Alana se encontró con un dormitorio vacío y recordó que Jackie finalmente se decidió a hablarle al chico de ojos cafés con bonitas pestañas rizadas con el que había estado intercambiado miradas bastante significativas desde hacía algunas noches, por lo que probablemente volvería hasta bien entrado el amanecer, si es que volvía.
Estaba bien, la cama vacía significaba algo totalmente distinto cuando sabía que su amiga estaba a salvo divirtiéndose en algún lado y además ella ya tenía en mente una manera de matar el tiempo.
“Matar el tiempo”
¡Qué frase tan estúpida! Pensándolo ahora los días, horas y segundos eran el bien más valioso y escaso que poseías, al menos si eras un mortal,por lo que era una estupidez que la gente buscara maneras de despilfarrarlo, o de venderlo por una fracción de su valor a un bastardo abusivo que se enriquecía a costa tuya y no tenía el menor respeto ni por él ni por ti.
Y con todo ¡Qué irónico que pudiera recostar
¡Hola! Sólo para recordarte que aprecio mucho el tiempo que has invertido leyendo hasta aquí y espero que nos acompañes hasta el final. Me encantaría escuchar de ti en los comentarios y estoy a tus órdenes en mis redes sociales como Reila Gray. Nos leemos ;)
Se había sentido convencida de la respuesta, hasta que estuvo realmente frente al monstruo con rostro de mujer.Miró a Grace a los ojos y soltó las tres palabras con una seguridad que estaba muy lejos de sentir.— Una rosa blanca.La vampiresa le dedicó una enigmática sonrisa de lado y contestó con una sola palabra.— Izquierda.Alana parpadeó un par de veces confundida, antes de entender que debía formarse de ese lado.Maldita. Los iban a hacer esperar hasta que terminara el tiempo para decirles el resultado.Podría parecer que dos minutos no eran nada, pero sólo las personas que se han enfrentado a situaciones de vida o muerte, como ella, entendían lo relativo que podía ser el tiempo.Unos segundos después Darío se reunió con ella, lo habían enviado también a la izquierda. Bueno, al menos pa
Se excusó decidida a buscar respuestas, pero a decir verdad no tenía ni idea de como volver a contactar al vampiro siquiera. Lo más lógico sería buscarlo en la zona reservada a los de su especie, pero en primer lugar ir ahí estaba prohibido para los mortales y aunque no se molestaron en explicarles exactamente cuales serían las consecuencias de romper esa regla, podía tratarse incluso de una ejecución y en segundo cada célula de su cuerpo le había advertido que no era una buena idea estar cerca de un inmortal en las dos ocasiones en las que le habían dirigido la palabra, por no hablar de ir a buscarlos a su nido, así que esa opción estaba descartada. No tenía ninguna certeza de que fuera a estar ahí, pero sólo había otro sitio en el que se le ocurrió que podría buscarlo: La biblioteca. Después de todo, no se habían encontrado ahí por simple casualidad la primera vez y, puesto que no la había citado en otro lado, probablemente volvería si que
Grace, como siempre, había ido directo a su despacho en cuanto sus obligaciones como maestra de ceremonias concluyeron.Revisar que cada aspecto de la logística del torneo funcionara como el mecanismo de un reloj suizo ya consumía de por sí demasiado tiempo y energía, pero había muchos otros detalles que no podía dejar pasar, tenía que prestar atención o no se enteraría de las cosas hasta que se hubieran convertido en un problema.Estaba ocupada poniéndose al día respecto a lo que sus huéspedes y los jugadores humanos habían estado haciendo últimamente.Era casi imposible evitar que los miembros más influyentes del consejo se cansaran de ser mera audiencia y quisieran tomar un papel más activo en la competencia, pero a ser posible quería tener eso también bajo control.Pasada ya la media noche, le pareció
Ese día apenas logró dormir un par de horas. Nada malo en sí había pasado, sus amigos estaban a salvo y probablemente había evitado que la ronda anterior se convirtiera en una masacre, con la inesperada ayuda de un vampiro, pero así había sido; Sin embargo, las posibles consecuencias de haber aceptado esa colaboración, incluso sin saberlo, le preocupaban, especialmente porque no parecía tener poder de decisión al respecto. No sólo estaba ahí como un entretenimiento, lo cual visto de esa forma ya era bastante humillante, si no que se había convertido en un juguete de los vampiros que la usaban en sus luchas por el poder sin que pudiera evitarlo, venga que ni siquiera se daba cuenta de en que formas estaban jugando con ella. Cuando los llamaron, diez minutos antes de que tuvieran que salir al pasillo, sus ojos ya estaban abiertos, pero no tenía ganas de salir de la cama, así que Jackie tuvo que llamarla. Se levantó de mala gana, trató de ponerse medio d
Al parecer su gesto no fue suficiente para convencerlo de que no pensaba hacer nada que le valiera una ejecución, así que la tomó de la mano, el único medio que le vino a la mano para ayudarla a contenerse.Sin saber porque, no lo rechazó, en vez de eso apretó la mano que le ofrecían a con todas sus fuerzas mientras seguía tratando de pensar en una manera de salvar a su amiga de la guillotina.Lo primero era calmarse, si empezaba a llorar en voz alta probablemente la ejecutada sería ella.El tiempo seguía pasando, los segundos se arrastraban como si tuvieran que llevar el peso de todo el mundo sobre ellos, pero no se detenían y Jackeline seguía sin presionar ningún botón.¿Estaba dudando?Eso era bueno, al menos no le iba a creer a ciegas a ese bastardo.Cerró a un más su agarre al rededor de los dedos de Dar&iac
— Dice que necesita espacio.Le informó, asumiendo que había ido tras ella para averiguar cómo estaba Jackie.EL chico se limitó a asentir.— Pensaba dar una vuelta para despejarme la cabeza ¿Me acompañas?Le ofreció, sorprendiéndola.— ¿Quieres que vaya contigo?Quiso asegurarse. Le había dado la impresión de que tampoco estaba de buen humor durante la cena, pero no sabía si era del tipo que prefería tener a alguien cerca para distraerlo o de los que necesitaban estar solos cuando algo malo sucedía.— No te hubiera preguntado si no fuera así.Probablemente fuera verdad, no creía que fuera de los que anteponían las convenciones sociales a su propia comodidad.— Pues vale.Salieron del edificio y se decidieron a explorar uno de los patios pequeños que estaba en
Al anochecer, las dos se alistaron en los diez minutos indicados y salieron al pasillo tomadas de la mano. El vampiro que dirigió al grupo a través de las escaleras y corredores era nada más y nada menos que el atractivo joven de cabello obscuro y ojos grises con el que había conversado en la biblioteca ya dos veces. Notó que su mirada se detuvo por un momento en sus dedos entrelazados y frunció el ceño en un claro gesto de reprobación. Alana le sostuvo la mirada por un momento y asintió levemente con la cabeza, como si quisiera expresar que había entendido su mensaje, pero eso no significaría que iba a hacerle caso, no en esto. Quizás Bruno lo comprendió, pues sacudió la cabeza antes de devolver su vista al frente y continuar con el recorrido sin volver a fijarse en ellas. No la soltó hasta que llegaron al patio y se formaron. Había una sola fila de cinco personas. En cuanto estuvieron formados y en orden, la muñeca malvada subió al podio. —
— Yo nunca, nunca he presionado un botón para matar a un inocente y que mi amiga se salvara de la ejecución.Mierda. Mierda. Mierda.Con eso tenía cuatro dedos abajo. Tenía que deshacerse de alguien rápido o estaba en serio peligro, un dedo más y estaba fuera.Se dio cuenta de que su apuesta más segura era atacar al chico, así que…— Yo nunca, nunca he mantenido mi orientación sexual en secreto o mentido al respecto.Ese no era un tema que se sintiera a gusto usando a su favor, pero después de todo el juego se trataba de dar golpes bajos y su situación ya era bastante precaria. Tenía que agarrarse de donde pudiera y no había mucho que pudiera decir sobre dos personas a las que conocía tan poco.Ahora, si uno de los dos tenía que bajar otro dedo, moriría.Podía escuchar el violento latir de su