Giuseppe se acercó a mi, dandole mi mano mi padre mientras veía en sus ojos tristeza y rabia, pero ya no había razón para echarse atrás, ya que mi destino estaba marcado con ese hombre desde que nací. Giuseppe se acercó a mí rodeando mi cintura con su brazo, agarrandome la nuca para atraerme hacia él, apretando su boca con la mía mientras su lengua se pasea con desesperación por mi boca buscando mi lengua.bajando sus manos hasta mis nalgas, apretandolas como si ya le perteneciera.
— Bellisima y deliciosa — me dijo Giuseppe cuando apartó su cuerpo de mi unos centímetros
— Y tu eres un caradura ¿lo sabías? — le susurre al oído
— Eso me gusta, salvaje como una gata, pero sabre dominarte — me dijo antes de marcharse de mi lado para felicitar a mi hermana
— Felicidades a los dos, se muy bien que mi hijo te hará muy feliz — me dijo una mujer que se acercó a donde estábamos mis padres y yo hablando, suponiendo que era la madre de Giuseppe, aunque nadie nos había presentado
— Muchas gracias señora de Capri, aunque no me esperaba este acontecimiento ya que casi se puede decir que acabo de llegar, después de estar varios años estudiando en el extranjero — le dije
— Entonces no te preocupes por nada, tu madre y yo, preparemos vuestra boda, tengo grandes ideas para vuestro gran dia — me dijo
— ¿Ah sí? pues qué ilusión ¿no? — le dije con sarcasmo mirando a mi madre
— Cariño acompáñame, creo que me debes un baile — me dijo Giuseppe, cogiendo mi mano, llevándome con él hacia el centro de la pista de baile
— ¿Pero qué crees que soy?, ¿tu muñeca? — le dije a Giuseppe
— Lo seras no te preocupes, cuando te tenga en la cama desnuda y a mi merced — me respondió, haciendo que diera una risa nerviosa
— Sigue soñando guaperas, eso no lo veras, no pienso dejar que me toques aunque me reclames como mi marido — le conteste
—- ¿Quieres que te cuente algo de lo que te haré en nuestra noche de bodas? — me susurro al oído para que nadie lo escuchara, mientras rodeaba mi cintura pegándome a su cuerpo, haciéndome sentir lo duro que ya tenía su miembro
— Por favor apártate un poco de mi que me falta el aire, y además no necesito saber que tamaño tiene tu juguete — le dije intentando marcharme, pero me apretó a su cuerpo con más fuerza, besando y dando pequeños mordiscos en mi cuello, haciendo que mi piel se erizara
— Seguro que ya estas mojada, — me dijo
Le puse mis manos en su pecho apartando de mi, levante mi brazo y con la mano abierta le di una bofetada haciendo que doblara la cara viendo mi mano marcada en su mejilla
— No te atrevas nunca más o tendré que castigarte, ¿te enteras? — me dijo, fijándome en cómo nos estaba mirando los demás invitados
— No te tengo miedo, ni a ti ni a cuarenta como tu —- le grite marchandome de aquella sala
Me marché de la sala aun escuchando como mi hermana y mi madre me estaban llamando, subí al ascensor bajando donde estaba la suite, entre dando un fuerte portazo viendo como se acercaba hasta mí, nana y Carlo que también estaba en la suite con ella
— ¿Qué te pasa mi niña? — preguntó mi nana
— Ese Giuseppe, es el hombre más cerdo que he tenido que aguantar —- le dije, viendo una sonrisa ladina en la boca de Carlo
— Mi amor, está acostumbrado a tener a cualquier mujer, pero sabe que tu no eres como ellas, seguro que te estaba provocando para saber cómo reaccionaras a sus provocaciones —- me dijo nana
— Pues te aseguro que ya lo sabe, tiene mi mano marcada en su cara, ese cerdo, estupido
Una semana después del aniversario de mi hermana en Marbella y ya en nuestra casa de Sicilia, mi padre nos anunció a mi hermana y a mi que Giuseppe y sus padres venían a cenar a mi casa para hablar de los preparativos de mi boda con Giuseppe. Mi padre preparó una barbacoa en el jardín ya que hacía calor y era mejor cenar fuera de la casa. Cuando llegaron los de Luca, mi nana los hizo acompañar al jardín donde ya estaba casi todo preparado
—- Hola mi amor — me dijo Giuseppe, besando mi mejilla cuando se acercó a mi
— Hacéis una preciosa pareja ¿verdad Fiorella? — dijo la madre de Giuliano a mi madre
— La verdad que si Bianca, cuando les llegue el amor a los dos y nos den un nieto, será precioso — contesto mi madre sarcásticamente
— ¿Nietos? mamá por favor hay muchos niños huérfanos que necesitan que los adopten — le dije riendo, viendo el semblante serio de la madre y el padre de mi prometido
— Arianna por favor hija, compórtate con tus futuros suegros — me dijo mi padre muy serio
Terminamos de cenar quedándonos todos sentados en los sillones del jardín, para hablar de los preparativos de la boda, cuando de repente mi futuro esposo se puso de rodillas con una pierna delante de mí, llevando en su mano una pequeña cajita de raso rojo
— No hagas tonterías por favor — le dije
— Arianna, ¿vale ya? respeta a tu futuro esposo — me gritó muy serio y por primera vez mi padre
— Cariño, acepta este anillo como muestra de mi sinceridad al decir que tratare de hacerte feliz y te defenderé con mi vida a cualquiera que quiera hacerte daño— me dijo Giuseppe poniendo el dichoso anillo en mi dedo anular
Me levanté del sillón donde estaba para marcharme, pero mi futuro esposo rodeo mi cintura con sus fuertes brazos, juntando su boca con la mía, bailando nuestras lenguas, hasta que nos faltó el aire a los dos, teniendo que separar nuestros cuerpos
— Gracias por el anillo es precioso, pero si me permitís todos, prefiero retirarme a mi dormitorio — les dije, viendo sus rostros de sorpresa por retirarme
Entre en mi casa dirigiendome hacia mi dormitorio, cuando iba a cerrar la puerta entro mi hermana Carlota sentandonos las dos en mi cama— ¿Qué te pasa con Giuseppe, Arianna? es guapo, simpático, rico y se le nota que le gustas mucho — me dijo mi hermana— Se que sera mi esposo aunque no me hace ninguna gracia, pero no quiero que se acerque a mi hasta entonces, además soy aun virgen Carlota y eso me da mas miedo todavia—- Arianna tienes veintitrés años ¿y sigues siendo virgen? — Si Carlota, ¿qué tiene de raro? me he dedicado a estudiar solo, no ha lugar con los chico de la universidad, necesitaba regresar a casa cuanto antes y eso es lo que hice, estudiar y sacarme el titulo universitario para regresar pronto — respondí—- Yo ya no lo soy Arianna, y eso que solo tengo dieciséis años, pero te comprendo hermana, solo te dolera los primeros minutos, pero ay, el placer que luego se siente es innombrable — me dijo Carlota tumbandose en mi cama sonriéndomeAl día siguiente cuando me duch
Viendo el cambio de semblante en la cara de mi padre, me ofreci para ayudarlo— Quiero que me lleves para hablar con ellos, no entiendo mucho de negocios sucios como los vuestros, pero si que se negociar con gentuza como esa — le dije— ¿Qué vas a hacer Arianna? te mataran y nos mataran a todos cuando se den cuenta de que estas casada con el hijo de los Lucas — me dijo— Y qué vas a hacer tu papa ¿entregar a mi hermana como hicistes conmigo? no, lo siento, concerta una cita con esa gente para hablar yo con ellos antes de que mamá se entere, confía en mí por favor papá — respondí— Esta bien hija, pero temo que te puedan hacer algo malo, no podría soportarlo si algo te sucediera por mi culpa — me dijo— Tranquilo que no me pasara nada, y ahora vámonos al jardín con la familia, mama ya estara preocupada por nosotros — contesteCuando termino el dia mi suegro le dio a mi recién estrenado marido las llaves de su coche ya que Giuseppe fue con sus padres al juzgado dejando su coche en el ga
A la mañana siguiente, me desperté sobresaltada, pensando en que lo que había sucedido el dia anterior sería un mal sueño que tuve, pero al girar mi cuerpo, vi a mi reciente marido mirándome con sus grandes ojos azules y con un brazo apoyado en el almohadón.— Buenos días querida esposa — me dijo, viendo una sonrisa cargada de lujuria en sus labios— Buenos días, esposo ¿no me traes el desayuno a la cama, como suelen hacer los recién casados? — pregunte con sarcasmo— No, hoy me apetece quedarme más tiempo en la cama, haz tu el desayuno para los dos como una buena esposa sumisa — me dijo riendoCuando me fui a levantar de la cama enfadada por su contestación, Giuseppe me cogió del brazo volviendo a tumbarme en la cama, cogiendo mi barbilla con sus dedos obligándome a mirarlo— ¿Te has enfadado con flor de loto? — me pregunto— No debería segun tu, eres un mafioso y tienes que ser duro con todo el mundo, incluyendome a mi — Tu lo has dicho, soy un mafioso, ahora bien si quieres que se
Giuseppe se marchó de casa poco después de nuestra conversación, entró en el cuarto de baño para ducharme, ya que quería visitar a mi hermana y a mi padre. Una vez que me vestí y me marché del dormitorio hacia la entrada de la casa, vi a Renata abrir la puerta, ya que habían tocado el timbre— Hola Arianna hija ¿como estas? pensé que mi hijo y tú os vais de luna de miel — me dijo Bianca— No creo, tu hijo se ha marchado y no me ha dicho a donde, pero por favor entrar, será mejor que hablemos en el salon — respondíCuando ya estábamos sentadas mi suegra y yo en el sofa del salon, me cogió la mano mirándome con ternura.— ¿Se ha portado mi hijo bien contigo? — preguntó Bianca— Si no te preocupes, aun que es un poco cabezon y un poco idiota — le dije haciendo que mi suegra se echara a reir— Arianna, mi esposo Giuliano fue muy duro conmigo cuando nos casamos, pero tienes que ser tu la dura con mi hijo, demostrarle que si te pierde algun dia se arrepentira, ya que tu eres una mujer muy d
Al día siguiente cuando desperte, me levante de la cama dándome cuenta de que estaba sola en la cama, entre en el cuarto de baño para hacerme un poco, me vestí y me acerque hasta la cocina viendo a Giuseppe sentado en una de las sillas de la cocina junto a uno de sus sicarios— Buenos días — dije cuando entre— Buenos días señora ¿le pongo un café? — me pregunto Renata— Buenos días flor de loto ¿cómo te encuentras hoy? – pregunto Giuseppe— Me encuentro muy bien, gracias por preguntar — respondí sentándome en una de las sillas al lado de mi esposoCogi la taza de café con la mano, pero antes de tomar el primer sorbo escuchamos el timbre de la casa, siendo Giuseppe quien se levantó para abrir la puerta. Escuche hablar y la sonrisa de una mujer, entrando en la cocina mi esposo con una mujer alta, guapa y de color de pelo rubio, sentandose los dos en las sillas.— ¿Esta es la muchacha con la que te has casado cariño? – preguntó ella a Giuseppe acariciando el brazo de mi marido— Arianna
Al día siguiente después de desayunar, cogi mi bolso que estaba en el salón ya que quería ir a la casa de mis padres para visitarlos, llevaba sin verlos desde el día de la boda y necesitaba saber como estaban. Cuando salí de la casa, cogi de mi bolso mi móvil para llamar a un taxi, ya que a Giuseppe lo llevó el chofer con la limusina a trabajar. El taxi tardó muy poco en llegar a mi casa y cuando me senté dentro del coche le dije al conductor dónde quería que me llevara, en cuanto el vehículo estuvo parado, le pague a aquel hombre y baje del coche acercandome seguidamente a la casa de mis padres, toque al timbre abriendo la puerta mi nana.—- Hola preciosa, ¿cómo estás? ya veo que el matrimonio va bien, estás resplandeciente cariño — me dijo mi nana— Estoy muy bien, nana ¿están mis padres en casa? — pregunte— Papa y mama se han ido a no se donde, pero tu hermana pequeña si que esta, vamos Arianna ven conmigo al salón, tienes que contarme muchas cosas — me dijo Carlota, mi hermana—
Estábamos bailando mi esposo y yo, cuando de pronto la música paró viendo a Giuliano acercarse hasta la tarima donde estaban los músicos y coger un micrófono para hablar— Primero bienvenidos a todos a la fiesta que mi esposa Bianca y yo hemos preparado para presentar a mi hijo y a su esposa a todos los presente, ya que la boda de mi hijo Giuseppe y Arianna fue imprevista y además no nos dio tiempo para hacer una fiesta anterior de compromiso, por eso quiero que sepáis que mi hijo Giuseppe Capri se casó hace unos días con la señorita o ahora señora Capri, os presento a todos a Arianna Salvatore, nuestra nuera, querida y amada por las dos familias, por los Capri y los Salvatore, Arianna bienvenida a nuestra familia — dijo mi suegro, aplaudiendo casi todos los invitados mientras vitoreaban los hombres aquello de ::: VIVA GIUSEPPE, EL REY DE LOS NARCOTRAFICANTES.Después de esa presentación, me disculpe con mi esposo ya que necesitaba ir un momento al cuarto de baño, porque notaba m
Despues de la sesion de sexo en aquella terraza que tuvimos mi esposo y yo, Giuseppe y yo volvimos dentro de la casa, dirigiendonos hacia donde estaba Giuliano y Bianca, viendo muy serio el semblante de mi suegro — Giuseppe hijo, llévate de aquí a Arianna, creo que esto se va a poner mal ya que Rossi y sus hombres acaban de entrar en casa — le dijo Giuliano a mi esposo— Mama, ven tu tambien, no quiero que te pase nada — dijo Giuseppe a su madre— No hijo, yo me quedo con tu padre, llévate a tu esposa arriba y que se quede en el dormitorio — nos dijo BiancaGiuseppe me cogió de la mano, llevándome con él hasta la planta de arriba de la casa, entramos en el dormitorio que Bianca nos dijo, poniendo mi esposo sus manos en mis mejillas mirándole yo con cierto temor— Quédate aquí ¿entendido?, cuando pueda vendré a por ti — me dijo, acercando sus labios a los míos, viendo como después se marchaba de aquel dormitorio cerrando la puerta.Asustada por lo que pudiera pasar, me senté en la cam