Al anochecer, las dos se alistaron en los diez minutos indicados y salieron al pasillo tomadas de la mano.
El vampiro que dirigió al grupo a través de las escaleras y corredores era nada más y nada menos que el atractivo joven de cabello obscuro y ojos grises con el que había conversado en la biblioteca ya dos veces. Notó que su mirada se detuvo por un momento en sus dedos entrelazados y frunció el ceño en un claro gesto de reprobación.
Alana le sostuvo la mirada por un momento y asintió levemente con la cabeza, como si quisiera expresar que había entendido su mensaje, pero eso no significaría que iba a hacerle caso, no en esto. Quizás Bruno lo comprendió, pues sacudió la cabeza antes de devolver su vista al frente y continuar con el recorrido sin volver a fijarse en ellas.
No la soltó hasta que llegaron al patio y se formaron. Había una sola fila de cinco personas.
En cuanto estuvieron formados y en orden, la muñeca malvada subió al podio.
—
¡Hola! ¡Ya llegamos a la semifinal! Mientras nos acercamos al final de esta historia, te recuerdo que puedes dejarme tu opinión en los comentarios o contactarme en redes sociales, me encuentras en todas como Reila Gray.
— Yo nunca, nunca he presionado un botón para matar a un inocente y que mi amiga se salvara de la ejecución.Mierda. Mierda. Mierda.Con eso tenía cuatro dedos abajo. Tenía que deshacerse de alguien rápido o estaba en serio peligro, un dedo más y estaba fuera.Se dio cuenta de que su apuesta más segura era atacar al chico, así que…— Yo nunca, nunca he mantenido mi orientación sexual en secreto o mentido al respecto.Ese no era un tema que se sintiera a gusto usando a su favor, pero después de todo el juego se trataba de dar golpes bajos y su situación ya era bastante precaria. Tenía que agarrarse de donde pudiera y no había mucho que pudiera decir sobre dos personas a las que conocía tan poco.Ahora, si uno de los dos tenía que bajar otro dedo, moriría.Podía escuchar el violento latir de su
Cuando llegaron al comedor había logrado contener los sollozos, pero las lágrimas eran mucho más obstinadas. Habían decorado el lugar con luces, flores, figuras de cristal y todo lo que podrías esperar en una fiesta de gala, pero nada de eso hizo mucho por arreglar su estado de animo tan fúnebre. Ya que solo habían cuatro personas, dejaron sólo una de las mesas para ocupar el espacio con una fuente gigante de chocolate y una especie de torres de copas de vino espumoso, que asumió debía ser champaña. A Jackie le hubiera encantado. — Discúlpame, pero no tengo hambre. Le susurró al oído. — Por favor, mañana es la final, tienes que comer algo. Insistió. El día que se conocieron, cuando protagonizaron un pleito en el salón de clases la primera noche, nunca imaginó que llegaría el día en el que sus ojos de caramelo la miraran con tanta compasión, aunque desde la vez en la que él y Jackeline la convencieron de comer notó que e
Después del trágico brindis, Darío y ella se dirigieron al patio de los columpios donde habían tenido una larga conversación la noche anterior. Tenía muy poco que decirles a los otros dos y lo ultimo que le apetecía en ese momento era fraternizar con ellos y bien darles sin querer un arma que pudieran usar en su contra o complicarse las cosas ella sola al tomarles algún apreció, así que por alguna clase de acuerdo implícito ambos se levantaron y empezaron a caminar al lugar que habían descubierto mientras paseaban. La luna ya empezaba a menguar y estaba menos brillante, pero en cambio el cielo estaba repleto de estrellas que pudieron apreciar gracias a la brisa helada que, si bien calaba hasta los huesos, había apartado las nubes que pudieran cubrirlas. — Tenías razón. Fui honesta con la rubia ayer y por eso tuve que matar a Jackie el día de hoy… Dijo mientras torcía las cadenas de su columpio para que empezara a a girar cuando levantara los pies, como hacía cuando estaba en el ja
Después de la noche en la que la encerró en una sala del edificio de los vampiros mientras el resto de los jugadores se escondían por sus vidas no habían vuelto a hablar en lo absoluto.Se habían visto, por supuesto, Bruno había sido el encargado de formar los grupos en algunas ocasiones, pero no sólo no le había dirigido la palabra, sino que ni siquiera se permitía mirarla más de lo estrictamente necesario.Montse se esforzaba por entender la razón que debía haber detrás de esta actitud, aunque su mejor amigo jamás se había tomado la molestia de explicársela. Probablemente habría problemas si los veían hablando o descubrían que se conocían, o al menos algo así quería imaginar, pero aún así su indiferencia después de todas las locuras que ella había hecho con la esperanza de volver a verlo dolía demasiado y cuando notó que algo estaba sucediendo entre él y la chica que había protagonizado las ultimas pruebas perdió el control.El intercambio de gestos había sido discreto, probablemen
Al final prácticamente ninguno de los dos durmió ese día. Ni siquiera se fueron a sus camas, se la pasaron sentados en el piso hablando de sus vidas, de lo que hacían antes de llegar al torneo, de sus familias, sus amigos y lo que les habría gustado hacer de su vida si no se hubieran involucrado con vampiros.. Probablemente habría sido una buena idea descansar antes de la final, pero los dos estaban inquietos y a fin de cuentas ¿No sería un desperdicio? Esas podrían ser sus ultimas horas, ¿Por qué pasarlas durmiendo? Alana lo tomó del brazo mientras bajaban al patio a enfrentarse con cualquier putada que tuvieran preparada para ellos ese día. Notó que los vieron salir del mismo dormitorio y permanecer cínicamente juntos todo el trayecto ¿Pero que importaba ya? Qué creyeran lo que les diera la gana, no iban a volver a verse de todas formas. Eran sólo cuatro personas, así que no se molestaron en formarlos. Observo cualquier cosa que pudiera haber en el patio, por si había alguna p
— ¿Barbie? ¿Me estás diciendo tonta, psicópata?. Respondió Montse, claramente molesta. Por su reacción hubiera apostado a que no era la primera vez que escuchaba ese apodo y que no se lo decían precisamente de cariño. — Sólo estoy diciendo que llegaste a la final gracias o a la suerte o a que Alana se empeñó desde la primera ronda en evitar las muertes en vez de deshacerse de los competidores, y por cierto, permíteme recordarte que a pesar de que salvó tu trasero varias veces hiciste todo lo posible para deshacerte de ella en el ultimo juego. Así que perdón por dudar de tu capacidad para salir con un rebuscado plan maestro ahora o tus buenas intenciones. Alana no estaba tan segura de ese juicio y probablemente el castaño tampoco, posiblemente lo había dicho sólo como táctica para ganar un debate del que dependía su vida. Era verdad que la rubia había mantenido un bajo perfil durante toda la competencia y que muchas situaciones le habían resultado convenientes, pero ¿No había sid
La boca de Montserat estaba literalmente abierta. No estaba segura de si era de rabia, incredulidad o simple pavor.La habían engañado. No sabía cómo o en que momento, pero esos dos se habían puesto de acuerdo para verles la cara.No. No podía ser. Debía haber un error, no pudo haber perdido, eso significaría que iban a cortarle la maldita cabeza.Se negaba a creerlo al grado de acercarse a la mujer que acababa de caer como peso muerto sobre el concreto del patio para examinar de cerca la carta que había soltado al desplomarse.Era el jocker, no había duda. Era el puto jocker.Dobló el pedazo de cartón, apretandolo con fuerza en su puño y lo arrojó al suelo. — ¿Por qué? ¿Por qué decidiste dejarla ganar y mandarnos a todos los demás al carajo?Le reprochó a Darío mientras veían moverse al equipo que se apresuró para verificar el estado físico de la ganadora y reportarle a Grace.— Yo no decidí nada, Barbie, fuiste tú quién decidió que no era digno de confianza y que por lo tanto era e
Alana despertó en la cama más grande que había visto en su vida, envuelta en sabanas de seda blanca.Si había tenido un sueño, no lo recordaba. Estaba tan agotada que su mente se quedó perdida en la nada obscura, pero tan pronto como recuperó el sentido el dolor volvió a azotarla con toda su fuerza.Había ganado, la opulenta habitación de película que le habían asignado después de la final era una buena muestra de la vida que le esperaba, pero no podía sentirse feliz por eso.La dulce mirada y la sonrisa de Darío estaban tan detallados en su memoria como si lo tuviera frente a ella, pero era dolorosamente consciente de que la próxima vez que lo viera sería durante la ejecución y sería también la ultima.Vaya si el tiempo terminó por comprobar la teoría de su amigo. Estaba segura de que una eternidad no le bastaría para olvidar sus ojos, su voz, sus hoyuelos, su manera tan peculiar de demostrar afecto…Se había salido con la suya, era la ganadora y la vida, o mejor dicho la existencia,