[...]
- Quiero que la lleven al hospital del centro, voy a pagar todo el tratamiento. Después de lo que hice con ella, es lo mínimo que puedo hacer para ayudar.
Unos minutos después, Maciel estaba preocupado y se sentía muy culpable por lo que había pasado con esa joven tan hermosa y llena de vida. Llegó al hospital y preguntó inmediatamente en la recepción.- ¿Trajeron a una chica aquí hace unos instantes? La atropellé...- Sí, señor. Está en la sala de emergencia y le están haciendo algunos exámenes. Sabemos que sufrió una fractura de fémur.Maciel se sentó en el sofá de la recepción. El olor del hospital lo deprimía y le recordaba la muerte de su esposa en el pasado. La única mujer que realmente amó, después de su prematura muerte... Recibió la llamada de Anastasia, una mujer de la misma edad que él, ambiciosa y fútil, que fue su caso más duradero, ya que casi nunca se permitía estar con una mujer por más de una vez.- ¿Maciel? ¿Cómo estás?- Bien, Anastasia, a pesar de una situación inusual que acaba de suceder hace unos minutos.- ¿Y fue algo contigo o con tus hijos? Pregunto esto porque tu voz suena un poco afligida.- ¡Una joven se lanzó frente a mi coche hace un rato!- Seguramente está loca, no te preocupes, estoy segura de que no podrá demandarte, después de todo, fue ella la que provocó el accidente. ¿Hubo testigos de lo que pasó?- Sí, pero lo que realmente me preocupa es que ella esté bien, intencional o no, ¡es un ser humano!- Entiendo, supongo que nuestra cena tendrá que esperar otro día, ¿verdad? - Anastasia suspira al hacer la pregunta, ya anticipando la respuesta.- ¡Lo olvidé por completo, lo siento mucho!- No hay problema, nos vemos otro día.Apagó el teléfono. Había realmente eliminado de su mente que tenía un compromiso con Anastasia esa noche. El médico se acercó a él...- ¿Es usted el acompañante de Elizabeth?
- ¿Elizabeth? Sí, la chica que atropellé, ¿está bien? - preguntó Maciel.- Afortunadamente, sí, a pesar de la fractura que sufrió y algunas contusiones, solo necesita reposo y algunos medicamentos para el dolor.- Gracias a Dios, ¿y por casualidad puedo hablar con ella?- Sí, todavía está un poco somnolienta por la sedación, pero puedes ir a verla y acompáñeme.ElizabethFui despertando poco a poco, todavía me dolía, pero sin duda mucho mejor que antes y mi pierna parecía estar en su lugar. Vi a Maciel entrar con el médico a verme, se sentó a mi lado, no quería que me viera así desarreglada, pero trataría de seducirlo de otras maneras.- ¿Te sientes bien? ¡Mi nombre es Maciel! - Tocó mi mano, no se imagina todo lo que sé sobre él.- Ni siquiera sé qué decir, después de...- Es simple, comienza contándome, ¿por qué hiciste una locura como esta?- Es que no tengo elección, señor Maciel.- Sea cual sea tu problema, hay una solución que definitivamente no es la muerte. Eres demasiado joven y hermosa para renunciar a vivir, ¡aún experimentarás muchas cosas en la vida!Forcé un llanto, lo miré a los ojos... que se paseaban alternativamente entre mis ojos y mis labios.- Para usted es fácil decir eso, está bien vestido y debe ser rico, no tiene de qué quejarse, no sabe lo que es el hambre, el desempleo y mucho menos la soledad.- Estás equivocada, joven. Yo no siempre tuve dinero en la vida. Luché mucho para llegar a donde estoy, nada cae del cielo, Elizabeth. No es justo acobardarte así, siendo tan joven aún y sin haber vivido ni un tercio de tu vida.
– Te agradezco mucho que me hayas ayudado y que te preocupes por mí, pero ahora quiero estar sola y necesito pensar un poco.– ¿Me estás echando? Dijiste que te sientes sola. ¿Por qué no hablas conmigo?– Solo quiero descansar, por favor. Déjame sola aquí.– Está bien, pero volveré mañana a verte.Tomó mi mano otra vez. La suya estaba caliente y la mía fría.– Cuídate y prométeme que no intentarás otra locura. ¿Lo prometes?– Sí, lo prometo, señor Maciel.– Llámame solo Maciel, sin formalismos.– Está bien, Maciel.Él le dio un beso rápido en la mano y yo sonreí tímidamente, mirándolo salir por esa puerta y dejarme con la sensación de que las cartas estaban sobre la mesa y el juego comenzaba. La semilla estaba siendo plantada. Ya sabía cómo llegar a su corazón, al menos, sé que puedo estar en el camino correcto para lograrlo. Pasé muchos días estudiando cada paso de su rutina, sus horarios, su vida amorosa anulada por tanta dedicación al trabajo y a sus hijos idiotas.
Trabajar en la empresa fue mi primera opción, pero con la mala voluntad de esa secretaria desgraciada, tuve que recurrir a un plan de emergencia.Maciel llegó a casa y se sentó en ese enorme sofá mirando los portarretratos en la repisa de la sala, suspirando de cansancio y pensando en esa mujer. Amélia es la empleada de confianza de la casa, es quien sirve a la familia Castello y vio a sus hijos crecer.
- Maciel, ya he preparado la cena como le gusta, la señora Anastasia debe estar casi llegando...- Gracias, Amélia, pero Anastasia no vendrá porque cancelé nuestra cena. Tuve algunos problemas en la empresa y pensé que sería mejor dejarlo para otro día.- Perdóname por preguntar, pero señor, pareces un poco preocupado, ¿pasó algo con mi Ángela o con Kayo?- Tú has trabajado tantos años que me conoces, quizás mejor que yo mismo, afortunadamente no ha pasado nada con mis hijos, pero atropellé a una chica en la salida del trabajo y eso me está molestando.- ¿Y ella está bien?- Sí, afortunadamente, no pasó lo peor, pero se fracturó la pierna.- Gracias a Dios que no murió, pero si todo está bien, ¿por qué tanta preocupación?- Porque ella se lanzó delante de mi coche, quería morir. Parece estar deprimida y disgustada de la vida, es tan joven y bonita, demasiado bonita para sufrir así.
- ¡Parece que te gustó mucho ella! - Amélia conocía a Maciel y sabía que esa chica había tocado su pensamiento.- Solo la quiero ayudar, como a una hija tal vez.Amélia sabía que ese deseo de protección no era algo paternal y que esa chica había conmovido su corazón de una forma nada convencional. Pero algo en esa historia no parecía encajar y ella podía sentirlo.[...]Maciel subió, se quitó la ropa y se fue a la ducha, pensando en Elizabeth mientras el agua recorría todo su cuerpo cansado de ese día agotador y lleno de contratiempos, se puso su pijama y se fue a la cama sin ni siquiera cenar porque no tenía hambre a pesar de todo.Recibió una llamada de video y era su hija Ángela, que estaba de viaje.- ¿Cómo va todo? ¡Papá, te extraño mucho!- Dime tú, Ángela, ¿cómo va el viaje? ¿El Caribe es tan hermoso como en las fotos y videos?Él sonrió y ella también...- ¿Sí, y usted ni siquiera puede imaginarlo, debería haber venido también... tal vez con Anastasia? Sé que están saliendo y ya es hora de que encuentre una buena compañera de viajes y de vida. Me preocupa cuánto tiempo ha perdido dedicándose solo a los negocios, ¡tienes que disfrutar!Él bajó la mirada y respiró profundamente como si quisiera evitar el tema, siempre era doloroso para él hablar sobre su vida amorosa y tener que explicar por qué seguía solo.- Todos sabemos que amabas dem
Me sentí avergonzada y sonreí tímidamente, Maciel tenía una voz especialmente sensual y marcante, aunque a veces parecía autoritaria. Ya conocía su rostro por las revistas, pero poder escuchar su voz así de cerca era fascinante. Siempre creí que estaría más cerca de él, pero no tan rápidamente y los buenos vientos soplaron a mi favor.- Claro que sí, y gracias a él, aprendí a arreglármelas en esta vida, pero el destino me jugó una triste trampa de nuevo, lo acusaron de un crimen que no cometió y tuvo que huir para evitar ser arrestado, pero no funcionó. Estoy viviendo en su apartamento, pero pronto tendré que irme porque no somos parientes y descubrirán que estoy viviendo allí sin él. Imagina el embarazo de ser desalojada.Maciel acarició sus propias manos demostrando preocupación y ansiedad, yo quería penetrar en su mente y no escatimé esfuerzos, estudié un poco de lenguaje corporal y la suya era fácil de entender.- Realmente estás en una situación muy complicada, pero para todo hay
[...]Después de beber esa costosa botella de vino holandés, él pidió al camarero y pagó su cuenta.- ¿Vamos? - Preguntó.- Sí, por supuesto.Ella tomó su bolso y salieron juntos y tan pronto como Anastasia salió de su coche, le dio un fuerte abrazo seguido de un beso, esta vez más intenso y apasionado.- Entonces, tal vez así logre estar, aunque sea un poco en tus pensamientos esta noche.- Que tengas una buena noche. - Respondió él sin mucho entusiasmo.AnastasiaY yo, estúpida, pensé que iríamos a su casa. Maciel nunca fue un hombre de frecuentar moteles y nunca dejaría su cómoda cama para acostarse en otro lugar, aunque sea por una aventura sexual. Pensé que tenía un lugar especial en su mente, ya que había dormido aquí en mi casa algunas veces, pero él estaba demasiado distante esta noche.[...]Él volvió a casa, se detuvo en la cocina y habló con Amelia como siempre hacía antes de irse a dormir, y luego suspiró profundamente mirando hacia la pared y luego a ella.- ¿Te acuerdas
Elizabeth Temprano en la mañana recibí al médico, que fue a mi habitación para darme una buena noticia, es decir, pensó que sería una buena noticia para mí... – Buenos días, Elizabeth, te daré de alta mañana mismo, ya estás bien y en unos meses te haremos una radiografía antes de quitarte el yeso. Ten cuidado y trata de no apoyarte demasiado en esa pierna. Fue inútil tratar de ocultar lo malo que era para lo que tenía en mente. - Está bien doctor, gracias. - Parece que no estabas muy feliz con la noticia, ¿verdad? - cuestionó. - Relájese doctor, no se preocupe por mí, estaré bien. Recibir el alta tan rápido no estaba en mis planes, Maciel aún necesitaría unos días más para que todo lo que le había dicho surtiera el efecto que yo deseaba. O quizás no, estoy en la oscuridad, pero espero que ya haya entrado en su mente. Lejos de allí... En la empresa, la recepcionista atendía a una llamada de Ángela, que ya estaba ansiosa por hablar con el padre, pero en el momento él estaba den
Elizabeth Estaba yo en el cuarto, aburrida y sin encontrar posición en aquella cama, cuando el médico llamó a la puerta y entró con el prontuario en la mano. Mi corazón fue de 8 a 80 en segundos, no puedo ser liberada ahora sin que el viejo lo sepa. - Claro, puede entrar doctor. - ¡Está libre Elizabeth, ya puede irse a casa! Tan pronto como salió la enfermera me ayudó y me puse la ropa del día del accidente, trajeron una silla de ruedas y salimos hacia la entrada del hospital. Yo parecía estar saliendo de una película de terror donde yo era la finalgirl, afortunadamente era un hospital privado y había sido tratada demasiado bien. - ¿Puede llamar a un taxi, por favor? Enferm. - Creo que no necesitará... Maciel me estaba esperando apoyado en su hermoso auto, y él ya estaba hasta arreglado de las abolladuras del choque. Ni siquiera pude disimular la alegría y el alivio de saber que estaba allí para llevarme, aunque fuera a algún hotel. Seguramente pasó la noche pensando en todo
Algún tiempo después, Maciel llegó a casa y su hija, Ángela, corrió para abrazarlo. - ¿Has vuelto tan pronto? - preguntó sonriendo y abrazándola. - ¿Me parece que a usted no le gustó la sorpresa, mi suegro? - Mauricio trató de burlarse de la expresión del suegro en cuanto lo vio. – ¡Para ya con eso, amor... decidimos volver antes, porque te extrañé papá! - Ángela intentó deshacer aquel ingrato reencuentro entre su marido y su padre, los dos nunca tuvieron una relación amistosa, a pesar de nunca haber faltado con el respeto el uno con el otro. – Pero, por supuesto, estoy feliz de tenerte de vuelta, hija mía, y por supuesto que tengo a mi yerno mañana a las siete de la mañana para trabajar conmigo en la empresa. Yo no renuncio a tener esa felicidad. - Maciel sonrió irónicamente al yerno, que no le gustó andar de tener aquel compromiso. Desde soltero, Mauricio no podía oír hablar de la palabra trabajo, se había casado con una mujer millonaria, justamente para tener una vida tranquil
[...]Anastasia llega a la empresa, elegante y con un tacón altísimo pisando firme.- Hola, ¿puede anunciarme para Maciel, por favor?La secretaria responde avergonzada.- Lo siento, señora Anastasia, pero el señor Maciel salió mucho antes de lo habitual hoy.– ¡Está bien, quería llevarte a almorzar, pero lo llamaré después! - Anastasia salió decepcionada y avergonzada de aquella situación, aunque no tenían nada serio, ella se sentía dueña de él.Ella se subió al auto y sacó el celular de su bolso, nunca quiso parecer agobiante con Maciel o celosa, pero su instinto pedía respuestas urgentemente. El teléfono sonó varias veces, hasta que se cortó...– Siento que te está pasando algo malo Maciel y voy a averiguar quién es esta mujer, que está robando tus pensamientos de mí. ¡Sí, claro que hay otra!Anastasia tira su teléfono al asiento del coche y acelera irritada.ElizabethVestí algo mucho más revelador, un vestido siempre surte el efecto esperado en cualquier hombre, aún más así bien
ElizabethTocaron el timbre, pensé que podría ser Maciel una vez más para verme y fui abriendo la puerta emocionada, mientras desamazaba mi vestido con las manos para verme más presentable.- Maciel te volviste...- Mi sonrisa se desvaneció al ver a aquella mujer en la puerta del apartamento.- No, no es mi padre! - ella respondió altiva.Reconocí la serpiente venenosa de su hija.- Buenas tardes. - Respondí sosteniendo la sonrisa irónica.- ¿Puedo entrar yo?Ella ya fue entrando y casi me atropella, aquella mujer me miraba con una expresión de asco que me daba ganas de agarrar en su cuello.- Claro, pase, por favor.Ella se sentó y puso el bolso de al lado, era una mujer elegante y fina, como siempre soñé ser, a pesar de la arrogancia y la arrogancia demasiado. Pero no tan bella ni tan astuta como yo.- ¿Sabes quién soy?- Lo sé, hija de Maciel, vi tu foto hoy en su celular. - Mi respuesta la dejó aún más irritada.- Me parece que ustedes dos son muy íntimos.- Depende de lo que quier