Entre en mi casa dirigiendome hacia mi dormitorio, cuando iba a cerrar la puerta entro mi hermana Carlota sentandonos las dos en mi cama
— ¿Qué te pasa con Giuseppe, Arianna? es guapo, simpático, rico y se le nota que le gustas mucho — me dijo mi hermana
— Se que sera mi esposo aunque no me hace ninguna gracia, pero no quiero que se acerque a mi hasta entonces, además soy aun virgen Carlota y eso me da mas miedo todavia
—- Arianna tienes veintitrés años ¿y sigues siendo virgen?
— Si Carlota, ¿qué tiene de raro? me he dedicado a estudiar solo, no ha lugar con los chico de la universidad, necesitaba regresar a casa cuanto antes y eso es lo que hice, estudiar y sacarme el titulo universitario para regresar pronto — respondí
—- Yo ya no lo soy Arianna, y eso que solo tengo dieciséis años, pero te comprendo hermana, solo te dolera los primeros minutos, pero ay, el placer que luego se siente es innombrable — me dijo Carlota tumbandose en mi cama sonriéndome
Al día siguiente cuando me duche y me vestí, me acerque hasta la cocina para desayunar, viendo a mi nana haciendo esas tortitas que ella sabia que me gustaban tanto
— Buenos días nana, que bien huelen, como sigas haciendo cosas que me gustan voy a engordar — le dije sonriendo
— Estas muy delgada mi niña, siéntate que enseguida te pongo tu café y tus tortitas — e dijo
— Buenos días — nos dijo mi hermana cuando entró en la cocina, sentandose a mi lado
— Buenos días cariño, ¿quieres un café o una taza de chocolate? — pregunto nana
— Ponme una taza de chocolate hoy estoy golosa — contestó
Estábamos en la cocina con nuestra nana mi hermana y yo desayunando cuando escuchamos como se acercaba un coche a nuestra casa, aunque estábamos tranquilas ya que mi padre tenia mas de veinte hombres vigilando la casa las veinticuatro horas, me levanté para acercarme a la entrada, viendo a mi padre con la puerta de la casa abierta
— ¿Quién es papá? — pregunte
— Arianna, vete de aquí ya, esa gente no es bienvenida — me dijo
Me quedé cerca de la entrada de mi casa para ver si podía escuchar algo de lo que decían y ver de quien se trataba, fijándome minutos después que bajaron del vehículo varios hombres, acercándose a donde estaba mi padre, aunque él tenía a sus hombres escoltando.
— ¿Qué queréis? sabéis que no sois bienvenidos a mi casa — escuche decir a mi padre
— El señor Rossi, quiere verte y no quiere un no como respuesta — le dijo uno de los hombres que bajó del vehículo
— Esta bien, decidle que esta tarde nos veremos y ahora salir de mi casa — le dijo mi padre
— ¿Quién era papá? y ¿qué quería ese hombre de ti? — le pregunté
— Nada hija tranquila, solo son negocios no te preocupes y por favor no le digas nada a tu madre — me dijo
— No le diré nada, pero esta tarde te acompañaré yo, no me fio de esos tipos aunque lleves a tus hombres contigo — le dije
— No, tu te quedaras en casa con tu hermana y con tu madre, no quiero que os acerquéis a esa gentuza, ¿entendido Arianna? — me dijo mi padre
Después de la reunión que tuvo mi padre con esa gente, mi boda con Giuseppe se adelantó bastante, aunque no quise preguntar el ¿porqué? acepté porque sabía que nada bueno habia pasado, asi que dos días después, estaba en mi dormitorio vestida con un vestido muy caro de color blanco preparada para casarme con mi peor pesadilla. Minutos después estábamos en el juzgado, mi futuro esposo y yo con nuestros padres como testigos. Cuando el juez nos dio la bendición, mi reciente marido no tuvo ni un poquito de compasión conmigo, rodeo mi cintura con sus brazos, apretando sus labios a los míos, mordiendo mi labio inferior haciéndome sentir mi propia sangre, pero cuando se apartó de mí, quise darle un bofetón, pero me cogió el brazo mirándome con lujuria
— Ya te dije que no te atrevieras más o tendré que castigarte y no es broma querida esposa — me dijo
— Pues que sea la última vez que me haces sangrar te lo advierto — le dije muy enojada
— No te haré sangrar preciosa, te haré tener tantos orgasmos como años has estado en tu universidad — me susurro al oído para que nadie lo pudiera escuchar, haciendo que mojara el tanga que llevaba en esos momentos
Después de casarnos, nos fuimos todos a la casa de mis padres, cuando llegamos y bajamos de los vehículos, nos dirigimos hacia el jardín donde ya había preparado un pequeño banquete para la familia. Estábamos comiendo tranquilamente, cuando uno de los hombres de mi padre se acercó a él diciéndole algo en el oído. Mi padre enseguida se levantó de la silla y entró en la casa, viendo en su cara mucha preocupación. Enseguida me levanté de la silla donde yo estaba y entré también en mi casa acercandome hasta el salón donde estaba mi padre hablando por teléfono.
—- ¿Qué pasa papá? — pregunté, cuando terminó de hablar
— Tranquila hija, ves con tu marido y con la familia, ahora voy yo no te preocupes — me dijo, mientras se sentaba en el sofá con las manos en su cabeza tapando su cara
— No pienso marcharme de aquí hasta que me digas que pasa — le dije sentandome a su lado en el sofa
—- Hija estoy en un apuro muy gordo, los hombres que vinieron a casa son los sicarios de un enemigo mío muy poderoso, la reunión que tuve con ellos fue porque te querían a ti a cambio de lo que les debo, por eso tu boda ha sido en tan poco tiempo, porque me porté como un cerdo contigo cuando hice un pacto con el padre de tu esposo, pero esta gente no se andan con juegos y la verdad que no se que hacer ahora —- me dijo
Viendo el cambio de semblante en la cara de mi padre, me ofreci para ayudarlo— Quiero que me lleves para hablar con ellos, no entiendo mucho de negocios sucios como los vuestros, pero si que se negociar con gentuza como esa — le dije— ¿Qué vas a hacer Arianna? te mataran y nos mataran a todos cuando se den cuenta de que estas casada con el hijo de los Lucas — me dijo— Y qué vas a hacer tu papa ¿entregar a mi hermana como hicistes conmigo? no, lo siento, concerta una cita con esa gente para hablar yo con ellos antes de que mamá se entere, confía en mí por favor papá — respondí— Esta bien hija, pero temo que te puedan hacer algo malo, no podría soportarlo si algo te sucediera por mi culpa — me dijo— Tranquilo que no me pasara nada, y ahora vámonos al jardín con la familia, mama ya estara preocupada por nosotros — contesteCuando termino el dia mi suegro le dio a mi recién estrenado marido las llaves de su coche ya que Giuseppe fue con sus padres al juzgado dejando su coche en el ga
A la mañana siguiente, me desperté sobresaltada, pensando en que lo que había sucedido el dia anterior sería un mal sueño que tuve, pero al girar mi cuerpo, vi a mi reciente marido mirándome con sus grandes ojos azules y con un brazo apoyado en el almohadón.— Buenos días querida esposa — me dijo, viendo una sonrisa cargada de lujuria en sus labios— Buenos días, esposo ¿no me traes el desayuno a la cama, como suelen hacer los recién casados? — pregunte con sarcasmo— No, hoy me apetece quedarme más tiempo en la cama, haz tu el desayuno para los dos como una buena esposa sumisa — me dijo riendoCuando me fui a levantar de la cama enfadada por su contestación, Giuseppe me cogió del brazo volviendo a tumbarme en la cama, cogiendo mi barbilla con sus dedos obligándome a mirarlo— ¿Te has enfadado con flor de loto? — me pregunto— No debería segun tu, eres un mafioso y tienes que ser duro con todo el mundo, incluyendome a mi — Tu lo has dicho, soy un mafioso, ahora bien si quieres que se
Giuseppe se marchó de casa poco después de nuestra conversación, entró en el cuarto de baño para ducharme, ya que quería visitar a mi hermana y a mi padre. Una vez que me vestí y me marché del dormitorio hacia la entrada de la casa, vi a Renata abrir la puerta, ya que habían tocado el timbre— Hola Arianna hija ¿como estas? pensé que mi hijo y tú os vais de luna de miel — me dijo Bianca— No creo, tu hijo se ha marchado y no me ha dicho a donde, pero por favor entrar, será mejor que hablemos en el salon — respondíCuando ya estábamos sentadas mi suegra y yo en el sofa del salon, me cogió la mano mirándome con ternura.— ¿Se ha portado mi hijo bien contigo? — preguntó Bianca— Si no te preocupes, aun que es un poco cabezon y un poco idiota — le dije haciendo que mi suegra se echara a reir— Arianna, mi esposo Giuliano fue muy duro conmigo cuando nos casamos, pero tienes que ser tu la dura con mi hijo, demostrarle que si te pierde algun dia se arrepentira, ya que tu eres una mujer muy d
Al día siguiente cuando desperte, me levante de la cama dándome cuenta de que estaba sola en la cama, entre en el cuarto de baño para hacerme un poco, me vestí y me acerque hasta la cocina viendo a Giuseppe sentado en una de las sillas de la cocina junto a uno de sus sicarios— Buenos días — dije cuando entre— Buenos días señora ¿le pongo un café? — me pregunto Renata— Buenos días flor de loto ¿cómo te encuentras hoy? – pregunto Giuseppe— Me encuentro muy bien, gracias por preguntar — respondí sentándome en una de las sillas al lado de mi esposoCogi la taza de café con la mano, pero antes de tomar el primer sorbo escuchamos el timbre de la casa, siendo Giuseppe quien se levantó para abrir la puerta. Escuche hablar y la sonrisa de una mujer, entrando en la cocina mi esposo con una mujer alta, guapa y de color de pelo rubio, sentandose los dos en las sillas.— ¿Esta es la muchacha con la que te has casado cariño? – preguntó ella a Giuseppe acariciando el brazo de mi marido— Arianna
Al día siguiente después de desayunar, cogi mi bolso que estaba en el salón ya que quería ir a la casa de mis padres para visitarlos, llevaba sin verlos desde el día de la boda y necesitaba saber como estaban. Cuando salí de la casa, cogi de mi bolso mi móvil para llamar a un taxi, ya que a Giuseppe lo llevó el chofer con la limusina a trabajar. El taxi tardó muy poco en llegar a mi casa y cuando me senté dentro del coche le dije al conductor dónde quería que me llevara, en cuanto el vehículo estuvo parado, le pague a aquel hombre y baje del coche acercandome seguidamente a la casa de mis padres, toque al timbre abriendo la puerta mi nana.—- Hola preciosa, ¿cómo estás? ya veo que el matrimonio va bien, estás resplandeciente cariño — me dijo mi nana— Estoy muy bien, nana ¿están mis padres en casa? — pregunte— Papa y mama se han ido a no se donde, pero tu hermana pequeña si que esta, vamos Arianna ven conmigo al salón, tienes que contarme muchas cosas — me dijo Carlota, mi hermana—
Estábamos bailando mi esposo y yo, cuando de pronto la música paró viendo a Giuliano acercarse hasta la tarima donde estaban los músicos y coger un micrófono para hablar— Primero bienvenidos a todos a la fiesta que mi esposa Bianca y yo hemos preparado para presentar a mi hijo y a su esposa a todos los presente, ya que la boda de mi hijo Giuseppe y Arianna fue imprevista y además no nos dio tiempo para hacer una fiesta anterior de compromiso, por eso quiero que sepáis que mi hijo Giuseppe Capri se casó hace unos días con la señorita o ahora señora Capri, os presento a todos a Arianna Salvatore, nuestra nuera, querida y amada por las dos familias, por los Capri y los Salvatore, Arianna bienvenida a nuestra familia — dijo mi suegro, aplaudiendo casi todos los invitados mientras vitoreaban los hombres aquello de ::: VIVA GIUSEPPE, EL REY DE LOS NARCOTRAFICANTES.Después de esa presentación, me disculpe con mi esposo ya que necesitaba ir un momento al cuarto de baño, porque notaba m
Despues de la sesion de sexo en aquella terraza que tuvimos mi esposo y yo, Giuseppe y yo volvimos dentro de la casa, dirigiendonos hacia donde estaba Giuliano y Bianca, viendo muy serio el semblante de mi suegro — Giuseppe hijo, llévate de aquí a Arianna, creo que esto se va a poner mal ya que Rossi y sus hombres acaban de entrar en casa — le dijo Giuliano a mi esposo— Mama, ven tu tambien, no quiero que te pase nada — dijo Giuseppe a su madre— No hijo, yo me quedo con tu padre, llévate a tu esposa arriba y que se quede en el dormitorio — nos dijo BiancaGiuseppe me cogió de la mano, llevándome con él hasta la planta de arriba de la casa, entramos en el dormitorio que Bianca nos dijo, poniendo mi esposo sus manos en mis mejillas mirándole yo con cierto temor— Quédate aquí ¿entendido?, cuando pueda vendré a por ti — me dijo, acercando sus labios a los míos, viendo como después se marchaba de aquel dormitorio cerrando la puerta.Asustada por lo que pudiera pasar, me senté en la cam
Me quedé sentada en el suelo unos segundos viendo la expresión de la cara de mi esposo, que ni siquiera me miró cuando me tiró al suelo. Me levanté y entré en el cuarto de baño ya que necesitaba ducharme y quitarme mi rasgado vestido. Entré en la ducha y abri los grifos dejando que el agua golpeara mi cuerpo para relajarme. Cuando termine de ducharme, tapé mi cuerpo con la toalla que había colgada en el baño volviendo a mi dormitorio dandome cuenta de que mi esposo ya no estaba, haciéndome sentir que estaba sola. Me senté en la cama pensativa viendo a los pocos minutos entrar a Giuseppe con una toalla solamente en su cintura acercándose a mí con una expresión en su cara que me asustaba.— Levántate de la cama, quiero jugar un rato con tu precioso cuerpo — me dijoGiuseppe —¿Qué te pasa? lo que estoy viendo ahora no me gusta, has cambiado desde que has venido de la casa de tus padres — le dijeMi esposo sacó del cajón de su mesita de noche una tela negra, tapando mis ojos con ella asu