.Daisuke asintió somnoliento, sin terminar de entender lo que Hikaru le había contado. Escuchó los pasos rápidos del chico a través del apartamento y unos minutos después le escuchó salir del lugar. Volvió a envolverse entre las sábanas, y dormirse en cuestión de segundos.Hikaru caminó
Hikaru se pasó tres días dándole vueltas a posibles ideas para darle seguridad a Daisuke y que vivieran juntos de una buena vez:¿Romper el contrato con el apartamento de Omotesando Hills, y que ese dinero sirviera para pagar la renta del apartamento en el que Daisuke vivía; y lo que sobrara sirviera para mantenerlos mientras estudiaban –para que el muchacho no tuviera que trabajar los fines de semana y tenerlo en casa-?; no, porque el padre de Daisuke seguramente le retiraría todo apoyo económico y la universidad debía pagarse, además de los materiales que el chico requería –y no eran precisamente de bajo costo-. Rechazado.¿Mudarse ambos –sin decir nada a nadie- a Omotesando Hills y que el dinero del apartamento de Yoyogi en el que vivía Daisuke sirviera para pagar la universidad, ya vería cómo sacarle dinero extra a su padre para los materiales de su n
Hikaru tardó cerca de una semana en seleccionar las cosas que llevaría al apartamento de Daisuke. Sabía que no podía llevar demasiado, ya que tenían que aparentar que él dormía en la sala. Así que sí llevó suficientes libros y cuadernos, además de su laptop; para hacer notar que como buen estudiante universitario, tenía hecho un desastre el espacio en el que habitaba.Daisuke organizó algunas cosas, y acomodó sus materiales dentro de la habitación, de manera que no les estorbaran. Dejó espacio en el armario y los cajones, para la ropa y enseres personales del chico. Estaba feliz de haber podido conseguirlo sin que su padre se opusiera o quisiera poner más trabas. Estaban acomodándose con agilidad y, el hecho de no recibir visitas muy seguido, les permitía acomodarse a solas, y poder relajarse y divertirse.Con ambos tomando clases durante
Tal y como habían quedado, Daisuke acompañó a Hikaru hasta la estación de trenes para despedirlos. Para incomodidad de Hikaru, Hayato se había incluido en los planes, y había decidido llevar a su pareja: Shinomiya Natsuki.Ryū había decidido quedarse a acompañar a Daisuke, e ir con él a la dichosa comida de la empresa de su padre. Mayu estaba emocionada por el viaje, ella y Sakura no hacían más que planear todo lo que harían, mientras Shinichirō las miraba inexpresivo, y Yū se integraba a ellas. Ambas chicas abordaron el tren y se sentaron juntas, jalando a Hikaru y Yū para que se sentaran en los asientos de enfrente. Sería un viaje largo, ya que tendrían que transbordar en Okayama, eso hacía que fuera un viaje de cerca de siete horas en total.Daisuke y Ryū asistieron a la reunión y comida que la empresa de su padre ofrecía año con año,
Tras el regreso a Tokio, Daisuke volvió al trabajo en el Mitsu no aka, los fines de semana. Hikaru le había encontrado el lado amable a la situación, ya que Yoshimura Kentarō solía invitarlo a distraerse cuando su amante se iba a trabajar.Después de que Hayato publicara en la prensa local toda la información sobre los múltiples fraudes de Yoshimura Akira, su partido le retiró todo apoyo, y antes que la policía le apresara se suicidó, dejando en su testamento que todos los bienes que sobraran del pago por sus faltas, se dividirían entre sus dos hijos legítimos: Yoshimura Kentarō y Yoshimura Kei. A partir de ahí, Kei se dedicó a presionar a los abogados para que finiquitaran la situación, y pudiera cumplirse la voluntad de su padre, para no tener más que ver con su medio hermano incómodo. Kentarō, por su parte, se había unido a la organizaci&oa