Me sentí avergonzada y sonreí tímidamente, Maciel tenía una voz especialmente sensual y marcante, aunque a veces parecía autoritaria. Ya conocía su rostro por las revistas, pero poder escuchar su voz así de cerca era fascinante. Siempre creí que estaría más cerca de él, pero no tan rápidamente y los buenos vientos soplaron a mi favor.
- Claro que sí, y gracias a él, aprendí a arreglármelas en esta vida, pero el destino me jugó una triste trampa de nuevo, lo acusaron de un crimen que no cometió y tuvo que huir para evitar ser arrestado, pero no funcionó. Estoy viviendo en su apartamento, pero pronto tendré que irme porque no somos parientes y descubrirán que estoy viviendo allí sin él. Imagina el embarazo de ser desalojada.Maciel acarició sus propias manos demostrando preocupación y ansiedad, yo quería penetrar en su mente y no escatimé esfuerzos, estudié un poco de lenguaje corporal y la suya era fácil de entender.
- Realmente estás en una situación muy complicada, pero para todo hay solución en este mundo y nada justifica lo que intentaste hacer.- Lo sé, pero ayer fui a tu empresa buscando una oportunidad de trabajo y me dije que si no lo conseguía, acabaría con toda esta lucha...- Deberías haber entrado y hablado con nuestra recepcionista.Sí, lo intenté, pero ella ni siquiera me dio una oportunidad. Me miró como si fuera una completa incapaz y creo que tenía razón.
A pesar de todo lo que me dijiste, todavía creo que renunciaste muy fácilmente a tus sueños, no puedes darte por vencida cuando aparecen dificultades en el camino. Y además, te ayudaré, pero debes dejar de sentir lástima por ti misma y empezar a ver todo lo que te sucede como una buena oportunidad en la vida.
No lo sé, ¿por qué me ayudaría usted? - Suspiré y miré hacia abajo. - Seguramente por lástima.
No podría mentirte, Elizabeth, tu historia me conmovió e impresionó mucho, pero veo en ti un enorme potencial para los negocios. Eres muy joven e inteligente, puedes crecer en la vida y llegar muy lejos, ¡debes ser más ambiciosa!
¿Realmente piensas así, Maciel?
Sonreí y él correspondió mirando mis labios.
- ¡Sí, estoy seguro absolutamente, Elizabeth!
Sonreímos y una vez más Maciel tocó mi mano suavemente, también estaba aprovechando esas oportunidades y su piel gritaba por mí tanto como yo por mi oportunidad de exigirle a él.
[...]
En aquella noche, Maciel regresó a casa, se quitó la corbata y tomó una ducha mientras pensaba en esa joven que había conocido. Era demasiado hermosa y podría ser su hija, pero no lo era, y había entrado con fuerza en su mente. No podía negar que ella lo dejaba muy excitado. Si bien él era millonario y tenía muchas mujeres a sus pies, jóvenes y maduras, nunca había estado con una en esa franja de edad ni una que lo hubiera impresionado tanto como Elizabeth.
Buscó a Amelia por la casa para que le planchara su camisa blanca, se vistió y se perfumó mientras cambiaba su reloj de pulsera por uno más elegante y apropiado para una cena.
- ¿Vas a salir con la señora Anastasia esta noche? - preguntó Amelia.
- Sí, Amelia, ella lleva días pidiéndome una cena. He estado trabajando mucho y me ha sido difícil conseguir tiempo para ella.
- Señor, debe prestar más atención a su relación sentimental, Doña Anastasia es muy elegante y aún es joven.
- Anastasia y yo no tenemos nada serio, siempre dejé las cosas bien claras entre nosotros. ¡Sin presiones!
- Lo entiendo, pero perdóname por decirlo, creo que debería considerar rehacer su vida casándose de nuevo. Pronto Kayo también construirá una familia, al igual que Ángela, y no quiero verlo solo en esta gran casa y viviendo solo para el trabajo.
- No te preocupes por eso, no me preocupa nada de eso. La vida sigue su curso sin que podamos intervenir.
Maciel suspiró, pero no prestó mucha atención a lo que Amélia le dijo, porque su cabeza estaba en otro lugar. En un rostro joven y dulce que le había robado su mente de manera voraz.
Maciel se detuvo en la puerta de la casa de Anastacia, bajó del coche y ella lo saludó con un beso en la mejilla... ella siempre pensó que los besos más apasionados eran cosas para hacer solo en la cama. Nunca se atrevía a besar a una mujer en público.
- ¡Estás especialmente elegante esta noche, Maciel! - Le dijo, mirándolo como siempre bien vestido y formal.
- Gracias, y tú también, Anastacia, ¿vamos?
Maciel abrió la puerta del coche y fueron al restaurante, llegaron y entregaron las llaves del coche al aparcacoches y, tomados de la mano, entraron al lugar. Uno de los restaurantes más caros y lujosos del país, el camarero le empujó la silla a Anastacia mientras Maciel se sentaba y pedía la carta de vinos... hicieron sus pedidos y, después de unos minutos...
Pareces estar aquí solo físicamente, ni siquiera has tocado la comida que, por cierto, está excelente - Anastasia estaba irritada de estar en compañía de alguien que no estaba en la misma sintonía que ella.
- Perdóname querida, hoy sé que estoy siendo una compañía terrible.
- No te preocupes por eso, sabes que puedes contarme absolutamente todo, si tienes problemas en la empresa o con el marido de tu hija, tal vez... puedes abrirte conmigo.
- No, Anastasia, afortunadamente no es nada relacionado con Kayo ni con Ángela, ni tampoco con la empresa o negocios. Olvidemos los problemas y brindemos por el regreso de Kayo que sucederá en unos días.
- ¡Me alegra saber que él estará de regreso pronto, entonces brindemos por su retorno!
Anastácia
Maciel solo puede subestimar mi inteligencia o capacidad de percepción. Cuando su atención era robada, había conocido otra mujer y esos signos eran evidentes para mí. Después de tres divorcios en su historial, aprendí algo sobre los hombres. La inquietud mental y hasta física, Maciel siempre está mirando el reloj como si estuviera conmigo para cumplir una obligación profesional. Solo me queda saber quién es ella y poner fin a esta aventura.
[...]Después de beber esa costosa botella de vino holandés, él pidió al camarero y pagó su cuenta.- ¿Vamos? - Preguntó.- Sí, por supuesto.Ella tomó su bolso y salieron juntos y tan pronto como Anastasia salió de su coche, le dio un fuerte abrazo seguido de un beso, esta vez más intenso y apasionado.- Entonces, tal vez así logre estar, aunque sea un poco en tus pensamientos esta noche.- Que tengas una buena noche. - Respondió él sin mucho entusiasmo.AnastasiaY yo, estúpida, pensé que iríamos a su casa. Maciel nunca fue un hombre de frecuentar moteles y nunca dejaría su cómoda cama para acostarse en otro lugar, aunque sea por una aventura sexual. Pensé que tenía un lugar especial en su mente, ya que había dormido aquí en mi casa algunas veces, pero él estaba demasiado distante esta noche.[...]Él volvió a casa, se detuvo en la cocina y habló con Amelia como siempre hacía antes de irse a dormir, y luego suspiró profundamente mirando hacia la pared y luego a ella.- ¿Te acuerdas
Elizabeth Temprano en la mañana recibí al médico, que fue a mi habitación para darme una buena noticia, es decir, pensó que sería una buena noticia para mí... – Buenos días, Elizabeth, te daré de alta mañana mismo, ya estás bien y en unos meses te haremos una radiografía antes de quitarte el yeso. Ten cuidado y trata de no apoyarte demasiado en esa pierna. Fue inútil tratar de ocultar lo malo que era para lo que tenía en mente. - Está bien doctor, gracias. - Parece que no estabas muy feliz con la noticia, ¿verdad? - cuestionó. - Relájese doctor, no se preocupe por mí, estaré bien. Recibir el alta tan rápido no estaba en mis planes, Maciel aún necesitaría unos días más para que todo lo que le había dicho surtiera el efecto que yo deseaba. O quizás no, estoy en la oscuridad, pero espero que ya haya entrado en su mente. Lejos de allí... En la empresa, la recepcionista atendía a una llamada de Ángela, que ya estaba ansiosa por hablar con el padre, pero en el momento él estaba den
Elizabeth Estaba yo en el cuarto, aburrida y sin encontrar posición en aquella cama, cuando el médico llamó a la puerta y entró con el prontuario en la mano. Mi corazón fue de 8 a 80 en segundos, no puedo ser liberada ahora sin que el viejo lo sepa. - Claro, puede entrar doctor. - ¡Está libre Elizabeth, ya puede irse a casa! Tan pronto como salió la enfermera me ayudó y me puse la ropa del día del accidente, trajeron una silla de ruedas y salimos hacia la entrada del hospital. Yo parecía estar saliendo de una película de terror donde yo era la finalgirl, afortunadamente era un hospital privado y había sido tratada demasiado bien. - ¿Puede llamar a un taxi, por favor? Enferm. - Creo que no necesitará... Maciel me estaba esperando apoyado en su hermoso auto, y él ya estaba hasta arreglado de las abolladuras del choque. Ni siquiera pude disimular la alegría y el alivio de saber que estaba allí para llevarme, aunque fuera a algún hotel. Seguramente pasó la noche pensando en todo
Algún tiempo después, Maciel llegó a casa y su hija, Ángela, corrió para abrazarlo. - ¿Has vuelto tan pronto? - preguntó sonriendo y abrazándola. - ¿Me parece que a usted no le gustó la sorpresa, mi suegro? - Mauricio trató de burlarse de la expresión del suegro en cuanto lo vio. – ¡Para ya con eso, amor... decidimos volver antes, porque te extrañé papá! - Ángela intentó deshacer aquel ingrato reencuentro entre su marido y su padre, los dos nunca tuvieron una relación amistosa, a pesar de nunca haber faltado con el respeto el uno con el otro. – Pero, por supuesto, estoy feliz de tenerte de vuelta, hija mía, y por supuesto que tengo a mi yerno mañana a las siete de la mañana para trabajar conmigo en la empresa. Yo no renuncio a tener esa felicidad. - Maciel sonrió irónicamente al yerno, que no le gustó andar de tener aquel compromiso. Desde soltero, Mauricio no podía oír hablar de la palabra trabajo, se había casado con una mujer millonaria, justamente para tener una vida tranquil
[...]Anastasia llega a la empresa, elegante y con un tacón altísimo pisando firme.- Hola, ¿puede anunciarme para Maciel, por favor?La secretaria responde avergonzada.- Lo siento, señora Anastasia, pero el señor Maciel salió mucho antes de lo habitual hoy.– ¡Está bien, quería llevarte a almorzar, pero lo llamaré después! - Anastasia salió decepcionada y avergonzada de aquella situación, aunque no tenían nada serio, ella se sentía dueña de él.Ella se subió al auto y sacó el celular de su bolso, nunca quiso parecer agobiante con Maciel o celosa, pero su instinto pedía respuestas urgentemente. El teléfono sonó varias veces, hasta que se cortó...– Siento que te está pasando algo malo Maciel y voy a averiguar quién es esta mujer, que está robando tus pensamientos de mí. ¡Sí, claro que hay otra!Anastasia tira su teléfono al asiento del coche y acelera irritada.ElizabethVestí algo mucho más revelador, un vestido siempre surte el efecto esperado en cualquier hombre, aún más así bien
ElizabethTocaron el timbre, pensé que podría ser Maciel una vez más para verme y fui abriendo la puerta emocionada, mientras desamazaba mi vestido con las manos para verme más presentable.- Maciel te volviste...- Mi sonrisa se desvaneció al ver a aquella mujer en la puerta del apartamento.- No, no es mi padre! - ella respondió altiva.Reconocí la serpiente venenosa de su hija.- Buenas tardes. - Respondí sosteniendo la sonrisa irónica.- ¿Puedo entrar yo?Ella ya fue entrando y casi me atropella, aquella mujer me miraba con una expresión de asco que me daba ganas de agarrar en su cuello.- Claro, pase, por favor.Ella se sentó y puso el bolso de al lado, era una mujer elegante y fina, como siempre soñé ser, a pesar de la arrogancia y la arrogancia demasiado. Pero no tan bella ni tan astuta como yo.- ¿Sabes quién soy?- Lo sé, hija de Maciel, vi tu foto hoy en su celular. - Mi respuesta la dejó aún más irritada.- Me parece que ustedes dos son muy íntimos.- Depende de lo que quier
Elizabeth Él no podía alejarse de mí, así que decidí hacerme recordar, tenía que estar en sus pensamientos todo el tiempo y me atreví a llamar a la empresa. - Hola. Me gustaría hablar con Maciel. - ¿Quién quiere hablar con él? - Dile que es Elizabeth. - ¿Puede adelantar el asunto? Es que él acaba de llegar y ya está bien ocupado... - Puede estar seguro de que a mí me va a atender, anda, hace su trabajo bien y pasa bien rápido la llamada. [...] La secretaria cubrió el teléfono con una mano. - Qué maldita sea... - ¡Buenos días a ti también! - Mauricio la saludó sonriendo por el modo no tan educado que ella había tratado a alguien en el teléfono. - Buenos días, señor, solo un instante. ¿Señor Maciel, tiene una muchacha queriendo hablar, dice que es Elizabeth... debo pasar la llamada? - Claro, puedes pasar. Maciel respondió con entusiasmo. Ella pasa la llamada y Mauricio queda intrigado por aquel nombre y el hecho de ser una chica que tanto desea hablar con su suegro. - ¿Sa
ElizabethLo abracé, sentía su barba rozando mi cuello y me daba escalofríos. Nos besamos tanto que perdí la noción del tiempo y del espacio, ya estaba oscuro y él ni siquiera recordaba volver a casa también, hice unas palomitas y vimos una película y nos vimos como una pareja en un viernes lluvioso. Su teléfono ha sonado...Miró sin avergonzarse ni tratar de ocultarme el nombre del contacto que llamaba por él: Anastasia, tal vez quería ponerme celoso.- Puede contestar, debe ser algo importante. - Le avisé.- No es nada. ¡Prefiero quedarme aquí besándote hasta tarde!Maciel tiró el móvil lejos, nos besamos de nuevo desde donde habíamos parado y él se fue acostando sobre mí...- ¿Maciel? - Toqué su pecho alejándonos lentamente.- Puedes decir que...- ¿Qué sientes por mí?- Cariño, deseo... ¿Y tú? - Él respondió oliendo mi cuello y pasando la piel de su rostro por el mío.- Me siento protegida cuando estás aquí conmigo, pero cuando se va el mismo miedo y vacío de antes regresan.– Ya